martes, 28 de junio de 2011

Para la lluvia y la nostalgia

Noches atrás Tony Raful, Johnny García y yo nos encontramos en lo que he llamado el Templo de la Gran Logia Bohemia (Léase Boga-Boga) No es extraño que lo hagamos. Como tampoco lo es que dediquemos la mayor parte del tiempo a hablar de Literatura, de Arte y a despachar asuntos del Amor. Transitamos frecuentemente entre Valéry, Paul Eluard, Octavio Paz, la Mistral, Borges, Neruda o Lorca. Rara vez, muy rara vez, hablamos de deporte o política. Por supuesto que de vez en cuando soltamos un chismecito por allá. 

La noche en cuestión no fue distinta. Aunque un elemento encantador la hizo especial. El gran poeta dominicano Tony Raful había escrito, dos horas antes, un poema hermosísimo, de antología, referencial como gusto en decir. Raful decidió leerlo aquella noche. García y yo nos quedamos maravillados con el nuevo poema de Raful y orgullosos de que él no fuera miserable y lo compartiera con nosotros. Además, sentimos que de alguna manera nos tocaba somo suele pasar con las grandes creaciones literarias. A este día de lluvias y nostalgias el poema de Tony le va como el rocío  a la mañana. He tomado «pretado» un cuadro de Miguel Schwiez ("Mujer desnuda") para graficar el poema en cuestión titulado: Dulcinea traspapelada en el sueño

¡Disfrútenlo, pasionarios y profanos.







lunes, 27 de junio de 2011

Lecciones y sugerencias después del Festival

Lecciones y sugerencias después del Festival



En la anterior entrega reseñamos leves fallas del Festival Internacional de Teatro a raíz de la nota que nos enviara Mónica Volonteri.

Hoy queremos hablar de algunas lecciones e ideas que surgen luego de clausurarse el Festival, formular algunas sugerencias para los venideros y dejar espacio abierto para recibir otras sugerencias de nuestros lectores.

—Se cayeron los cantos de sirenas que afirmaban que el Teatro Dominicano no tenía casi público.
—Definitivamente el Teatro con el cual el público mejor se conectó fue el nuestro.
—Hay que buscar una fórmula para traer programadores internacionales más comprometidos con nosotros. Tengo varias ideas en ese sentido. Me permito recordar que prácticamente sólo la gente del Teatro AVANTE han llevado grupos dominicanos a presentarse fuera. Una lástima que no fuesen invitados.
—Los teatreros dominicanos deben entender que los precios que están cobrando en temporadas normales son caros. Nuestros Festivales nos lo están indicando.
—No es necesario alterar nombres de obras, ni sus textos, para lograr el éxito. A parte de que esa actividad, sin permiso de los autores, es penada hasta con dos años de prisión. Lo estoy advirtiendo con tiempo.
—Para bajar los precios tenemos que ponernos de acuerdo actores, directores, productores y sector oficial. Una lástima que nunca ocurriera aquella pactada reunión del sector nuestro con el Ministro para ponernos de acuerdo. Recuerden que Manuel Chapuseaux hasta adelantó una propuesta de política de salas públicas.
—El Festival tiene que retomar el plan de contratar un director dominicano para realizar el gran montaje para la Sala Principal del Teatro Nacional. Esto debe hacerse por concurso y nunca puede ser sustituído por la puesta en escena que lleve la Compañía Nacional de Teatro. Son vainas diferentes.
—Tenemos que mejorar sustancialmente la publicidad y difusión de las compañías que concurren al Festival.
—La ejecución presupuestaria del Festival debe darse por lo menos tres meses antes del evento.
—El Festival es internacional. No sólo Hispanoamericano. Mientras más lo internacionalicemos más lo importatizamos, como gusta decir el actor Juan María Almonte.
—Mañana deben comenzar especializar fondos para pagar asesores direccionales para entrenar grupos teatrales de las provincias. Siendo nuestro Festival de profesionales es necesaria lograr cierto equilibrio de los grupos criollos participantes.
—El Festival debe volver a venderse en el mercado local como un buen producto cultural que es. Debería formarse una oficina de mercadeo para esto.
—Debe discutirse un estrategia para asegurar mayor participación en los foros, talleres y conferencias que completan el Festival. No podemos olvidar que muchos artistas dominicanos de la escena no pueden asistir a estos porque están ensayando o presentado sus diferentes propuestas escénicas.
Estas notas no persiguen convertirse en una fórmula. Son ideas sueltas que, para provocar algo, estamos lanzando. La intención es que ustedes se motiven y envíen las suyas, sin importar que contradigan o superen todas estas. 

En La Pasión Cultural nos cuidamos de no tocar temas políticos. Pero hay uno que va a incidir directamente sobre el Festival. Ocurre que estamos a la vuelta de las próximas elecciones. Todo parece indicar que el año que viene nuestra particular área de influencia volverá al Estado con nuevos bríos. De ser así es hora ya, sólo hablo aquí de los asuntos del Festival, de escuchar al sector diciéndonos qué les gustaría que ocurriera con su Festival de Teatro. No permitiremos, por un asuntos de ética, crítica alguna. Solamente publicaremos sus ideas y sugerencias para futuros Festivales

Si por casualidad no se cumplen los pronósticos de la influencia de poder que estoy vaticinando, sus sugerencias y las mías servirán de todos modos, porque habrá cambios en el gobierno cultural, es indudable. En uno u otro sentido. Por mi parte, mañana me daré una vuelta por la cede central del Ministerio de Cultura para ver si la actual decoración en cierto espacio es de mi grado, porque como también acostumbra a decir Juan María Almonte«como que huelo bastante a poder». Aunque Reynaldo Disla, del otro lado, estará diciendo lo mismo. 
Giovanny o Reynaldo ¿he ahí la cuestión?
 ¡Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja!



Justificada queja de Mónica Volonteri.

El Festival Internacional de Teatro fue un éxito de publico y artístico innegable. Pero en algunos aspectos formales  hubo algunas fallas que debemos señalar con deseos de que las superemos en los otros que vendrán. Una de las fallas fue la publicidad en términos generales. Prácticamente esta no existió. Cada grupo dominicano desarrolló una campaña por las Redes Sociales que contribuyó a la masiva asistencia de publicó que ocurrió. La misma oficina del Festival la difundió por las Redes Sociales, pero nada más. Recuerdo que el gran teatrero dominicano y amigo Carlos Castro, cuando publicamos el primer artículo sobre el Festival nos comentó que ya era hora de que algo así saliera porque el Festival no tenía ninguna publicidad. Los grupos que concurrimos no vamos ahí por la paga, puesto que esta no es notable. Vamos por la difusión que podemos conseguir. La difusión en los medios fue muy escasa. Hasta hay medios importantes que ni nos reseñaron. El mismo Iván García, a quien justamente se le dedicó el Festival Internacional de Teatro, se quejaba de la poca difunción que tuvo el evento. Recuerden que la gallina cacarea para que se sepa lo importante que es poner el huevo. No podemos dejar de consignar, para ser justo, que este Festival se hizo con muy escasos recursos económicos. Y cuando el dinero no se mueve...
En otro orden publicamos una nota-queja que nos remitiera la crítico y dramaturga Mónica Volonteri, con la que estamos también de acuerdo.


Durante el festival se entregaron unos volantes antes de las funciones que lo único que tenían era una sinopsis de las obras. Volantes en blanco y negro, impresos de por más baratos que no tuvieron la información adecuada porque nadie la puso, o sea fue un tema de decisión de quien manejó el tema de comunicación (la verdad ni idea quien fue). Clodomiro Moquete en la versión digital de Vetas lo destaca, no sólo por lo que se entregaba antes de cada función, sino incluso el tema de la información que se colgó en Internet. 

A mí de verdad que me resultó bastante desagradable, incluso me incomodé cuando me entregaron ese volante, con la pasión que me caracteriza dije cosas como que es una falta de respeto al público, primero porque lo tratan de estúpido, o sea le tienen que contar de qué va la obra, segundo porque lo siguen tratando de tarado porque no creen que pueda manejar información técnica y tercero le faltan el respeto a todas las personas que forman parte de un montaje. Señores, eso de darle los créditos a quien se los merece es el abc del respeto al creador, por Dios.. pero además es también una falta de respeto a los contribuyentes a todos nosotros que pagamos impuestos como desgraciados y si algo no somos es idiotas. Es hora de que nos dejen de tratar como tales. Cualquier evento cultural que organice el Estado, independientemente en manos de quien esté el gobierno, no es un regalo, no, es obligación del Estado brindarle a los ciudadanos educación, salud, cultura y seguridad, entre otras cosas. Por lo tanto, lo mínimo que debemos hacer es exigir que las cosas se hagan bien y ese volante que se entregó, se podría haber hecho bien por el mismo dinero, faltó respeto, sólo eso, respeto al público, que en última instancia somos los que pagamos los impuestos.  

                                                                                                                                          Mónica Volonteri

domingo, 26 de junio de 2011

Los trapitos de Amaurys, Judith y Josué

Trapitos al Sol no es una pieza de teatro. Son varias en una. No es el mejor texto teatral que he visto representar. No lo es. Aunque la idea de sus dramaturgias es muy interesante, novedosa y atrevida. Empero, como el texto (o los textos) nos delinean más un espectáculo escénico que una reflexión literaria, veamos la pieza en sus verdaderos contexto e intenciones.

Es un evento teatral. Un bien realizado espectáculo de factura comercial. Un original divertimento en el que Amaurys Pérez, estrenándose como director, se la luce. 

 
Jean Doat, conocido metteur en scéne, esteta y teórico teatral francés, escribió que «el teatro es una síntesis de Artes que exige un Arte de la síntesis». Trapitos al sol es una muestra fehaciente de lo aseverado por Doat

Mi amigo, y ahora colega, Amaurys Pérea logra, con aciertos creativos, poner en escena elementos de la danza, de la plástica, de la música, de la imagen, del canto y la oratoria para deleitarnos con una encantadora gramática visual, en la cual su propuesta teatral se torna independiente a las artes que él hace concurrir en el mismo espectáculo. El uso del vídeo de que hace gala, algo que no iba dejar de usar por ser una de sus pasiones, dimensiona la puesta en escena. La hace moderna y trascendente. Ayuda a los actores, únicos elementos imprescindibles para que exista teatro, a introducirnos en el escenario, al mismo tiempo que vence el limitado espacio teatral. Es imagen, es cine dentro del teatro, es fotografía; pero al mismo tiempo es escenografía. La de la pieza teatral es en este caso sencilla, pero justa y funcional.


Los únicos dos actores, Judith Rodríguez y Josué Guerrero, y los personajes que encarnan en los diferentes cuadros, al utilizar los elementos fundamentales de la escenografía (ropas tendidas en la escena) la van destruyendo en el devenir de la pieza para luego volver a reconstruirla en el ritual final, creando de este modo un ritmo visual adicional al que nos propondrán los dos intérpretes.

Bueno, sin ser brillante, es el manejo de las luces y genial la banda sonora. Adecuado y pensado es el vestuario.
En el primer cuadro ambos desmitifican los personajes frente a los espectadores y descubren la magia teatral. Me asusto un poco por el riesgo que esto entraña. Aún así entretienen al público con el buen nivel  actoral logrado. Ambos interpretan bien sus roles. Josué, en algunos momentos, parecía tener problemas con la proyección del personaje. Todavía puede imprimirle un poco más de fuerza escénica. Judith, deshinibida, se la luce en este primer cuadro. La incorporación de las canciones da una adicional nota divertida a la escena.

El segundo cuadro es de
Judith. En él la joven actriz saca a flote el dramatismo. En él está como pez en el agua. Divina en su destape.
En el siguiente, de relaciones en conflicto, machismo y hembrismo, ninguno pudo estar mejor. Aconsejo a Amaurys ensayar un poco más con los actores  el asunto de las agresiones físicas. Desde el punto de vista de la dramaturgia este cuadro es el mejor construido. Al serlo los personajes permiten a los dos actores lucir todas sus garras sobre el escenario.

En el cuadro del gay —¡no iba a faltar!—
Josué logra impactarnos con algo diferente. Ciertamente es la misma “loca” harto llevada a escena por el teatro comercial. Pero entre Amaurys y Josué se las ingenian para que el divertimento y la caracterización del personaje se alejen del clisé.
Finalmente Josué y Judith se vuelven a encontrar en el escenario. Lo hacen mientras esperan un tren. La imagen proyectada en la pantalla crea la atmósfera perfecta para la escena. Igual  ocurre con los dos actores en ropa interior. El sencillo símbolo se entiende. El director nos está diciendo que despoja a los personajes de sus «trapitos» para que aflore el interior. En este cuadro sueltan algunas groserías que al estar equilibradamente ubicadas no molestan al espectador puritano, mucho menos sonrojan a este emperador romano. Enmarcan el cuadro con el bien llevado desnudo completo de los intérpretes teatrales. En este cuadro ambos están de aplausos no condicionados.

Llega el final de la misa escénica que nos ha convocado. Como en un ritual ambos actores reconstruyen lo que han ido destruyendo frente a los asombrados espectadores. Un pequeño desliz de
Judith en la reconstrucción (cuando coloca una de sus prendas de vestir fuera de sitio) quizás es sólo notado por este exigente director teatral. Lo noto porque como la simetría ha sido una constante del limpio evento en las tablas que hemos visto, las situaciones atípicas siempre se destacan.

Los espectadores, que han colmado hasta los escalones de Casa de Teatro, tributan el aplauso merecido sin economizar las intenciones. Se sienten divertidamente bien servidos. Sus aplausos prolongados lo testimonian.

Me siento contento al saber que el relevo teatral no es futuro. Se ha adelantado y está presente.

Me siento contento por la reiteración de que el mil veces glorioso Teatro Dominicano es el gran éxito del Festival Internacional de Teatro de Santo Domingo. Tanto como lo fue en el Festival Nacional de Teatro.
 
Entonces, ven que tengo razón cuando proclamo que: «¡Nuestro Teatro no es segundo de nadie en ninguna parte del Universo!»... y hasta primero que muchos.

¡Telón!

viernes, 24 de junio de 2011

Tres opiniones sobre «SOLITUD»



Una hermosa “Solitud”
(trabajo publicado en el Listin Diario)
(fragmento)

EL DESTACADO DRAMATURGO DOMINICANO IVÁN GARCÍA PRESENTÓ CON ÉXITO SU MÁS RECIENTE OBRA EN LA SALA RAVELO DEL TEATRO NACIONAL, DONDE COMPARTIÓ SUS EXPERIENCIAS
Laura Peralta

República Dominicana ha parido a uno de sus grandes hijos en el vientre del teatro. El reconocido dramaturgo, actor, escritor y homenajeado del Festival Internacional de Teatro, Iván García, demostró la noche del lunes el tesón de una trayectoria que no se equivocó en sus andares.
La Sala Ravelo fue testigo de la “Solitud” de García, un hermoso monólogo en el que un hombre encuentra en su soledad el vacío de la existencia y en una especie de locura, se ve a sí mismo frente a su esposa muerta, su nuera y su hijo alejados.
Apenas tres sillas, una mesa adornada de papeles que se convierten en su refugio y el retrato de su amada fiel, y una luz que no lo deja solo en su desamparo, tejen momentos de tensión, sufrimiento, lejanía y el sabor de la soledad.
Magistral fue la actuación de este reconocido dramaturgo, sin olvidar la humildad con la cual invitaba a un público a hacerle preguntas para despejar sus dudas...


Crítica de la obra de teatro “Solitud”
Pamela E. Hernández Díaz (Estudiante de primer año de la ENAD) 
Drtamaturgo (Iván García)

Dice que cuando un recuerdo se va, el alma nos abandona. Esto es más significativo aún si se trata de olvidarnos de un ser humano; y cuando estamos en la etapa en la que somos solo una pincelada de lo que antes fuimos: La vejez.





Tratar la vejez como sinónimo de soledad, es lo que hace Iván García en su monólogo “Solitud”. Un señor de edad avanzada que se queja del abandono al que lo ha(n) sometido su(s) hijo(s). El sentimiento de impotencia que le embarga por haber tratado a su difunta esposa de forma injusta es parte de sus amargos recuerdos, la caja en donde guarda y saca todas sus frases y memorias, el humor con que cuenta sus desdichas, los tonos de voz, las deformaciones en su rostro cuando cada sentimiento le invadía. Fue impresionante la forma en que el mensaje llegó al público –a pesar de las condiciones en que el actor se informó que se encontraba.





 Los desplazamientos del personaje giraban en torno a una mesa que se hallaba en el centro, dos sillas y un sillón. Todo distribuido de una forma organizada.





La atmósfera que creó al hablar por teléfono con su nuera, las confesiones que le hio a su hijo cargadas de sentimiento, y creando una ilusión visual casi mágica, la forma en que evolucionó su personaje el cual comenzó altivo y orgulloso y terminó humillado a los pies de su hijo e implor5ando amor, comprensi’on, compañía.





Esta obra muestra la denuncia social en el momento en que –hastiado- grita amargamente: “Luego de que la sociedad se pasa la vida exigiéndote dar lo mejor de ti, diciéndote que no estás preparado, viene a desecharte en el momento justo en que la luz del conocimiento te ilumina por completo”.





La jubilación... (¿)de que sirve? El desecho de la humanidad hacia la misma humanidad.   Lo patético que son los hombres.





Su propuesta escénica se ve influenciada por el existencialismo. El manejo de los objetos no es primordial en esta puesta en escena, ya que todo reside en el suculento discurso, donde el actor mostraba el desgarbo de su cuerpo y las explosiones de la indignación que le causaba su situación, dichas con una poesía que nos mantenía al borde de las lágrimas; algunas dulces de la ironía del anciano, y otras amargas de su tristeza.




APUNTACIONES PEREGRINAS SOBRE TRES MONTAJES DEL SEPTIMO FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO SANTO DOMINGO DOS MIL ONCE

Por León David
(fragmento)

... Solitud es libreto desgarrador que explora con agudeza, lirismo y penetrante intuición –que no renuncia por momentos a los brochazos de humor agrio y oscuro- el vacío de la soledad en la vejez. Hermosa cavilación cuyo meditabundo tener y desafiante profundidad no cansan porque la palabra brota con perfecta naturalidad y apasionada fuerza de un carácter poderoso de anciano redondamente construido. Trátase de un texto de demoledora efectividad dramática, escrito rico, matizado, pleno de contrastes, poseedor de un ritmo que no decae ni por un instante y que si algo no nos ahorra es el asombro y la sorpresa.





             Monólogo de tan aquilatadas prendas no requería de opulenta parafernalia escenográfica. Bastaba la pericia del actor consumado, porque fue concebida la obra para que el intérprete, sin otros atributos que su cuerpo, su voz y sus emociones le diera vida e infundiera realidad. Y eso fue lo que sucedió: Iván García se creció e impuso sobre las tablas a un personaje maravillosamente perfilado, de portentosa verosimilitud, personaje de cuya historia y angustias nos íbamos enterando a medida que la acción se desenvolvía hasta culminar en el patético final inevitable.





            En resumidas cuentas, que la presentación teatral a la que estoy haciendo referencia, si algo demostró hasta la saciedad es que cuando Iván García es Iván García –dramaturgo, director y comediante a un tiempo mismo- difícilmente hallará en el espacio dominicano o latinoamericano rival que pueda hombreársele... Lástima y desperdicio que el Festival sólo concediera –la razón la ignoro- una única función al homenajeado hombre de teatro. Pues lo que Iván nos obsequió fue ina genial lección del más cabal y menos controvertible trabajo escénico...




Se refiere al siguiente párrafo: “Yo ponía mi vida en cada clase que dictaba, por encima de los libros de texto me lanzaba al mundo del espíritu, como un Prometeo, robándole la luz de los cielos para iluminar a los mortales…   Y de repente cuando culminaba en riquezas mi experiencia me dicen que ya acabé, que soy muy viejo.   Casi como la basura que se tira al zafacón voy a parar a este cruel exilio de la vida que es la indigencia…”

miércoles, 22 de junio de 2011

La "Sed" que vió Chiqui Vicioso.



Chiqui Vicioso es excelente poeta, escritora de teatro, crítica de Arte y de Literatura, feminista, amiga y esposa. A solicitud nuestra ha tenido la gentileza de enviarnos su visión crítica de la danza-teatro "Sed"  que se presentara hace unos días en el marco del Festival Internacional de Teatro de Santo Domingo. Sobre el mismo evento el prestigioso escritor, actor, coreógrafo, crítico y cantante lírico Eduardo Villanueva también nos ha enviado su crítica que publicamos en una entrega aparte en el mismo día de hoy. Una novedad que celebramos entusiasmado en  La Pasión Cultural.



« S E D »

Siempresorprende lo que se puede hacer con un simple objeto, como son los vacíos botellonesde agua .  Y lo que se puede hacercon el cuerpo, cuando se le desata y libera, mediante una técnica danzariallamada precisamente “release”.

Danza“contaminada” por incorporar técnicas de muchas otras danzas y disciplinas artísticas, SED, de la Compañía de Danza Contemporáneadel Ballet Nacional, dirigido por Marianela Boan, cuenta la historia de nuestropaís a traves de la metáfora de la sequía, demostrando un conocimiento poéticoy esotérico de la importancia del agua no solo para sobrevivir sino paralimpiar la presencia de lo senil, de lo perverso, de la violencia, del abuso,de la degradación, o sea, el agua como bautismo.

En una secuenciadonde la música marca las transiciones,  los botellones se convierten en plataformas (increíble comose podían sostener los bailarines y girar sobre ellos), mecedoras, armas paraejercer la violencia colectiva y la violencia contra las mujeres en una falocraciadonde un dictador senil afirma que es un trinquete mientras colapsa.

Denuncia delhedonismo, de la decadencia, del racismo, donde se utilizan la pantalla y la filmaciónpara mostrar a los bailarines afanados en blanquearse y desrizarse el pelo parabailar el merengue del dictador, SED no es solo sed de agua, sino de amorcolectivo, de libertad, de equidad, de purificación.

En la pieza“mangú” son las voces de las bailarinas las que sirven de percusión para la rebeliónde las mujeres contra quienes las maltratan.  La receta del mangú un mantra para resistir los golpes.

Utilización delhip hop, merengue, la salve, y maravillosamente las voces de los y lasdanzantes, (la gran sorpresa de la noche para quienes les habíamos visto solodanzar y actuar).  Voces quecomienzan a exorcisar la competencia, y a aunar voluntades para poder liberarsea ritmo de tambor.

Exploración deltalento joven en disciplinas múltiples, de ese talento que abunda y está solo ala espera de que llegue alguien con propuestas hermosas y prácticas que exploretodo su potencial, en esta obra se conjugan la denuncia política, la tradición musicaldominicana y la religiosidad, que es la que en el baño colectivo del final, dondelos desnudos sorprenden y sublimizan las imágenes, culmina con el gran bautizodel agua, metáfora de liberación, “release del alma”.

Es una suerteque en el país podamos contar con una coreógrafa con la tradición  (más de cincuenta años en ejercicio) yexperiencia de Marianela Boan, porque siempre los y las que llegan pueden mirarde manera no contaminada el escenario artístico nacional y hacer sus aportes atemas que como el Trujillato se han trabajado ya en montajes teatrales y dancísticos.  Tema inagotable, porque siempre dependeráde la visión particular y experiencia del artista  que lo asuma, SED es un gran vaso de agua, para un país ávidode nuevas propuestas.

martes, 21 de junio de 2011

La "Sed" que vió Eduardo Villanueva


 
Eduardo Villanueva es un prestigioso escritor, actor, coreógrafo, crítico y cantante lírico. A solicitud nuestra ha tenido la gentileza de enviarnos su visión crítica de la danza-teatro "Sed"  que se presentara hace unos días en el marco del Festival Internacional de Teatro de Santo Domingo.  También nos ha enviado su crítica sobre el mismo evento  Chiqui Vicioso, excelente poeta, escritora de teatro, crítica de Arte y de Literatura, feminista, amiga y esposa. Una novedad que celebramos entusiasmado en  La Pasión Cultural.

Marianela Boán,“Sed” y la danza contaminada
Por Eduardo Villanueva
“Ahora, como nunca, mi país es mi cuerpo. He vivido enambos lados de la historia. He visto la pobreza y la riqueza, paisajes ycuerpos alimentados por la ideología. Mi obra excava en la ideología buscandolo humano, extrae cuerpos reales de los cuerpos oficialmente permitidos”.(Marianela Boán)
“Danza Contaminada, eso es loque hacen Marianela Boán y su grupo Danza Abierta, de Cuba. Algunos la llamandanza teatro – dice Guido Gali, asistente general del grupo – ella prefiereusar ese otro término, y se refiere a la danza que se contamina favorablementede todas las artes y de las experiencias personales y colectivas de losbailarines”. (Null Value, Periódico “El Tiempo” de Colombia, sección “Cultura yEntretenimiento”, 19 de marzo de 2002)
Marianela Boán, creadora del espectáculo “Sed”, es denacionalidad cubana, nacida en Guatemala, y vive actualmente en RepúblicaDominicana, donde dirige el Programa de Danza Contemporánea del Ballet ClásicoDominicano y el Ministerio de Cultura. La idea expresa de este programa essentar las bases para la creación de una compañía dominicana de danzacontemporánea.
Desde la clausura del Taller de Danza Moderna en 1996,que un servidor había fundado en 1985, no se había hecho una gestión sistemáticadesde un mismo centro, cultivando las técnicas de Martha Graham, Lester Horton,José Limón y Meier Jazz.  En elTaller de Danza Moderna se crearon unas 30 producciones de danza y danzateatro, coreografiadas por Lourdes Ramírez, Andreína Jiménez, Tancredo Tavares,María Luisa Valdez y un servidor. Por la escuela del Taller de Danza Modernadesfilaron también creadores como Edmundo Poy, Soraya Gallardo, Jochi Muñoz,Francis Taylor, Henry Mercedes, Jorge Mendoza, y un elegante número de actoresque decidieron también cultivar su cuerpo para la danza: Aidita Selman, KarinaNoble, Víctor Checo, Milagros Rosado, Iván Camilo, Teudy Uribe, los hermanosRafael, David y Salvador Pérez, María Isabel Bosch, Manolo Ozuna, HelenGonzález, Orestes Amador, Henssy Pichardo, Viena González, Julissa Rivera yOsvaldo Añez, por sólo mencionar los más conocidos.
Para quienes no vivieron esos años, mencionaré lostítulos de algunas obras de danza contemporánea y danza teatro que sepresentaron a través del Taller de Danza Moderna: “La Casa de Bernarda Alba”,“Primera Luz”, “El Unicornio Azul”, “Elektra”, “Muerte por Amor”, “Medea”,“Novias para Ogún”, “La Aldea Imaginaria”, “Transmutación”, “Carmina Burana”,“Tureiro: Mitología Taína”, “La Mujer”, “Alcestes”, “Las Troyanas”, “LasBodas”, “Simbad el Marino”, “El Carnaval de los Animales”, “Diálogos deCarmelitas”, “La Consagración de la Primavera”, “Amadeus”, “La Flauta Mágica”,“Hansel y Gretel”, “Romeo y Julieta”, “Los Cisnes”, “Noche Transfigurada”,“Desvelo (Diálogo Imaginario entre Salomé Ureña y Emily Dickinson)”,“Relaciones Peligrosas”, “Salomé”, “Peter Pan”, “La Bella y la Bestia”, “Pedroy el Lobo”, “Fantasía Merengue”, y otras, con escenografía y vestuario deartistas de la talla de José Miura, Cándido Bidó, Jorge Severino, Elsa Núñez yOscar de la Renta.
Simultáneamente y posteriormente a estos esfuerzos,otros creadores de danza contemporánea han contribuído a enriquecer el géneroen nuestro país: Mercedes Morales y Víctor Ramírez, Marilí Gallardo, BelkysSandoval, Awilda Polanco y Guillermo Cordero, entre otros.
Todas estas obras se hicieron con fondos y patrociniosprivados, de manera que no ha sido sino hasta el actual Programa de DanzaContemporánea del Ballet Clásico Nacional que ha habido apoyo estatal para ladanza no clásica, de manera que esperamos que estos nuevos esfuerzos deMarianela Boán desemboquen en la consolidación de la Compañía Dominicana deDanza Contemporánea.
Marianela Boán tiene una larga trayectoriainternacional como coreógrafa, bailarina y profesora, con más de 50 obras producidaspor su talento, y para la primera producción del Programa de DanzaContemporánea seleccionó un interesante grupo de jóvenes con diversos grados deexperiencia y destreza, tanto académica como escénica, no sólo en danza, sinotambién en teatro y canto, lo que les permite adaptarse dignamente a las“contaminaciones” que Marianela Boán tan sabiamente expone en “Sed”. Son ellos:Daymé del Toro, Tatiana Mejía, Anny Cruz, Evelyn Tejeda Mateo, MildredRubirosa, Yojaneru Bruno, Daniel Mejía, Rafael Stalin Morla, y Anubis Arias.
El espectáculo “Sed” cuenta con un espléndidoacompañamiento musical en vivo, a cargo de Jorge Read y Edgar Molina, quienesse integran formidablemente a las complejidades del montaje.
“Sed” utiliza de fulcro un elemento archiconocido paratodo habitante de la República Dominicana: el botellón plástico de cincogalones que normalmente se usa para contener agua. Es bueno destacar “quenormalmente se usa para contener agua”, ya que Boán y sus danzantes, en parteco-creadores de la producción, emplean estos botellones en todas las formasimaginables: como pedestales, como trampolines, como instrumentos de percusión,y fuente de frescor, para no mencionar todos los usos.
“Sed” también nos presenta una visión del eternoconflicto de muchos dominicanos con la escasa blancura y la dominante negritudde nuestra piel, cuya negación lleva a diversos procedimientos para tratar dedisimular nuestra esencia mulata, hechos que son presentados en “Sed” con unirónico y efectivo uso de la tecnología visual.
Cuando el ritmo frenético de “Sed” está a punto deavasallarnos, un melódico “vocalise” a varias voces nos sirve de arrullo ybálsamo, preparándonos para la recta final del espectáculo, que concluye con unescultórico baño para toda la compañía: la sed se ve finalmente saciada en unnecesario oasis. Sin embargo, mañana la sed de muchas cosas volverá aacosarnos.
 Pero“Sed” de Marianela Boán es más que nada un espectáculo de danza, “contaminado”por teatro hablado, canto y tecnología. Teniendo en cuenta que “Danza Moderna”se refiere a las creaciones de la primera mitad del siglo XX, y que “DanzaPost-Moderna” abarca desde los 60 hasta los 90, cuando los coreógrafos estabanmás interesados en la estructura que en espectáculo, más interesados en lavirtud que en el virtuosismo, podemos deducir que Marianela Boán hace unafusión de los diversos estilo modernos y post-modernos, con fuertes acentos dela “Danza de Nueva Línea” del siglo XXI, como el Rap y el Hip-Hop, Técnica “Release”(con raíces en el movimiento terapéutico), el “A-Town Stomp”, “The HarlemShake”, “Lean Wit It, Rock Wit It”, “Ckicken Noodle Soup Dance” y “Walk itOut”. La fluidez con que Boán mezcla los estilos le permite llevarnos desde lomás chocante hasta lo más lírico, dentro de los cánones del movimiento danzarioactual.
La duración del espectáculo (una hora), evita lagunasque desvíen la atención de la acción escénica, y nos estimula a esperar eldesarrollo completo de los jóvenes artistas participantes, a fin de que seanniveladas las destrezas técnicas e interpretativas a un punto más elevado,tanto en el uso del cuerpo como en el de la voz, manteniendo vivas lasdistintas personalidades de cada quien.
Una personalidad se define nítidamente en “Sed”: la deMarianela Boán, una maestra cuya exquisita cultura y entrenamiento formal lepermiten vencer el temor natural de todo creador a la colaboración artística,en aras de un teatro total.                                         

lunes, 20 de junio de 2011

La «Obsesión...» que vio Mónica Volonteri


La «Obsesión...» que vio Mónica Volonteri
Mónica Volonteri es argenina. Mónica Volonteri es dominicana. Mónica Volonteri es una buena escritora, una intelectual con formación y cultura. Mónica Volonteri es una crítica imparcial y acusiosa. Ayer presentó dentro del Foro de la Crítica (que organiza la actriz, educadora y escritora Gilda matos) en el Festival Internacional de Teatro su visión crítica a «Obsesión en el 507». Para La pasión Cultural es una verdadero placer publicar la cr´tica de tan prestigiosa mujer de letras.


 Las verdaderas tú y yo,

o Thelma& Louise en la carretera 507


Mónica Volonteri


 Este breve texto con apetencias críticas,con la más sincera intención de ecuanimidad, con la latencia de la obra escritay con lo leído viva voce  como manifiesto -en este contextoacuciante, exprimido por las prisas y lo efímero de la palabra- intentarátrascender al comentario, para convertirlo en un eco creativo de  la obsesión original de Giovanny, quesin duda no sólo nos ha  dadouna  muestras de su evoluciónalucinante como dramatugo,  sino quees un  muy buenejemplolatinoamericano de que a las auténticas pasiones artísticas no las detienen nilas maldiciones.  Por que como diceRoberto Arlt, ganaremos por prepotencia de trabajo. ¿Acaso, hay de otra?
Como sucede casi a menudo en unarepresentación teatral, tenemos un texto escrito que el público no ha leído.Este texto es un plano o mapa, un objeto bidimensional que nos da las claves desu proyección en el espacio para convertirse en un objeto tridimensional conmovimiento, luces, sonidos, colores, que constituye la puesta en escena. A estoúltimo se enfrenta el espectador y, si no somos Homero Borges, vemos, enalgunos casos oímos y en otros hasta olemos.
En cuanto a la dicotomía textoescrito y puesta en escena, hay fanaticadas de todo tipo, que el texto es unpretexto, que el texto es la médula rectora, que la creación colectiva, que laimprovisación, que el cuerpo del actor, que la dicción, que la historia que secuenta, que el cine desplazó al teatro y que ya puede comprar fríofrío en lacalle porque te da el cólera.
Ya estamos viejos y no nos hemosmuerto de cólera, ya sabemos que todo vale si está bien hecho y sobre todo silogra conectar con aquellos que hemos venido llamando público. Obsesión en el 507, sin duda conecta conel público o con todas esas personas que estamos allí sentadas, que porseparado no somos el público, somos los verdaderos o verdaderas tú y yo que nosmontamos en la guagua o perdón tour deforcé o tranvía deseoso con Blanche y Lucrecia y dejamos de ser tú y yopara ser recordando y en el peor de los casos (si es que Brecht, convertido enmosquito nos pica en el tobillo) tomar conciencia de que nuestro  universo simbólico fílmico nos define,o lo que es peor nos da categoría ontológica.
Recordemos la película Los unos y los otros (1981) de ClaudeLelouch en que una de las protagonistas cada vez que tomaba unadecisión trascendental se veía a sí misma como un personaje de sus filmsfavoritos. El recurso que utiliza Lelouch es sobreponer la acción física de laprotagonista con la misma acción del film viejo. De manera tal, que cuando JeanneMoreau salía corriendo de los brazos de su amante, en el siguiente cuadro seveía a Vivien Leight  huyendo delos brazos de Clark Gabriel escaleras abajo en Tarah, la mansión sureña. 
En la obra anterior de Giovanny yaestá presente esta intertextualidad con el mundo del cine y el teatro, porejemplo en El perfume del incesto.Podríamos decir que la intertextualidad es la manera elegante en que la críticaposmoderna denomina a la obsesión o a la maraña en la que el creador cae yconvierte al arte en su referente. Pero esto no es nuevo, ya a losrenacentistas los acusaban de retomar a los clásicos y a los barrocos nihablar.
Obsesión enel 507 esmuchas cosas, es ante todo lo que escribe su autor: ¨un drama total¨ en seisintensos cuadros y un único acto para tres personajes: Lucrecia Taylor, BlancheBorgia, Homero Borges. Los intensos cuadros son cuadros, no actos y son seis nocinco (como le gustaba a Shakespiare o la caterva de clásicos que nospreceden). La separación entre cuadros no está dada siempre por un cambiotemporal o de espacio, sino más bien por las acciones obsesivas de lasprotagonistas, que a su vez organizan sus vidas o cuadros o escenas o secuenciasfilmícas a través de fragmentos de películas.
Obsesión enel 507 estambién lo que decidió su director,  Giovanny, cuando dijo que Blanche Borgia sería YorllaCastillo; Lucrecia Taylor, Fiona Cruz Carretero y  Homero Borges, Mario Lebrón. También dispuso que Renata CruzCarretero se encargaría de vestir a los personajes y que Exequiel Taverasconstruiría el set o laberinto perfecto para matar o morir como en una serieamericana donde los protagonistas llegan con su maletín de CSI para investigardesde el descuartizamiento de un gato hasta el envenenamiento de un enano decirco con la misma actitud y el mismo tono monocorde de los actores y actricesporno o los muñequitos de Nickelodeon
Obsesión enel 507 esun texto dramático construido con el cuidado del artesano experto que no encomiendaal diálogo ni las acciones, ni la caracterización de los personajes.  La construcción de los personajes esacción y palabra; y la trama a  su vez se construye conla tensión de las acciones. Es, podríamos decir, un texto clásico y claro, que cualquier buen director puede montar de maneraexitosa.
Pero a su vez, es una puesta enescena que apuesta al encierro, al delirio, al juego envenenado, a la mezcla deplanos con lo real, lo representado, la actuación en vivo y la película. Es unjuego semiótico perpetuo con miles de planos que se atomizan que se disuelven yse funden para crear una confusión que justifique las acciones absurdas yvuelva verosímil el mundo cerrado de Blanche y Lucrecia, donde el ciego sevuelve el fisgón a quien hay que sacrificar. El mundo de la imagen asesina almundo de la literatura. He aquí la paradoja: te mato porque me espías aunque nome puedas ver.
Obsesión enel 507 esmuchas cosas, es una pieza de arte polifónica, polisémica que nos permiteacomodarnos en el recuerdo de El Graduado, en la nostalgia de El Ladooscuro del corazón; que nos invita a inquietarnos con temas urticantes comola homosexualidad, el cáncer y la soledad; que nos hace trampas existenciales ynos lleva a preguntándonos: ¿quiénes somos las verdaderas tú y yo?  La respuesta, estimo, que se parecemucho a la escena final de la película de Ridley Scott,  Thelmay Louise (1991), es un salto al vacío…

domingo, 19 de junio de 2011

Crónica de "Obsesión..."

Ayer concluyeron las representaciones de "Obsesión en el 507", con las geniales actuaciones de Fiora Cruz Carretero, Yorlla Castillo y Mario Lebrón. Presentaciones a casa llena. Tanto que hubo de permitirse que la gente se sentara en los escalones de la Sala Ravelo del Teatro Nacional. Hasta conatos de peleas ocurrieron de gente que no pudo entrar.                                  

Una cantidad impresionante de opiniones se publican en las llamadas redes sociales sobre la obra. Otras opiniones nos llegaron por teléfono, como la de el genial director teatral Rafael Villalona que nos planteó que esta pieza es un auténtico aporte al Teatro Dominicano. De igual manera se han expresado personalidades como la psicóloga Marta Beato, el dramaturgo Rodolfo Santana, el director de cine Iván Herrera, el actor Ernesto Báez, el maestro periodista Luis González Fabra, artistas de la escena y cientos de voces más. La opinión de la escritora y crítica Monika Volontieri no la comento porque ella la publicará precisamente esta tarde en un acto especial.
                                                                                                                                                    En las representaciones realizadas los espectadores manifestaron su parecer sobre la pieza cuando delirantes se ponían de pies para aplaudir el trabajo teatral presenciado.

El brillante intelectual y educador dominicano Miguel Collado, hombre culto y de una honestidad legendaria, nos escribió una nota que nos apresuramos a publicar como colofón de esta agradecida entrega de La Pasión Cultural.

!Cuánto disfruté tu obra! !Brillantes las actuaciones de Yorlla Castillo y de tu hija Fiora Cruz Carretero, dos extraordinarias actrices que enaltecen el teatro dominicano! Mi amigo Mario Lebrón, siempre correcto en sus roles. El montaje ―escenario, iluminación, sonido, el vestuario―, así como los diálogos fluidos ―llenos de picardía y de saber cinematográfico―, todo muy profesional y propio de un director teatral visionario, innovador como tú. !La obra es un desafío efectivo al estrés en todo su desarrollo! Veía cómo los actores conectaban con el público y a mi mente llegaban aquellas palabras del maestro sueco ―del teatro y del cine― Ingmar Bergman cuando decía que “el actor es el médium, la voz que habla en el corazón del espectador” y que “la verdadera representación no tiene lugar en el escenario sino en el interior de las personas que asisten al teatro” que es “un hechizo vivo, sin maleficios”. Así percibí que nos sentíamos todos los espectadores congregados en la Sala Ravelo del Teatro Nacional para disfrutar de tu Obsesión en el 507: ¡hechizados por la voz de sus actores! Hace algunos días, apreciado amigo, te felicitaba por haber obtenido nuevamente el Premio Nacional de TeatroCristóbal de Llerena” 2010 y ahora he de felicitarte por el éxito alcanzado con el montaje de esta grandiosa obra.
 
Con gran admiración,
 
Miguel Collado