jueves, 20 de enero de 2011

Imágenes nuevas y versos de Raful para iniciar el carnaval

 
En todo lo lúdico, libido y festivo soy de los primeros en llegar. Eso lo saben muy bien los amigos cercanos. Y los que no lo son... también. En diciembre soy de los primeros en el país que pone los adornos en su casa y de los últimos en quitarlos.


Estamos casi recibiendo el carnaval dominicano y como soy adicto a la alegría, ya preparo el espíritu para el desborde de rigor.


La historia del carnaval universal se remonta a mucho mas de cinco mil años antes de Cristo. Siendo los sumerios y los egipcios sus iniciadores. Aquí el carnaval... Perdón; pero ya esa historia se la solicitamos al notable intelectual, investigador y amigo Dagoberto Tejeda. Esperemos que el trabajo llegue a nuestro ordenador personal (La Gata) para publicarlo un poco antes de inmediatamente.

Mientras eso ocurre inauguramos en el blog una nueva imagen para la portada,  alusiva al carnaval desde luego. Estará encabezando esta revista digital hasta que duren las festividades carnavalescas y sus estertores.


Para celebrar la nueva, festiva y transitoria portada disfrutaremos un poema, titulado precisamente "Carnaval", que escribiera Tony Raful, dedicado tanto al suscrito como a Dagoberto Tejeda.

C A R N A V A L
Por Tony Raful

Es alquimia salobre la pálida batalla del mito
andanzas de un alba austera que ditala la hermosura,
 fragua que prodiga el mágico poniente de un delfín,
ficción del espacio en vigilia de un diamante,
 
 demonios aledaños que centellean en las vibraciones,
la barca de un Sultán que burla su reloj de arena,
 el cuerno de un bisonte que ahumó el astío,
las bodas de fuego que danzan en la piel,
 el diestro navío de una demencia convenida,
licencias para las quejas del alma,
ebria maravilla de una velada hendida,
 eminencia de júbilo encandilado.
  Es carnaval, espuma y sortija en los tejados,
iguana que atraviesa el cielo,
 orgía de ánimas abocadas al hondo misterio,
otra máscaras para la máscara odulante,
 anticipo de desafuero bajo convite,
una onda de luciérnagas pacta con la lluvia,
un nido de hechiceros se acopla en la marea,
 los diablos cojuegos embadurnan de espejos
el infierno dormido
 y es un milagro cóncavo de locura del vientre,
la piel toda tronanda en el jardín y en las tinieblas.