miércoles, 20 de octubre de 2010

El turno de María



 

Nota: Para nadie es un secreto mi subyugación con María Félix. No pocos saben que de varias paredes de mi casa cuelgan, como santuario, docenas de fotos suyas. Mis hijas Fiora y Renata acostumbran a bromear con mi fanatismo por la Diva. Imagino que a muchos he sorprendido por no haber publicado ningún artículo sobre ella en este blog. Lo hice, varias veces, en los periódicos El Siglo, Hoy y El Listín Diario
Pasionarios y Pasionarias, atinen ustedes solamente a contemplar a esta diosa.

 María Félix y la aristocracia del talento

“La vida de una actriz es sueño, y si no es sueño no es nada”

Ella, la “Devoradora”, la gran María Félix, la mujer que se robó  el siglo XX, como asegura Enrique Krause, fue constante noticia.

Poco antes de morir declaró que pensaba grabar un CD de canciones de su mejor época.También manifestó preocupación porque el semen de Bill Clinton (Sí. Ese mismo que encontró nuevas formas para usar el cigarro) anduviera de país en país.

Así era ella, “La Diosa Arrodillada”. Emprendedora, polémica, dura y ácida.

Nunca fue una actriz de excepción. No. Nunca una gran cantante. No. Una mujer sin miedo, osada y para algunos solamente “La mujer sin alma”.

Ella,“Doña Diabla”, afirmaba que siempre había estado rodeada por la aristocracia del talento. Cierto es.

Con algunos mantuvo relaciones sexuales, a otros simplemente los sedujo con su extraordinaria belleza. Y a un grupo importante fascinó (justipreciando el vocablo).

Pasemos revista a la relación de esos innegables talentos con el “animal más bello que ha existido sobre la tierra” como se dijo de “La Generala”.

Agustín Lara a punto de matarla

 “Porque se necesita de un egoísmo formidable para ser como yo”

Se enamoró de él escuchándolo cantar canciones como “Aventurera”, “Mujer”,“Perdida”, en el programa de radio “La hora azul”.

El primer encuentro ocurrió de manera casual. Agustín Lara hablaba sin parar en una caseta telefónica. María le conminó a concluir la conversación para ella poder iniciar la suya. Cuando salió, ella asombrada, entre ambos hubo un desagradable intercambio de palabras.

Días más tarde fueron presentados. Naturalmente el flechazo ocurrió. Durante mucho tiempo fueron amantes.

Cuenta la protagonista de “La china poblana”, que Agustín la ayudó a secuestrar a su hijo, cuyo padre Enrique Alvarez se lo había arrebatado luego del divorcio.

Decidieron casarse en un momento en que la relación entre ambos no andaba bien. Intentaban simplemente recomponer sus relaciones.

La luna de miel fue en Acapulco. Allí escribió Agustín la famosa canción “María bonita”.

Para todo México era un asombro la sin igual pareja. La ácida prensa mexicana no se podía quedar atrás. Constantemente publicaban noticias de ambos. Las burlas contra Agustín era la constante. Los caricaturizaban sin piedad. En una de las caricaturas, por ejemplo, aparecía María cargando a Lara.

Un celoso Agustín Lara y una inconstante como María, no podían permanecer juntos toda una vida. Se plantea la inminente separación.

Una mañana, mientras ella se preparaba para irse a filmar unas escenas de “Río escondido”, él se apareció en su recámara . Levantó una pistola y le soltó un tiro. Falló. Un sirviente logró sacarlo de la habitación cuando ya se preparaba para disparar el segundo. Quizás el definitivo. ¡Tremendo susto!
Aunque nunca se reconciliaron ambos terminaron disculpándose.

Negrete: enemigo  primero... esposo después

 “Yo no me puedo quejar de los hombres, porque los he tenido a montones”

Se conocieron cuando juntos firmaron juntos “El peñón de las ánimas” (primera película de María). Él vivía un romance con el gran amor de su vida Gloria Martin.  Negrete quiso que ésta fuera la protagonista del film.

Notoria fue la antipatía entre ellos. Ciertamente María se comportó como una necia. Hizo exigencias increíbles. Pero en todas fue complacida. Esto molestó al charro cantor. Durante el rodaje criticaba su falta de talento y profesionalidad. Terminaron enemigos. Enemistad que duró unos 7 años.

Durante el rodaje en Argentina de la película “La pasión desnuda” hizo una gran amistad con Eva Perón. Esta, supuestamente, le expresó que su esposo “era un perfecto idiota al que ella tenía que proyectar para que pareciera un presidente.”

También se convirtió en novia y prometida de la co-estrella del film: Carlos Thompson. Una semana antes de la boda lo dejó plantado y regresó a México. Muy poco tiempo después se casó con su archi-enemigo Jorge Negrete.

México y América Latina celebraron por lo grande la boda de los dos astros del cine.

Durante la ceremonia nupcial vistieron a usanza mexicana. Un gran banquete. Negrete cantó varias canciones. Como una premonición interpretó: “México lindo y querido, si muero lejos de aquí...

Juntos hicieron “Reportaje” y “El Rapto”.

María Félix estaba en Francia filmando “La Bella Otero” cuando recibe la noticia de que su esposo agonizaba en una clínica de Los Ángeles. Vuela inmediatamente al lugar. El 5 de diciembre de 1953 lo encuentra agonizando. Al día siguiente muere a causa de la cirrosis hepática (viral) que lo aquejaba durante años.

Trasladan el cadáver a México. La prensa critica que María se apareciera acompañando el cadáver de su esposo vistiendo pantalones.

Apoteósico fue el entierro. De la limusina fúnebre "La Doña" apeó a Cantinflas (viejo enemigo de Negrete por líos en la Asociación Nacional de Actores).

David Negrete intentó convencerla de que devolviera un collar que Jorge le había regalado y que aún no se había pagado. Se negó. A la prensa declaró: Lo dado, dado está.

Regresó a París a seguir trabajando y, naturalmente, “viviendo”.

La Enamorada” en París

 “Es una mujer tan bella que hace daño”; Jean Cocteau.

La conquista de Europa empezó por España. Con los iberos hizo película como “Mare Nostrum” (con Fernando Rey), “Una mujer cualquiera”, “La noche del sábado”, etc.

Conoció a Jean Cocteau cuando filmaba “La Corona negra”, en Tetúan, con un argumento escrito por Cocteau y co-estelarizado por Victtorio Gassman y Rossano Brazzi. De esta experiencia lo resaltable es que María comió carne humana (niños sacrificados a Alá por haber nacido de un concubinato).

El Jeque de Xauen se había negado a permitir que se filmara en cierto lugar sagrado. Se envió a María para que lo sedujera con sus encantadores ojos. Lo hizo. Se les permitió filmar. Luego se les invitó a cenar. En el banquete estaban los niños de Alá servidos en la mesa. Cuando lo supo, la diva mexicana sólo atinó a decir: Estaban riquísimos y nadie se indigestó.

Fue a trabajar a Francia. Su película “Enamorada” la había convertido en una auténtica celebridad: “La Enamorada está en París”, titularon periódicos de la Francia.

Allí volvió a contactar a Jean Cocteau. Con él conoció en París a “quién es quién”. Entre estos a: el poeta Chales Blois, Dalí, (“Para esa época se hacía el loco. Luego se puso totalmente loco”, dijo de él María), Guidry y Christian Dior.

María acostumbraba a celebrar una expresión de Cocteau: “Tú no eres María Félix. Eres una loca que se cree María Félix”. Nadie puede serlo. Ni ella.

Sin embargo, cuando éste aparentemente entró en desgracia con la diva, minimizó la expresión:“Luego descubrí que dijo lo mismo de Víctor Hugo. Cocteau constantemente vivía plagiándose a si mismo”.

La pintora Leonor Fini hacía un retrato de María cuando le “regaló” un hombre: el escritor Jean Cau. Trabajaba con Jean-Paul Sartre en la revista “Les Temps Modernes” como secretario de redacción. A través de Cau, niño mimado de Sartre, conoció a éste último. Nunca se simpatizaron. Ella aseguraba que él era un tipo pesado, a la que la gente le hacía caravanas.

En una ocasión Sartre le dijo: “¿Te crees muy inteligente por tener una mente rápida? Pues la inteligencia no tiene nada que ver con la rapidez. Es un don aparte. La inteligencia no juega carreras. Hay gente inteligente que da una respuesta genial con tres horas o tres días de retraso.

Simone de Beauvoir y María nunca simpatizaron, pero tuvieron que relacionarse mucho.“Me pareció pesada, pretenciosa, llena de ínfulas”, aseveró María Felix. Naturalmente que no podían simpatizar. ¡Tan semejante una de otra!

Estuvo a punto de rechazar la memorable película “Los Héroes se han fatigado”, porque Simone Signoret pretendía que María se comprometiera, contractualmente, a no acostarse con su marido, el grandioso actor Ives Montand.

Durante el rodaje de la película conoció a Picasso. Contó que en un restaurante se les acercó un hombre con un dibujo: ¿Cree que puede ser tan bueno como un Picasso?- Preguntó el hombre. Picasso miró el dibujo. –No lo sé. Pero vamos a convertirlo en uno.- Y firmó el dibujo.

Durante el rodaje de “French-Cancan” (Dirigida Jean Renoir), se fue a los puños con la actriz Fracoise Arnoul porque aseguró que María era “sale étrangére” (sucia extranjera). La Arnoul terminó en el hospital con la mandíbula rota.

Saliendo de Cartier conoció a Faruk, rey de Egipto (Antes que Nasser lo derrocara). Con el rey viajó a Egipto.

En el templo de Ransés II, frente a la estatua de Nefertari (la princesa nubia con la que se había casado Ransés) le dijo que ella era como María Félix: amante de las joyas.

Le ofreció algunas de Nefertari a María a cambio de que le diera “una noche de amor”. María aseguró que las devolvió porque ella sólo se acostaba con los hombres que les gustaban. Raro, ¿verdad?

En una ocasión Faruk dijo a María: ¿No cree que una mujer puede ser Feliz sin estar cubierta de joyas? María respondió escandalizada: Majestad, ¡eso es anarquismo puro!

En el  Calipso con Jacques Cousteau

“No pretendo ser un ángel, porque para eso se necesita aureola; pero tampoco soy el diablo en forma de mujer”

La embajadora de Francia en Perú la invitó a una experiencia marina con Cousteau, gran admirador de María Félix.

Acepta y se hacen a la mar. Cousteau la invita a bajar a las profundidades del océano en una campana submarina. Lo hacen.

Maravillada estaba la diva mexicana. Pero de repente un tiburón tigre se molestó y comenzó a golpear la campana con tanta furia que logró romper los cristales de la misma.Todo indicaba que pretendía raptar a María. Subieron rápidamente la campana con la Félix prácticamente desmayada. Imagino que Cousteau tuvo que consolarla personalmente.

Con Diego Rivera, Octavio Paz y Carlos Fuentes

“Sólo he sido una mujer con el corazón de hombre”

Cuenta María que el gran pintor mexicano Diego Rivera la amó con devoción; pero sin esperanza. Se conocieron cuando la actriz filmaba “Río escondido”. El director de la cinta pidió a Diego Rivera que pintara un retrato de María Félix. Lo pintó con un niño en los brazos. Desde ahí la amó. Le envió durante años cartas ilustradas donde le manifestaba su sentimiento.

María decía que era un simpático mitómano. En una ocasión aseguró muy serio que tuvo un hermano siamés, que durante muchos años vivió pegado a él por un costado.

También pintó a María Félix con vestido que dejaba el pecho totalmente descubierto. En fotos de ambos donde ella lleva puesto el vestido se ve que este es normal, sin transparencia.

Para María Reina de los Ángeles Félix, a quienes millones de gentes admiramos y amamos, pero a quien nadie amará tanto como yo.” Así reza la leyenda que puso Diego Rivera al pie de la madona que pintó de María.

Carlos Fuentes lo odia, y no sencillamente.

Él había escrito una novela (“Zona sagrada”) donde identificamos a María Félix en el personaje de Olga Lang.

La diva estaba dispuesta hasta filmar la novela de Fuentes. Compartieron en México y en París. Luego se distanciaron. Ella asegura que el escritor mexicano era un tipo farolón, que le encanta llamar la atención y por eso arma escándalo con configuras famosas. Cuando estas le atacan él alcanza notoriedad.

Se sintió difamada por Carlos Fuentes en “Orquídeas a la luz de luna”; obra que aquí llevé a escena con Carlota Carretero, Karina Noble y Kenny Grullón.

Fuente lucha por estar en primera fila porque no está en ella”, finalmente remata María Félix.

Para Octavio Paz, en cambio, solamente tenía grandes elogios. Aseguraba que era el escritor mexicano más celebrado. Que en los círculos intelectuales donde ellas se movía siempre había grandes elogios para él, mucho antes que les dieran el Nobel.

“Yo lo admiré por su poesía antes de conocerlo. Me siento orgullosa de que sea mexicano. Vivirá siempre, como Diego y Frida, porque Octavio es un gigante y los gigantes no pueden morir”, emocionada afirmó María Félix.

Octavio Paz en un poema hace referencia a la supuesta relación incestuosa de María Félix con su hermano Pablo. Dos de sus versos dicen:

“Los hermanos como dos espejos
  enamorados de sus semejanzas”

 

  


María Félix y yo


“Existe un hecho evidente que parece enteramente moral: un hombre es siempre presa de sus verdades. Una vez que las reconoce, no puede apartarse de ellas”
;
Albert Camus, en "El Mito de Sísifo".

La conocí primero en el “Peñón de las ánimas”. Luego en “Doña Diabla”. Creo haberla visto en una película pornográfica que ella se empeñaba en negar haberla filmado. Me la habré encontrado en más de treinta de sus cuarenta y siete películas.

Me la volví a encontrar cuando dirigía “Orquídeas a la luz de la luna” en 1987.

Hace unos cuantos años nos volvimos a topar en la casa del gran intelectual dominicano Marcio Veloz Maggiolo.  

Guadalupe Villegas (ex-asistente y actriz de sonrisa fácil y cuerpo de pecado) como al descuido ojeaba en la biblioteca de mi amigo Marcio, una biografía de ella. Aunque había leído varias, no conocía la que estaba en casa de Maggiolo. Al día siguiente fui a la librería y la adquirí.

Un mes después de terminar de leerla comencé a escribir mi pieza teatral: “El perfume del incesto”.

La base literaria de mi obra se sustenta en dos lecturas: "Todas mis guerras”(biografía dictada por María Félix) y la relectura de “El Mito de Sísifo”; de Albert Camus.

En mi obra trato de explicar el mundo escénico en el cual he vivido. Apartir de María Félix busqué las verdades de Monina Solá, Delta Soto, Ilka Tanya, Karina Noble, Carlota Carretero, María CastilloLidia Ariza y Elvira Taveras; entre otras.

A partir de Camus sólo pretendí explicarme a mí mismo. ¡Tamaña empresa!

Presenté la pieza en la Sala Ravelo del Teatro Nacional. Es posible que algunos espectadores juzguen que en ella fuí implacable en algunos de mis planteamientos.Tal vez así es.

Pero María Félix y Albert Camus salen bien librados. A los dioses y a los genios no se les juzga. Solamente se intenta comprenderlos... y aceptarlos.