domingo, 29 de enero de 2012

Duarte, la sublimación de la patria


Duarte, la sublimación de la patria
Por Carlos Andújar Persinal.



A punto de celebrar el bicentenario de su natalicio, la figura y la obra de Juan Pablo Duarte ronda como desafío en el accionar público y en la conciencia nacional como un fantasma que persigue el horizonte de hombres y mujeres que debieron ser formados bajo su ejemplo y guiarse de su comportamiento, las enseñanzas y lecciones dejadas por él.

Una vida dedicada a la definición de un proyecto de nación, Duarte y sus amigos dieron forma no solo a la resistencia nacional, sino que a través de la Trinitaria, fundada el 16 de julio de 1838, se forjo una conciencia nacionalista que hizo posible alcanzar nuestra independencia en 1844.

El mérito de Juan Pablo Duarte radica en haber defendido hasta el final su concepción de la patria, su lucha y persistencia por la consecución de ese ideal e involucrar diferentes sectores sociales en su objetivo. El mas sacrificado y desprendido, Duarte encarnó el sentimiento más noble de la patria y llevó el ideario nacionalista a los estamentos más alto, sublimizando la nación.

Este propósito hace de Duarte el ideólogo del proyecto nacional, el más sensible y asiduo en la consecución de la causa republicana, pero también un ideólogo y estratega refinado. Si bien su obra intelectual no fue prolífera, su pensamiento se condensa en la manera cómo centró con una claridad inusitada, el proyecto nacional. Su ideario condensa su inteligente manera de concebir la patria y las tareas de su ese arduo recorrido.

El teatro realizado por Duarte y los trinitarios
El esfuerzo patriótico de los trinitarios alrededor de las sociedades la Filantrópica y la Dramática ejemplariza cómo se fue creando un sentimiento de diferencia en lo cultural que junto al trabajo político de la Trinitaria culminan con la gesta libertaria de 1844.

Por tanto la obra y el aporte de Juan Pablo Duarte a la causa nacional va mas allá de sus escritos y se engrandece en la sublimación de patria que le acompaña, con la entereza indoblegable de alguien que se matrimonió con la nación y entregó bienes, tiempo y toda su vida a la realización de esta gran obra, no siempre apreciada por muchos de sus coterráneos.

Su grandeza radica precisamente en esa vocación de entrega nunca visto como sacrificio pues el esfuerzo por la creación de la patria no se puede ver como un sacrificio sino como una envolvente pasión.

Otros grandes de América dejaron además de su dedicación al proyecto libertario, una obra intelectual y escritos, no obstante la patria conjuga factores objetivos y subjetivos así como internos y externos que son determinantes en la culminación de un proyecto de independencia, sin embargo el liderato de Duarte al frente de los jóvenes trinitarios supo enlazar su pasión por la definición de una republica independiente de toda potencia extranjera, con los intereses de los distintos sectores sociales, pero también con las fuerzas opositoras haitianas permitiendo dicha estrategia conseguir el objetivo final.

Juan Pablo Duarte, no debe ser mistificado si bien su entrega pareciera misionera, en todo caso su trascendencia radica en que no solo fue el gran soñador de la patria sino que transformó ese ideal en proyecto de todos y todas y supo simbolizar las aspiraciones de mucha gente, con un espíritu casi mesiánico y pastoral, pero no fue ni lo uno ni lo otro sino alguien que nos condujo con decisión y firmeza por el sendero independentista y democrático de la dominicanidad.

miércoles, 25 de enero de 2012

Los asombrosos sumerios




Había prometido en una entrega anterior que publicaría un trabajo sobre los Sumerios de alguien que se hace llamar Heródoto el Rojo, imagino un tanto homenajeando al célebre Heródoto el griego, primer gran historiador de la humanidad. 

Los Sumerios eran realmente asombrosos y sus múltiples aportes a la cultura de la humanidad testimonian esto. Poseían avanzados conocimientos de astronomía. Hoy se sustenta la tesis de que pudieron haber sido el primer pueblo formado por visitantes extraterrestre, lo que explicaría por qué de repente se apartaron del resto de la humanidad y se constituyeron en la primera civilización de la tierra.  

Los Sumerios se asentaron en en la baja Mesopotamia, fueron grandes observadores de la naturaleza y los primeros en desarrollar la escritura. 

Pero disfrutemos en grande del placer cultural del artículo de Heródoto el Rojo. La Pasión Cultural celebra haber descubierto a esta personalidad (¿acaso será una confederación de escritores?) y se regocija de publicar una entrega como ésta.

Sumerios y supuestos extreterrestre.


LOS SUMERIOS:
LA PRIMERA CIVILIZACIÓN
Por Heródoto el Rojo

Es posible que alguna vez os hayáis preguntado cuando empieza la Historia. Para resolver esta difícil cuestión habría que entender primero cuáles son los conceptos básicos que definen el cambio de la Prehistoria neolítica a la Historia. De una manera sencilla se puede decir que los elementos esenciales para esta transición son la creación de núcleos urbanos y la aparición de la escritura como método de comunicación. Así hubo un primer pueblo que destacó sobre las demás culturas de su época, esta fue la Civilización de Sumer, cuna de la Historia.


ORÍGENES Y ANTECEDENTES

Como ya os he comentado en otros artículos, nada surge espontáneamente. Para comprender porqué los sumerios llegaron a un alto nivel de civilización hay que tener en cuenta dos factores:
Factores geográficos: Los territorios en los que estaban asentados eran los comprendidos entre los ríos Tigris y Eúfrates, el actual sur de Irak. Esta es la zona meridional de lo que también se conoce como Mesopotamia (entre dos ríos), o Creciente Fértil ( por su forma de media luna y aptitudes para los cultivos). La existencia del agua fue primordial para la aparición de la agricultura, la utilización del adobe como material de construcción y también como medio de transporte de mercancías a través de ríos y canales. Sin embargo esta zona carece totalmente de materias primas ( piedra, metales y madera), lo que provocó su búsqueda en otros lugares como Anatolia , Siria, el Cáucaso, Líbano y Montes Zagros, de esta necesidad nació el comercio.
Factores sociales: Los excedentes agrarios provocan la especialización de los individuos, ya no es necesario que cada uno cultive ni recolecte su alimento, aparece el intercambio y la artesanía. El mejor lugar para intercambiar sin duda era en la Ciudad, que se van creando según van aumentando la necesidad de nuevos productos. La Ciudad además es refugio de ataques. Estos cambios provocan una complejidad social tal, que hacen su aparición diferentes clases sociales, según su riqueza y función. Aparecen grandes señores y sacerdotes que pronto acaparan el poder.

Con estos factores nos encontramos unas primeras culturas preurbanas hacia el 7.000 a.C., que ya tenían artesanía y cerámica. El origen étnico de los sumerios es verdaderamente intrigante pues no corresponde con las tribus semitas que poblaban esas tierras. Las explicaciones más creíbles nos indican que seguramente fueran una evolución de las poblaciones autóctonas, otras teorías hablan que llegaron de la zona del mar Caspio y otros de la India.

Máscara sumeria
La cultura llamada del Obeid (hacia el 4.500 ), se desarrolló en lo que se podría llamar primer asentamiento urbano, Eridu, la cual se sabe por restos arqueológicos que tenía gobernante y templos, así como una gran cerámica, también construyeron canales.

Más tarde apareció la cultura de la ciudad de Uruk, auténtico precedente de la civilización sumeria. A Uruk se la puede considerar como la primera ciudad-estado ( 3.500-3.000), además es en donde se han encontrado los restos de escritura más antiguos, sin duda como respuesta a la complejidad de la organización urbana, estos primeros escritos están relacionados con la organización de los almacenes de los templos.
Así pues nos encontramos hacia al año 3.000 con el principio de una nueva cultura que sobrepasará a las anteriores y que ante esta nueva organización social pasará a llamarse Civilización

SUMERIA:
La cultura de Uruk fue imponiéndose poco a poco, sin embargo no llegó a crearse un gran reino sino que era un país formado por varias ciudades-estado. Toda ciudad tenía un Zigurat (pirámide escalonada para observar los astros y hogar del Dios de la ciudad), un Palacio del rey, un Templo y asentamientos agrícolas en las afueras. Su historia se divide en tres periodos principales:

Periodo Predinástico (2.900-2300)

 En esta primera época destaca la violencia con la que luchaban entre ellas, aunque nunca llegaban a destruirse del todo. Las ciudades más importantes de las que tenemos constancia arqueológica fueron Uruk, Ur, Kish, Nippur, Umma y Lagash. De entre ellas destacaba Kish como centro espiritual sumerio pues según su religión fue esa ciudad a donde llegó el primer rey después del diluvio, este trono era muy deseado y quien lo poseía solía ser árbitro de los conflictos entre ciudades.

De la ciudad que más datos tenemos en esta época es de Lagash, gracias a la gran cantidad de escritura y restos arqueológicos encontrados, aunque no era la más importante. Estaba situada en la ribera del Eúfrates y al igual que todas las ciudades tenía muchos poblados agrícolas en su territorio. Una de las principales características de este estado-ciudad eran las guerras continuas con su vecina Umma, de cuyos enfrentamientos tenemos gran cantidad de datos escritos. Así sabemos como el gobernante Eanatum conquistó Umma, sometiéndola a tributo y quitándola amplios territorios. Con esta victoria fue proclamado Ensi (señor) de Umma y Lugal (rey) de Kish. También envió expediciones militares y comerciales al norte e Irán.

Annnunankier
Años más tarde llegaron los enfrentamientos internos entre el Palacio y el Templo, es decir el poder del príncipe contra el de los sacerdotes, por la hegemonía económica dentro de la ciudad. Al continuar las guerras contra Umma la ciudad sufrió una alta degradación al aumentar la presión social de las clases privilegiadas sobre las humildes, para mantener el interminable conflicto. Al final la situación se hizo insostenible, hasta que un nuevo príncipe-gobernante, Urukagina, realizó una serie de reformas que aliviaron económicamente a la población menos favorecida, además instauró una serie de leyes que les protegían de los abusos. Es de destacar la preferencia del pago de multas, frente al difundido “ojo por ojo”, de los condenados, además quitó gran poder a los sacerdotes del templo.

Sin embargo hacia el 2.300 la ciudad de Umma se había recuperado, un príncipe llamadoZagasi, consigue conquistar Lagash, a la que destruyó tras cientos de años de guerras. No sólo conquistó a su eterna rival, sino que tomó las ciudades de Ur, Kish, y Uruk, llegando su expansión hasta la región Sirio-Palestina, lo que le valió el título de Lugal-zagesi. A pesar de haber creado una especie de reino, el tiempo de los sumerios iba a cambiar radicalmente por la aparición de un nuevo factor exterior....los acadios.

El Imperio de Akkad.(2.300-2.200)
El norte de Sumeria estaba poblado desde hacía miles de años por poblaciones semitas. Éstas fueron absorbidas culturalmente, en parte, por los sumerios en un proceso lento de mestizaje. Los semitas se fueron instalando poco a poco en las ciudades del norte ( en la región de Babilonia), sobre todo en Kish, hasta que apareció un hombre de origen humilde, llamado Sargón, que se hizo con el poder en la ciudad sobre el año 2.300, ante la debilidad de los sumerios por sus guerras internas. Pronto Sargón de Akkad, nombre de la ciudad que eligió como capital, fue conquistando toda Mesopotamia, creando un Imperio desde el Mar Arábigo hasta las costas del Mediterráneo, pasando por Siria y Asia Menor, una extensión jamás conquistada por nadie anteriormente y por lo que Sargón es considerado el primer emperador de la historia, de hecho se proclamó como “Rey de las Cuatro Zonas”, es decir de todo el mundo conocido por ellos.

Esta nueva entidad política necesitaba una nueva organización, se dividió el Imperio en provincias con gobernadores, además se creó una especie de servicio de correos para una mejor administración y control de las provincias. Estas conquistas fueron posibles gracias a la creación de un ejército regular y la aplicación de nuevas tácticas militares. También se utilizó el ejército para campañas militares con objetivos económicos y comerciales, como sabemos las materias primas escaseaban por esta región. En estos años la cultura sumerio-acadia se fue fundiendo en una sola, aunque los sumerios nunca aceptaron ser sometidos por sus vecinos del norte.

Hacia el 2.150 la presión de una nueva oleada de pueblos nómadas, los Gutis, procedentes del Kurdistán, y los intentos de independencia de las ciudades sumerias del sur, hizo sucumbir el imperio heredado de Sargón.


Época Neosumeria o Ur III (2.200-1.800)
La caída del Imperio fue rápidamente aprovechado por las ciudades sumerias para volver a ser ciudades-estado. Hacia el 2.100 un Gobernador de Ur, en esos momentos bajo control de Uruk, consigue expulsar a los gutis de Babilonia y el norte de Sumeria. Después de este éxito se subleva del rey de Uruk y termina conquistando toda Mesopotamia, proclamándose rey de Summer y Akkad. Su nombre era Urnamu, con él empieza una dinastía hereditaria llamada “tercera dinastía de Ur”, o simplemente “Ur III”. En su reinado se dividió el territorio en provincias, creando un estado central que superó al imperio acadio, aún así a las antiguas ciudades-estado se las concedió una amplia autonomía. Por primera vez la administración se dividió en poder civil ( encabezado por el Ensi) y poder militar (Shagin), el cual se hacía con el poder en épocas de guerra. Además Urnamu es conocido por haber creado el primer “código de leyes” escrito que se conoce (se conserva a trozos).

Con esta dinastía la cultura sumeria vive un renacimiento extraordinario que superó ampliamente a épocas anteriores. Estos reyes se caracterizaron por su diplomacia y habilidad política, el hijo de Urnamu, Shulgi, consiguió una gran estabilidad y época de paz próspera que se tradujo en una gran cantidad de obras públicas, sobre todo canales, y un magnífico aparato burocrático.

La administración se profesionalizó, llegando incluso a ser puestos hereditarios. Las únicas incursiones militares se realizaron para el mantenimiento de las rutas comerciales que les abastecían de materias primas, las cuales estaban controladas por el estado. El rey sumerio de esta época era más parecido a los acadios que a los antiguos príncipes de la época predinástica, es decir, un gran poder central que llegó casi a la divinización del monarca.

Sumerios y acadios
En el plano cultural la civilización sumeria conoció su “siglo de oro”en las letras y las artes. Los escribas ya no sólo escriben historiales de almacenes, aparecen los poetas y los eruditos. Destacan las historias épicas como la vida de “Gilgamesh”, auténtico precedente del prototipo de héroe.

Sin embargo, hacia el 2.100 el imperio tenía los días contados, algunas ciudades de la periferia se independizan (Isín y Larsa), además la exhaustiva presión económica sobre los agricultores creó un gran malestar en la población. Con este panorama un reino vecino, sometido por los sumerios, Elam, consiguen aprovechar la debilidad de Ur para conquistarla junto con la mayor parte de su imperio. Pero el desencadenante definitivo de la desaparición de los sumerios fue una nueva incursión de pobladores de origen semita, los amorreos, que poco a poco se fueron apoderando de las tierras de Mesopotamia. Sólo Isín y Larsa consiguieron mantenerse hasta que un rey amorrita de Babilonia, llamado Hammurabi (famoso posteriormente por su código de leyes), las conquistó hacia el año 1750.

Con ellas desapareció para siempre el mundo de los sumerios, sin embargo su influencia fue tal que los pueblos, reinos e imperios posteriores que se asentaron en sus territorios terminaron adoptando la mayor parte de su cultura, destacando sobre todo la escritura.

LA CULTURA SUMERIA
Las razones por las que la cultura sumeria sobrevivió a su pueblo habría que buscarlas en la excepcionalidad de esta cultura, los sumerios fueron el modelo a seguir por los imperios que le siguieron, sobre todo por los babilonios y asirios, eran considerados como la madre de su cultura, incluyendo a la lengua sumerio-acadia, que se conservó como lengua sagrada. Fueron para Mesopotamia como los griegos y romanos para los europeos. También son patentes la influencia que tuvo para los judíos, reflejado en la Biblia existen las conocidas referencias al Edén, el Diluvio Universal, la torre de Babel y la confusión de lenguas, etc.. todas ellas circunstancias que se referían a lo que fue el mundo de Sumeria, el origen del mundo no es el dios judío, son los sumerios. Veamos sus características más importantes.

Sociedad y religión.
La sociedad sumeria estaba condicionada en gran parte por su concepción religiosa del mundo. Las grandes catástrofes naturales que sufrían de vez en cuando (sequías e inundaciones), les hizo ver que no eran el centro del universo. El hombre estaba hecho para servir a los dioses, para que fueran benévolos con ellos. Con esta mentalidad es fácil entender el poder que tenía la clase sacerdotal, los almacenes del templo solían ser los más ricos por donaciones o por la cosecha de sus propias tierras, las cuales se consideraban tierra de los dioses. El templo y el clero era una unidad económica independiente que organizaba su propio comercio, tierras y escribas.

El poder civil estaba en manos del príncipe, los cuales nunca llegaron a ser divinizados hasta la época de Ur III. Eran sin embargo el juez supremo y jefe militar de su territorio. De él se esperaba protección y construcciones públicas en beneficio de la ciudad. El Palacio en el que vivía era un centro económico y administrativo, desde el cual se gobernaba al estado-ciudad.
La administración estaba dirigida por un ministro del príncipe, el cual organizaba y distribuía los impuestos, organizaba expediciones militares y controlaba los almacenes y a los escribas, los únicos que sabían escribir.

La mayor parte de la población de la ciudad se dedicaba a la agricultura, también había comerciantes y artesanos. La esclavitud no estaba muy extendida aunque existía, eran sobre todo prisioneros de guerra o cautivos por deudas sin pagar.

Los sumerios fueron grandes constructores, sin embargo la poca utilización de la piedra (no había canteras) y el uso común del adobe ha provocado que no nos haya llegado ninguna gran obra en buenas condiciones. El edificio principal fue el Templo y el Zigurat, morada del dios de la ciudad y desde donde se observaban los astros. La cosmología sumeria era muy complicada y dedicada a la interpretación de los deseos de los dioses, para ellos el universo era un caos.

El hecho de construir con barro hizo que nunca se llegara a utilizar la columna de piedra, con esto al tener que aumentar o cambiar algo de un edificio lo que hacían era tirarlo y hacerlo de nuevo. Así se construía sobre los restos de lo anterior, al cabo de los siglos la tierra se fue amontonando y dio al paisaje llano de la zona una característica común, los “Tell”, es decir, montañas de tierra que fueron antiguas ciudades.

 
Lo que si nos ha llegado en abundancia han sido la orfebrería y los relieves en piedra. Gracias a estos elementos conocemos la mayor parte de la vida de los sumerios. Las estatuillas de ofrendas eran muy comunes y representaban a las personas rezando. Los sellos y relieves en piedra nos han conservado el tipo de vida que hacían, desde el trabajo en el campo o la ciudad hasta las guerras.

La escritura
Añadir leyenda
El legado de los sumerios es importante en muchos aspectos pero el más destacado sin duda fue el de la escritura.

La lengua sumeria no tuvo parentesco con ninguna otra de su época, no ha habido ningún vocabulario en el mundo que se le pareciera. Era una lengua de tipo aglutinante (como el turco o finlandés), es decir, una palabra consta de una raíz que expresa un concepto y una partícula anexa que le da el significado. También se formaban palabras con dos raíces, lu=hombre, gal=grande, lugal=hombre grande=rey.

La escritura propiamente dicha apareció sobre el 3.500 a.C. en Uruk, al ser una zona de mucho barro pronto se dieron cuenta que la mejor forma para escribir era en tablillas de este material, que luego se cocían para endurecerlo. En un primer momento era una escritura pictográfica, es decir, se intentaba reproducir lo más fielmente posible la imagen de la cosa o acción que se pretendía expresar. Para los casos que podían ser confusos se les añadía otra imagen anexa, con el tiempo esa imagen con su signo auxiliar se asoció solamente a su valor fonético, apareciendo las palabras en sí.

Pictograma
El siguiente cambio en la escritura pictográfica fue debido al uso de las tablillas de barro para escribir. Al principio se escribía con una pequeña caña de forma corrida, con líneas rectas y curvas. Sin embargo pronto se dieron cuenta que en barro era más fácil escribir presionando una pequeña cuña, que hacía una incisión. De aquí viene el nombre que recibe este tipo de escritura: cuneiforme. Ahora sólo se podían reproducir líneas rectas, que si bien intentaban seguir reproduciendo al objeto o verbo, adquirieron una forma peculiar que con la evolución del tiempo las transformó en palabras que ya no se parecían pictóricamente a la palabra original.

Una característica curiosa de esta lengua eran los dialectos, utilizados según la categoría social del hablante.



Fabricación de cerveza sumeria
El éxito de poder comunicarse de forma duradera y segura no sólo se utilizó para la administración y el comercio, aunque esta ha sido el 90 % del material escrito encontrado. Hacia el 2.700 ya se escribía rica literatura, que aunque era bastante monótona tenía una temática variada. De hecho los motivos literarios del Diluvio como castigo a los hombres, la búsqueda de la fama por el héroe Gilgamesh, el infierno, las fábulas, los proverbios, etc... aparecieron a la sombra de esta civilización.

Con los sumerios apareció lo que llamamos Civilización, con ellos aparecieron los rasgos tanto positivos como negativos de nuestra especie en sociedad. Cerca del año 3.000 también aparecieron otras civilizaciones renombradas como la egipcia, la china o la cultura del Indo, sin embargo en Mesopotamia se dieron las circunstancias para que este pueblo fuera el primero en convertirse en el verdadero “pueblo elegido”.

lunes, 16 de enero de 2012

El mito del diluvio

En varios artículos hemos reseñado, reflexionado y comentado sobre la cantidad de veces que la religión judaica copió preceptos, conceptos, mitos, cronologías y principios de religiones anteriores a ella. Está demostrado, para ilustrar con el ejemplo, que la primera religión monoteísta conocida fue la de Akenatón, en el Antiguo Egipto, de donde salió Moisés con la idea.  Demostramos que el mismo asunto del Cristo tiene su antecedentes en la India (con Krishna), en Roma (con Mitra), en Egipto (con Horus); entre otros (http://lapasioncultural.blogspot.com/2010/12/plagio-o-coincidencia.html). Muchos de sus símbolos también fueron copiados. Y hasta el mismo mito del diluvio del que habla el Antiguo Testamento no es original de los judíos.  La antropóloga, arqueóloga e investigadora española de Mundos Antiguos Pilar González-Conde nos lo demuestra en un breve artículo, partiendo de escritos encontrados en tablas sumerias. Me permito recordarles que la primera civilización conocida fue, precisamente, la sumeria. Prometiendo que publicaré un apasionante trabajo de Heródoto el Rojo sobre los sumerios, les dejo el artículo antes citado.
El mito del diluvio universal, difundido con posterioridad a través del Antiguo Testamento (Génesis 6-8), es en realidad un antiguo mito sumerio, conocido en su versión más antigua por una tablilla hallada en Nippur. En ella, los dioses castigan a los «cabezas negras» enviando una catástrofe natural, de la que se salva un hombre, Ziusudra, constructor de una embarcación en la que se refugiarán las diferentes especies animales. El tema está también presente en la literatura asiria, en donde el héroe es Atrahasis. El proceso de reelaboración posterior que sufren algunos mitos sumerios hace que la historia del diluvio se incorpore al poema de Gilgamesh, provocando que éste se entreviste con el supreviviente de la catástrofe.

Los restos de un desastre natural han sido buscados en la baja Mesopotamia, para probar la historicidad del episodio, aunque sin resultados aparentes. Lo cierto es que el diluvio sirvió de referente temporal entre las comunidades sumerias, cuya más antigua historia dinástica se hace entroncar con él. Así por ejemplo, «…después del diluvio, la realeza bajó del cielo por segunda vez a la ciudad de Kish…». El mito transmite la existencia de la ciudad y de la monarquía como procesos anteriores al período en el que los sumerios sitúan el diluvio.



Yo quiero (…) la destrucción de mi raza humana,
para Nintu quiero atajar la destrucción de mis criaturas.
Haré retornar a las gentes a sus establecimientos.
Construirán ciudades en todos los lugares
y haré que su sombra sea apacible.
Colocarán de nuevo los ladrillos de nuestros templos en los santos lugares,
(y) los lugares de nuestras decisiones los restablecerán en los lugares consagrados.
Yo prepararé convenientemente allí el agua santa que apaga el fuego,
completaré las divinas reglas y los sublimes decretos,
la tierra estará regada y estableceré allí la paz.
Después que An, Enlil, Enki y Ninhursag
hubieon creado el (pueblo) de los cabezas negras,
la vegetación se desarrolló, lujuriante, sobre la tierra,
los animales, de todos los tamaños, los cuadrúpedos, fueron colocados como adecuado onamento de las llanuras
[---]
yo quiero tener en cuenta (sus afanosos esfuerzos).
(Después que) el constructor del país hubo fijado los fundamentos,
(cuando el cetro) de la realeza hubo descendido del cielo,
después que la sublime tiara (y) el trono de la realeza hubieron descendido del cielo,
él completó (las divinas reglas y los sublimes destinos).
Fundó (las cinco) ciudades en (lugares puros);
pronunció sus nombres y las designó como centros de culto.
La primera de estas ciudades, Eridú, la dio al jefe Nudimmud,
la segunda, Baltibira, la dio al nugig,
la tercera, Larak, la dio a Pabilsag,
la cuarta, Sippar, la dio al héroe Utu,
la quinta, Shuruppak, la dio a Sud.
Él proclamó los nombres de aquellas ciudades y las designó como centros de culto;
no detuvo el (anual) diluvio, (sino que) excavó la tierra y trajo el agua,
y estableció la limpieza de los pequeños canales y las zanjas de irrigación.
[---]
el diluvio (…)
(…)
así fue convencido (…).
Entonces Nintu lloró (por sus criaturas) como un (…);
la divina Inanna entonó un lamento por su pueblo;
Enki tomó consejo de sí mismo.
An, Enlil, Enki (y) Ninhursag,
los dioses del universo prestaron juramento por los nombres de An y Enlil.
Entonces el rey Ziusudra, el pashishu de (…)
construyó (…).
Humildemente, obediente, con reverencia él (…);
ocupado cada día, constantemente él (…).
Aquello no era un sueño; saliendo y hablando (…),
invocando al cielo (y) al mundo subterráneo, él (…).
En el ki-ur, los dioses, un muro (…).
Ziusudra oyó a su lado,
estando de pie en el lado izquierdo del muro (…):
«Junto al muro, yo te diré una palabra, (escucha) mi palabra,
presta oído a mis instrucciones:
Un diluvio va a inundar todas las moradas, todos los centros de culto,
para destruir la simiente de la Humanidad (…).
(Tal) es la decisión, el decreto de la Asamblea (de los dioses).
(Tal) es la palabra de An, Enlil (y Ninhursag).
(…) la destrucción de la realeza.
Ahora (…)»
[---]
(…)
Todas las tempestades y los vientos se desencadenaron;
(en un mismo instante) el diluvio invadió los centros de culto.
Después que el diluvio hubo barrido la tierra durante siete días y siete noches,
y la enorme barca hubo sido bamboleada sobre las vastas aguas por las tempestades
Utu salió, iluminando el cielo y la tierra.
Ziusudra abrió entonces una ventana de su enorme barca,
y Utu hizo penetrar sus rayos dentro de la gigantesca barca.
El rey Ziusudra
se prosternó (entonces) ante Utu;
el rey le inmoló gran número de bueyes y carneros.
«Invocaréis por el cielo y por la tierra (…)»
An (y) Enlil invocaron por el cielo y por la tierra (…),
e hicieron aparecer los animales que surgieron de la tierra.
El rey Ziusudra
se prosternó ante An (y) Enlil.
An (y) Enlil cuidaron de Ziusudra,
le dieron vida como (la de) un dios,
hicieron descender para él un eterno soplo como (el de ) un dios.
Entonces al rey Ziusudra,
que salvó de la destrucción la simiente de la humanidad en aquel tiempo,
allende los mares, en el Oriente, en Dilmun, (le) hicieron vivir.

miércoles, 11 de enero de 2012

¿Ciertamente el diablo ya no vive aquí?

¡El diablo ya no vive aquí!



No es un estallido intempestivo de odio. No. No lo es. No se trata de los aguijones vengativos de una persona ofendida. De ningún modo la expresión es una declaración de guerra por un amor frustrado. El asunto es, eso sí, que...

¡El diablo ya no vive aquí! 

Tampoco es el resultado de un acontecimiento místico, puesto que rabo y cuernos nada tienen que ver con la trama. Empero...

¡El diablo ya no vive aquí!

No es algo que alguien descubrió una tarde y que ahora tiene el compromiso de decirlo. Sin embargo, admito que...

¡El diablo ya no vive aquí!

Tengo que aceptar que el asunto tiene que ver con el matrimonio. ¿Uno de los tantos míos? Desde luego que no. ¿El de algún familiar desencantado? ¡No! ¿El de unos amigos que casi siempre están a un tris del desastre? Tampoco. "El diablo ya no vive aquí" es el título de mi más reciente creación teatral.





He creído siempre que todo caballero debe tener mala memoria. Dada esa condición de caballero que he aludido, nunca había querido escribir una pieza en la cual el matrimonio fuese el tema central.

Reiteradamente he dicho que no quisiera herir jamás las exquisitas sensibilidades de las féminas amadas ni con pétalos de lavanda, flor de espliego. Algo que, en medio de tantas pasiones, quereres y desamores que transitan del matrimonio a su ruptura, es sometido a complejas tentaciones.

La decisión que hasta esta nueva obra había sostenido, trataba de evitar que se hicieran referencias maliciosas o sacaran de contesto determinadas situaciones que inevitablemente aparecen en obras con el tipo de tema señalado. Persigo con la dramaturgia un bien mayor, que nunca conciliaría con puerilidades vivenciales y mucho menos con querellas domésticas.

No obstante, una noche —preferido momento de escritores y vampiros— me chantajee a mi mismo planteando el razonamiento de que en un profesional de la creación literaria la libertad temática es una condición insoslayable.

¡Ahí mismo surgió la obra, con sus quejas y desamores, con sus recriminaciones y cuestionamientos, con sus denuncias y sus decires; pero también con sus críticas, ironías y buen humor. Todo esto en cuerpos y bocas de Cristina Castillo Espinosa (vendedora) y Mario Ernesto Arias Casado (artista).

Y aunque Arthur Schopenhauer escribió: “El matrimonio es una celada que nos tiende la Naturaleza", la obra no es un grito desgarrado contra el matrimonio. Ni, siquiera, es una denuncia.

Y aunque el genial Michel de Montaigne proclamó que "El mejor matrimonio sería aquel que reuniese a una mujer ciega con un marido sordo", esta obra se niega a confesar las posibles culpas que podría tener en sí misma la institución matrimonial.

Finalizo con una frase que repite unos de los personajes de mi obra: El matrimonio es un procedimiento químico en el cual uno se casa con una media naranja, que termina convirtiéndose en un limón completo.







domingo, 8 de enero de 2012

Entre Maestros leí “Mirándote bailar”

Entre Maestros leí  “Mirándote bailar”

 Tony Raful

Ana Pavlova

 Fue una noche mágica en la casa de Tony Raful. Un grupo muy selecto de artistas fuimos convocados como testigos a la casa del poeta. Luego de los saludos, comentarios generales y copas de vino que el ritual obliga, escuchamos a Raful leer uno de sus... bueno uno de los mejores poemas que conocemos. Era como abrir la caja buena de Pandora, como encontrar el Arca verdadera, como toparse de repente con el tesoro templario (¿acaso en Montecristy?), como descubrir el dichoso manantial de las aguas eternas. Tony descorrió el velo y emergieron entonces miles de danzas... y sus misterios. Los convocados estábamos asortos y encantados... Pero dejemos que el mismo poeta Raful cuente la historia.

Alicia Alonso
Al reiniciar las labores, el diario afán del trabajo y las demandas sociales y humanas de la vida, convoqué una noche de viento frío, a  unos amigos,  todos  Maestros, en el sentido riguroso de sus especialidades,  en la dedicación y el amor al arte, a la expresión máxima de la realización estética y creadora. Los convoqué a una lectura de un texto poético que apenas había terminado de teclear en el ordenador. Yo, que escribo versos como una gratuidad, no como un deber ni un compromiso, que no me gradué de poeta en ningún centro académico, porque la poesía es un acto de profunda fuerza telúrica y espiritual, que los griegos definieron del latín poésis, ocupación trascendente del alma, manifestación de la belleza y el sentimiento, intraducible para seres insensibles y canallas. Yo, que amo la poesía como amo la vida y a mis seres queridos, que la cuido como un fuego votivo, que la he visto desandar mundos y visitar los más alto sueños y utopías del género humano,  que no concibo que el amor pueda ocurrir sin la mediación de sus versos y de sus auras, que la he visto  concretar en la lengua, su maravilla de asombros rimada por los latidos del corazón, escribí un poema de largo aliento que  fue dictado  ante mis ojos atónitos, envuelto en un compás rítmico que llenaba de musicalidad los versos.
Isadora Duncan
Cuando concluí sentí que había salido de un tiempo privilegiado, de una encerrona de duendes o de una cita de fulgores. Le di varias lecturas, lo leí en voz alta.  Es un poema alrededor de una ballerina de ballet que danza. Es el poeta mirando a esa ballerina e insertándose en el mundo de la ballerina. Es el poeta encarrilado en el  lenguaje corporal. Viviendo cada segundo que se alza y proyecta en el alto significado de las formas, la plenitud danzante del arte más hermoso. Es vivir en el poema la música y reproducirla en los versos. 

Es cabalgar en el ritmo interior  de la ballerina y lograr que ese ritmo quede asido a la movilidad poética de la palabra alada. Es como asistir a la creación del mundo nuevamente. No pude detener el claveteo de las imágenes que acudían en tropel, tenían vida propia, se movían a pesar de mí.  ¿De dónde venían ellas?  ¿Era yo, quien las aludía en un plumón de nubes, en una catarsis de metáforas?  “Mirándote bailar” es un ejercicio lúdico que  recrea la galante  promesa del alba infinita.  Llamé a mis amigos, leí  el poema.  Ellos que no son complacientes, que son seres realizados, que tienen un sentido de  la apreciación artística que va más allá de la amistad, de los falsos reconocimientos, de la vanidad sin talento, estaban absortos, yo también. Les dije que estaba tratando de identificar al autor del texto, porque juraba que fui secuestrado en el momento del génesis, que alguien usurpó mi lugar y volcó la templada  expresión lírica en el pentagrama de los versos. Surgió entonces la idea de hacer un acto de puesta en circulación de “Mirándote bailar”, con danzarinas, música de piano, escenografía puntual y exquisita. El Maestro Eduardo Villanueva sería el conductor y amo del poema.
Eduardo Villanueva, Onorio Montás, José Miura, Giovanny Cruz y Dante Cucurullo
Eduardo  lo leería viviendo cada acto musical y poético. El texto en su voz. Dante Cucurulo dirigiría el piano, gravitaría con el dominio de sus notas y el universo mágico de su creatividad tras la danzarina. José Miura, cuidaría el mínimo detalle y colocaría su ingenio en el desfile rumoroso de las escenas, Onorio Montás, precisaría el lente, buscaría fijar de súbito en la imagen el movimiento de la ballerina, la poesía toda. Giovanny Cruz, el semidiós del teatro dominicano, lo dirigiría todo como productor. El espectáculo de puesta en circulación de la obra, ha sido fraguado para un gran público de amantes de la música, la danza y la poesía.  Será una noche de enero o febrero, probablemente en Bellas Artes, en una espléndida sala de luces y bellezas, frente al mar y la luna llena,  tomados de la mano, cantando bajo un firmamento estrellado. “Mirándote bailar” somos todos nosotros, temblando de infinito ante una ballerina que danza. Esa noche desde una butaca yo la miraré bailar y entre Maestros, alcanzaremos el éxtasis en el blancor de su atuendo y en la luz florida de la poesía. 

miércoles, 4 de enero de 2012

La Cultura Apocalítica

La Cultura Apocalíptica
Por Giovanny Cruz


Cuando vemos los canales de televisión especializados en ciencias y culturas, veraces o falsas, nos damos cuenta que el asunto apocalíptico vende bien; aunque requiere de un muy bien montado mercadeo para que los medios de comunicación participen de esa millonaria danza.

Eso que llamamos “asunto apocalíptico”, empero, es legendario. Probablemente se origine con el mismo pitecántropo. La duda que tenemos de nosotros mismos como destino infatigable, como proyecto esencial, es un eco que aún resuena en las cavernas.

No pocos reflexionadores modernos plantean que la misma concepción del origen divino es parte de este comportamiento vivencial que estamos aludiendo. El origen primitivo de la cosmovisión está directamente conectada con esto que exponemos.

Luego, las religiones organizadas fomentaron esas dudas naturales y espontáneas, y las condujeron hacia tendencias apocalípticas mediante el miedo: El Ser no podría pervivir en tiempo sin el concurso divino/ La Divinidad sufre de ira y si se molesta volverá cataclismo. (Recuerden que hubo todo un diluvio.)

Son expresiones que escuchamos cotidianamente decir a los mercadólogos religiosos. Esos que históricamente fomentan el miedo a las distintas divinidades. Lo que es un contrasentido porque en este caso el amor que debemos sentir también hacia ellos sería obligado; dado que esas divinidades, en cualquier momento, podrían decretar el exterminio de la vida en el planeta.

Dos expresiones de repente vienen a mi cerebro. Una es de Borges que afirmaba que el hombre es la única criatura mortal. Todos los otros animales, decía el escritor argentino, son inmortales porque ignoran la muerte. Por supuesto que entendible es la angustia del Ser ante esta verdad insoslayable con categoría destinista.

La otra expresión que interesa es la de Galeano cuando este analiza la definición de isla: “Porción de tierra que esta a rodeado de agua.” Galeano asegura que detrás de esa definición existe una condena en suspenso. Entonces, a punto estamos los isleños de ser tragados por el mar.

Pues bien, ese mismo rol juega la Divinidad sobre toda criatura viviente del universo.

En ese contexto nos condicionan hacia el fatalismo: Este universo nuestro, y la misma vida, es miserable. La recompensa y la eternidad serán obtenidas solamente en la muerte.

Esto le ha dado un resultado formidable a las diferentes religiones y a sus oficiantes. Los simples mortales no podemos con nuestras propias vidas y sus destinos; por lo tanto desde temprano debemos consagrarnos a las divinidades para prepararnos para la otra vida. Claro que tenemos que cuidarnos en la "otra vida” de un pedacito de territorio donde hay ausencia (?) de Dios: el infierno.

Por suerte que hay un número específico de oficiantes que tienen llaves, conjuros y oraciones para comunicarnos con las divinidades. Ellos aseguran estar desde ahora cabildeándonos, para cuando llegue el inevitable cataclismo universal, un puesto de palco en el reino de los cielos.

¡Puro mercadeo!

Pero las religiones tienen, desde hace un poco más de doscientos años, seria competencia. Y las religiones no gustan de los competidores. No me refiero a los ateos como podría pensarse. ¡No! Hablamos de la Ciencia. Desde luego que los cultores de las ciencias modernas fueron perseguidos durante mucho tiempo por los oficiantes religiosos (recuerden a Copérnico y a Galileo).

No obstante, los científicos fueron abriéndose paulatinamente paso y acrecentando su abanico de influencia. Su promesa de libertad y de una vida, sino eterna, bastante parecida, les hizo ganar grandes adeptos en todo el planeta. Aunque no tanto como esperaban.

Como cabría entenderse la mercadotecnia religiosa no podía quedarse de brazos cruzados ante ese nuevo dios bio-físico-químico-mate-cuántico que surgía. La embestida fue brutal: La ciencia no sabe nada de la vida eterna/ El conocimiento no garantiza un puesto en el reino de los cielos/ La vida es corta y la muerte larga, en ella quienes mandan son los dioses/ Los científicos son unos gallitos locos que desorientan/ La única verdad, la única ciencia está ya escrita en los libros sagrados, fuera de ellos nada hay que deba ser leído.

¿Se quedó entonces la Ciencia con los brazos cruzados esperando su aniquilación? No: ¿Quieren Apocalipsis? ¡Pues tendrán Apocalipsis!

Los científicos, aupados por medios masivos de comunicación, descubrieron un día que los pronósticos de catástrofes eran buenos. Nos dan regularmente desde entonces sus singulares Apocalipsis.

Cuando vemos a un PHD en ciencia asegurar en programas especializados que la tierra está a punto (en apenas unos... ¡100 ó 200 millones años!) de desaparecer, que el sol se va a apagar, que en cualquier momento un meteorito nos va a impactar, que una vaina llamado agujero negro nos va a devorar; no nos queda otra salida que sentarnos en la playa a llorar y a esperar la segura muerte cósmica (¿o cómica?) que nos espera en cualquier momento.

Pero estratégicamente nos dan un chin de esperanza: La suerte es que el universo se curva y que hay agujeros de gusanos/ Cuando venga el cataclismo inexorable, podremos montarnos en una alfombra voladora e irnos rápidamente a vivir en otro sitio.

Desde luego que para hacerlo necesitamos pegarnos a los físicos, a los astrónomos y pedir mayor presupuesto para la Nasa.

Las religiones, otra vez, se pusieron en alerta: No es necesario una nave, ni un agujero de gusanos para llegar al cielo. Una oración, y dar el diezmo, es suficiente.

Pero los científicos, dioses en competencia, instieron en que las Nasas son las únicas salidas.

Entonces las religiones se inventaron un Apocalipsis Now: ¡El fin del mundo está cerca!/ ¡Esta vaina se jodió!/ ¡Vengan a la iglesia que la gran nave espiritual está cerca de partir!

Los medios entendieron que era una buena oportunidad para hacer plata (oro, hierro, diamante, etc.) y sacaron debajo de las mangas viejas profecías mayas, a Nostradamus, los babalaos cubanos, los brujos mexicanos, los duendes europeos y hasta los médium criollos.

Confieso que estaba asustado con el seguro Apocalipsis de este año. Imagino que mi miedo no fue tan grande porque nunca me acerqué a alguna iglesia de esas que pululan por ahí. Sin embargo, como todo escorpión que se respete, creí descubrir en mi interior dotes espectaculares de mediumnidad (brujo en el Cibao). Recogí, entonces, una hoja virgen de sábila, 21 clavos dulces, 42 pétalos de rosas rojas, 21 pétalos de copadas, tres puñitos de ajonjolí, mirra en abundancia, cinco hojas de totumo y esencia de arrasa con to. Herví todo eso en una olla de barro y llena de agua lluvia dejada amanecer frente a la luna, desparramé la mitad en un cruce de caminos, me alejé de allí sin volver la cabeza, llegué a mi casa y con la otra mitad me bañé. Luego, invoqué a mis dioses. Llegaron. Me dijeron: ¿Como estás, Gio? —le contesté. Pregunté que si ciertamente estaba llegando ya el anunciado Apocalipsis. Se rieron con sonoras carcajadas y volvieron a su espirituales dominios.

Partiendo de esta trasmutante experiencia hago un vaticinio: ¡No hay nada que vaticinar... carajo!
Pero advierto que nos darán vaticinios y Apocalipsis hasta diciembre. Y mi me tildarán de nihilista.