miércoles, 8 de febrero de 2012

Brevedades e indirectas de un escritor comprometido

Brevedad 1:
Una noche, aún temprano, cerré La Gata (mi ordenador personal) me puse mi uniforme de poeta, apreciado regalo chino de Cecilia García y Segundo Imbert, me fui a mi "oficina" (en el Boga-Boga despacho asuntos literarios y emocionales), conversé con Nasarquin Santana y Onorio Montás sobre Historia Antigua, teatro, literatura, un poquiiiiiiiito de política; tomé un par de copas (realmente fueron más), brindé por la sabiduría de Dante Alighieri, hice que Onorio me tomara una foto, se la envié desde mi BB a Segundo y a Cecilia (dijeron que resultaba curioso un chino criollo entre jamones españoles), regresé a mi casa a escribir. Los escritores, emulando a papá Drácula, extraemos el sumo de la vida y luego de eso escribimos. Y aunque sea en estos medios... publicamos.

Indirecta 1:
Dante Alighieri escribió: "El vino siembra poesía en los corazones." Esa es una verdad incuestionada. Desde que me llegó esta expresión de Dante la celebro y procuro hacerle caso. Pero debo decir que como todo escritor que se respete soy bohemio y vampiro: sólo ataco de noche.

Brevedad 2:
El siquiatra y escritor Segundo Imbert me ha enviado la siguiente nota:
Anoche terminé tu libro de cuentos y lo disfruté muchísimo. Es increíble como la vida de nuestros pueblos provincianos es tan parecida. La diferencia entre Puerto Plata y Nagua parece que es únicamente el vudú, que aunque se practicaba en los campos, y muy en privado en el pueblo, no era tan popular como en Nagua. Los San Andrés Puertoplateños eran igualmente intensos; el pueblo se paralizaba y en la noche se hacia el “baile blanco”. Eso se ha perdido completamente.
Disfruté las leyendas, aprendí de los indios y de las “divisiones” y disfruté enormemente recordando a Vargas Vila, los rosacruces y otros cursos por correspondencia (Charles Atlas, por ejemplo) que llegaban a las manos de los muchachos curiosos de la época.
Me gustaron mucho, pero el prologo y el cuento de la China puede que sean mis preferidos.  Los cueros en los pueblos eran tan indispensables como los curas, los bomberos, los colmados y los policías. Algún día los varones deberán hacerle un monumento a los cueros en bronce y mostrando una palangana y un jaboncito de cuaba.
En fin que me ha gustado y te agradezco que me lo enviaras.
Un abrazo

Indirecta 2:
La prudencia y la modestia (la mayoría de las veces ésta última sólo es falacia de conmiseración)  me obligan a decirles que estoy ruborizado, cuando realmente estoy fascinado con la nota del doctor Segundo Imbert.

Brevedad 3:
No se estudia ser Escritor. No se nace siendo Escritor. Se decide ser Escritor. Por supuesto que esa decisión entraña una voluntad, un señalado propósito, un plan y un proyecto. No es suficiente desearlo para ser Escritor. Hay que “ponerse en eso, amigo” suele decir a todos el joven a quien le compro frutas  y vegetales en el mercado de la Feria  Ganadera. Ponerse en eso es estudiar para dominar las herramientas de la escritura. Un mecánico no podría arreglar un motor si no conoce todas sus piezas. Nadie podría hacer cirugías si no ha estudiado la anatomía humana. Imposible imaginar a un químico que no entienda de uniones covalentes. Lo fundamental del Escritor siempre será la Idea; pero el instrumento principal del escritor es la palabra escrita. Por lo tanto tiene que dominarla. No pretendo que los escritores sean, necesariamente, técnicos gramaticales. No. Pero que si dominen la gramática.

Indirecta 3:
Recientemente me comentó Carlos Esteban Deive que una persona aspirante a escritora le llevó una novela para que le corrigiera el estilo. (A mi me parece abusivo pedirle eso gratuitamente a otro escritor). El bondadoso y comprometido Deive leyó el adefesio. Comunicó a la intrusa que no podía hacer el trabajo, como favor solicitado, porque eran tan horrendas las faltas ortográficas que tendría él que reescribirle la novela. Deive, con paciencia espartana, se limitó a corregir la deficiente gramática de la narración de marras. La cultura y la ilustración son esenciales para un Escritor. Debemos leer mucho antes de escribir. Tenemos que leer mucho durante y después del proceso.


Brevedad 4:

Mario Vargas Llosa: «Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias. »



Efectivamente escribo como desquite, por una imperiosa necesidad de llenar mis vacíos. Hay personas que sufren de una singular anomalía: producen tanta sangre que deben ser drenado para sacar parte de ella de sus cuerpos. El Escritor saca todos esos vocablos que ya no le caben en su cerebro. Partiendo de esta axioma coligamos, entonces, que hay en todo proceso escritural una alta dosis de dolor.
Cortázar en una ocasión dijo que escribir es sacar una palabra de paseo. Si es así, entonces, hay también una lúdica en el proceso escritural.
¿Lúdica? ¿Dolor? La unión covalente de esos dos elementos da una intrincada molécula que se llama masoquismo.


Indirecta 4:
En una ocasión el gran escritor Tony Raful publicó en el Listín Diario un crítica sobre una pieza teatral mía. La elaborada crítica de Raful era muy favorable a la pieza. Tanto que alguien me comentó, imagino que con intención de que yo, a la vez, se lo comentara a Raful, que deseaba que ese poeta e intelectual le escribiera algo semejante. Respondí, luego de varios minutos reflexionando: Hay dos cosas que un Artista jamás debe pedir: aplausos al publico y alabanzas a los críticos. Esas cosas no se suplican, se conquistan. Por supuesto que hay mucha gente que pide ambos asuntos... Y algunos hasta los compran.

Brevedad 5:

Los intelectuales Mateo Morrison, Tony Raful, José Rafael Lantigua,Osiris Madera, Odalís Pérez, Manuel García Cartagena y Segundo Imbert  dicen estar impactado con mi libro “Los cuentos del Otro”. Todos preparan artículos, o tesis, de mis cuentos. El 24, 25 y 26 se realizará en el país el Foro Internacional de la Crítica. García Cartagena fue invitado a leer una ponencia, probablemente la más trascendente de las ponencias dominicanas. Pues resulta, les cuento, que él decidió que su ponencia fuese su visión crítica de mi libro de relatos. Adelanto unas disculpas porque el orgullo amenaza con romper en dos los huesos, las carnes y la piel de mi pecho.

Indirecta 5:

Sé de gente que está ya celebrando y aplaudiendo. Sé de gente que ya está frunciendo el ceño y apagando de rabia desbordada su ordenador personal. ¿Fiat luz? En una próxima entrega.


Alfonso Reyes: «Quieren que la literatura sea una cabal explicitación, y, por mi parte, no distingo entre mi vida y mis letras. ¿No dijo Goethe: Todas mis obras son fragmentos de una confesión general?»