lunes, 9 de agosto de 2010

¿Suicidio de Narcisazo? Jum...


En estos días ha estado apareciendo en el Listín Diario, luego de emplazamiento y todo (¿todo es presión por comisión?) la temeraria versión del amigo Jimmy Sierra sobre la supuesta intención, y hasta realización, suicida de mi ex profesor Narciso González. La finalidad del alegado y posible suicidio, siempre en versión de Sierra, se habría llevado a cabo para fastidiar a Balaguer y a su gobierno, en el cual casi todos eran diablitos.

Como sabrán soy dramaturgo. Y en tal condición debo ser creativo con las tramas de mis piezas y guiones. Pero del suicidio de Narcisazo es el colmo de la inventiva. 

Confieso que hasta ahora no había leído un argumento de alguna obra teatral más descabellado que este. Tampoco he visto una película con tan deficiente argumento.

Sabía que al teórico Jimmy le gusta escribir de vez en cuando guiones y hasta piezas dramáticas. Pero no sabía que tenía tanto talento para el sainete, aunque no depura aún muy bien el gusto.

La versión suicida le cae como anillo al dedo a varias nefastas figuras del balaguerato (que ya manifiestan su simpatía con la idea y deben haber contratado colmadones para festejar la ocurrencia de Sierra), saca de un aprieto comprometido al actual gobierno y pone en cuestionamoentos los principios que todos conocemos del desaparecido profesor González

Todo esto ocurre, desde luego, en un momento en que prestigiosas instituciones internacionales se prestan a tomar carta en el asunto y hasta a exigir al actual gobierno una investigación seria sobre la "desaparición" de Narciso.

Como, según Iván García, al mejor cazador se le va una vaca, Sierra no pensó (quizás, quizás) que de su versión resultar cierta habrá que investigar a mucha gente (tal vez hasta al mismo Sierra) por posible complicidades en el ahora alegado suicidio. Sería imposible que el doctor Narciso González hubiese podido suicidarse y enterrarse él mismo en algún recóndito lugar. Tan recóndito que nadie aún ha podido determinar.

Cabría suponer, entonces, que Narciso fue ayudado en su empresa. Claro que lo habrían hecho personas que también, como se desprende de las declaraciones de Sierra, odiaban a Balaguer y de cuestionables escrúpulos.

Por otro lado resultaron, según Sierra, disparates formidables las versiones, hasta ahora  más o menos oficiales, de que Narciso habría irritado (igual que el asesinado Orlando Martínez) a los más altos estamentos del balaguerarto, que fue visto en un auto público, que había comparado un boleto para jugar caballos, que lo llevaron detenido a la base aérea de San Isidro, que allí fue torturado, que luego intentaron llevárselo al entonces Jefe de la Policía (el cual supuestamente se negó a recibirlo y hasta alertó al Secretario de las Fuerzas Armadas para que tampoco diera cabida al profesor torturado y casi agonizante. 

La versión de Sierra enfría todas las anteriores. ¿Ese era el propósito?Pero abre un abanico de conjeturas y preocupaciones. Porque ¿quiénes habrían sido los que asistieron al suicida en el acto? ¿conoce Sierra a esa gente? ¿él fue uno de ellos? ¿por qué tardó tanto en publicarse la secreta  página el blanco de Sierra? ¿cuánto más debemos esperar para conocer la verdad absoluta del asunto Narcisazo?

Porque si de algo está el suscrito convencido es que habrá una segunda parte de la mala película de Sierra.

Una cosa me angustia: ¡Nunca segunda parte fueron buenas!

Una última pregunta: ¿Qué hacer con el siguiente dato: El 26 de mayo de 1994 desapareció el periodista dominicano Narciso González (Narcisazo) por querer ser voz de los que no tienen voz?

 ¡Jum!