sábado, 28 de marzo de 2020

En el Día Internacional de Teatro

En el Día Internacional de Teatro
Por Giovanny Cruz Durán.




Se comenzó a representar en el planeta cuando el proyecto humano, antes del pitecantropus erectus, descubre en la planicie algo que trae con un rito a la caverna; con el rito de la Vida y la Muerte: perennes tema y debate de la escena. La escena efímera de un Arte que el esteta francés Jean Doat define como “Síntesis de artes que exige un Arte de la síntesis”. Y en conclusión eso resultamos ser: una conjunción de las verdades de todas las artes convocadas.

Mientras, Edgar Alan Poe lo conceptualiza como “Organización del caos”, tratando de explicar su cercanía genética con las divinidades. Divinidades que tomaron prestado nuestro principio de Acción para desde allí construir el Verbo.

Este arte que se organiza cuando se hace cómplice del Mito, cuando crece en la noche hacia lo apolíneo y lo dionisíaco; es decir... hacia el sueño y embriaguez de que nos habla Nietzsche.

¡Si... de ahí venimos! Del precepto figurativo de uno y la transformación obligada del otro. Dionisio y Apolo, Apolo y Dionisio equilibrando el nacimiento, el porvenir y la permanencia eterna del actor. Porque si de algo está el terrenal Universo convencido es que el teatro jamás perecerá... persecula seculorum.

¡Si... esos somos esencialmente! Transformaciones del rito, continente para el grito, mito que se agiganta en la poesía, la palabra lúdica hecha carne, el movimiento que nos legó la metafísica del Cosmos, la luz conformada por las llamas, el primer asombro del hombre en la caverna, la reflexión inicial ante la muerte; una idea articulada y que, mediante juegos, palabras, gestos y maquillaje; trataba de encontrar la magia que aseguraba la vida primitiva y daba oportunidad de trascender a las aspiraciones que llegaron con lo Humano.

La gente de teatro nacemos de esa soñada redención que bautizamos como Katarsis. Nacemos en las fiestas de la carne y del espíritu; con su música, flores, frutas, vino, caracoles y guirnaldas. La transformación lograda entonces, resultó tan proteica que requerimos de máscaras, túnicas y coturnos para que esta fuera aún más absoluta.

Un antepasado directo (Tespis) se montó hace un montón de años en una carreta para recorrer los caminos de Grecia. Luego, otros tres (Esquilo, Sófocles y Euripides) se excusaron en Dionisios para teatralizar el juego.

Aquí, antepasados locales retomaron la carreta y propagaron Teatro por doquier; Jesús Lizán, Lucía Castillo, Marino Hoepelman, Niní Germán, Salvador Pérez Martínez, Rafael Villalona, Pepito Guerra, Margarita Vaquero, Ángel Haché, Monina Solá, Delta Soto, María Cristina Camilo, Iván García; entre muchos otros.

Su llama permanece en las manos de Karina Noble, Claudio Rivera, Carlota Carretero, Lidia Ariza, Mario Lebrón, María Castillo, Amauris Pérez, Elvira Taveras, Carlos Espinal, Ana Hilda García, Josué Guerrero, Fiora Cruz, Wilson Ureña, Cecilia García, Ernesto Báez, Xiomara Rodríguez, Richard Douglas, Amarilis Rodríguez, Yorlla Castillo, Teo Terrero, Giamilka Román, Exmin Carvajal, Carolina Becker, Johnnié Mercedes, Clara Luz Lozano, Judith Rodríguez, Arturo López, Viena González, Augusto Feria, Jorge Santiago, Laura Lebrón, Pepe Sierra, Gianny Paulino, Richardson Díaz, Nileny Dipton, Gerardo -El Cuervo- Mercedes, Yanela Hernández, Juancito Rodríguez, Cindy Galán, Francis Cruz, Ruth Alfonsina, Juan María Almonte, Milagros Martínez, Manuel Raposo, Olga Bucarelly, Juan Carlos Mañón, Karla Hatton, Miguel Bucarelly, Manuel Chapuseaux, Niurka Mota, Manuel Herrera, Karina Valdez, Juan Núñez, Lillyanna Díaz, Vicente Santos; entre cientos más a quienes profeso devota admiración.


El Teatro es una verdad en sí misma. Nuestro particular mundo tiene sus leyes y verdades. La Vida y la Muerte (el punto de partida) son absolutamente reales en los códigos de nuestro arte. Igual lo es la eternidad que proclamamos.

—¡Hacedores de Teatro, no se marchen nunca! Que a ustedes, sólo a ustedes, jamás les caiga el… ¡Telón!

miércoles, 18 de marzo de 2020

Creatividad, arte y cultura en tiempo de coronavirus

Creatividad, arte  y cultura en tiempo de coronavirus
Por Giovanny Cruz Durán.


Por supuesto que el gran tema de hoy es la declarada pandemia del coronavirus. En mi condición de hombre que práctica la Ciencia y la Cultura, por supuesto que he investigado bastante sobre este asunto. Imagino que igual han hecho muchos de mis lectores. No es para menos.

Siempre recomiendo sólo hacer caso a los informes oficiales. Incluso a aquellos temas tratados por supuestos especialistas, lo mejor es tomarlos con pinzas y leerlos con lupas. Ocurre que no pocos profesionales de diferentes áreas del Conocimiento, procurando sus quince minutos de gloria, tienden a decir soberbios disparates.

He respaldado las medidas de aislamiento que se han estado implementado en casi todos los países del planeta, entre estos el nuestro.

No crean que se trata de medidas inventadas en la desesperación. Claro que no. 
¿Por qué quince días? Según lo que me han explicado diferentes y confiables especialistas, el virus llega a su pico de propagación en unas dos semanas. Si no encuentra la manera de propagarse desaparecería en ese lapso de tiempo.

Desde luego que para lograr el aislamiento tiene que haber una estrategia regional común. Por eso, el presidente Medina, con quien políticamente no comulgo en estos momentos, coordinó correctamente acciones con sus homólogos de la Región del Caribe.

En nuestro país, contrario a lo que cierta prensa europea ha dicho, es minúscula la incidencia del virus de moda. Apenas veinte casos y dos muertes. El contagio local ha sido solamente uno. El escaso virus que nos ha llegado ha sido de turistas de Europa. Por eso la importancia de prohibir cerrar la frontera. Lo que entraña un tremendo sacrifico para un país cuya mayor fuente de divisa es el turismo. 

Sin embargo, nuestras autoridades han entendido que perderíamos muchos más si se tornase calamitosa la salud del gran conglomerado.

Es muy importante entender que las medidas anunciadas serán efectivas si nosotros, en nuestra condición de ciudadanos, ponemos de nuestra parte. Nunca hacer como la señora que llegó de Italia con el virus, se fue a su casa y hasta anduvo en colmados comprando bebidas. Eso fue una tremenda irresponsabilidad que no debería ser perdonada. La salud de todo un país es algo muy serio.

El coronavirus obliga a uno a aislarse. Esto es muy importante en la guerra que debemos librar para aniquilarlo. Hay que cortar la cadena de transmisión inmediatamente. 

Pero, como vamos a tener que hacer vida en nuestras respectivas casas, debemos buscar cosas que hacer para no volvernos locos en los próximos quince días.

Varios medios de comunicación han estado recomendando actividades para esta obligatoria cuarentena. Particularmente recomiendo, desde luego, ver películas y leer libros de calidad. No obstante, como dentro de la reclusión esto podría hartarnos, entonces explorar actividades en la cocina es muy conveniente. Exploren la actitud escritural que puedan tener. Mi experiencia indica que las personas tienen más actitudes para escribir de lo que podrían sospechar. Les recuerdo que ser escritor no se estudia. Simplemente se hace.

La creatividad artística ya se está manifestando. Cantantes, actores y bailarines han anunciado que harán actividades desde sus casas. ¡Perfecto!

Hablar por teléfono con allegados siempre es un buen recurso. Sobre todo en estos tiempos en los cuales las videollamadas son tan efectivas. Las Redes Sociales pueden ser de lo más entretenidas.

La reflexión es otros de los recursos de los cuales dispondremos.

Hay muchos otros. Uno de ellos es, si aún podemos, actividad amatoria. El sexo es siempre de lo más encantador en situaciones como las presentes. Por supuesto que si lo van a practicar aconsejo, para lograr la perfecta intimidad, en tu casa primero correr el…

¡Telón!

lunes, 2 de marzo de 2020

¿Quién es dramaturgo, quién guionista?

¿Quién es dramaturgo, quién guionista?
Por Giovanny Cruz Durán

William Shakespeare y Charles Chaplin
El colega escritor y amigo Andrés Acevedo me ha hecho una pregunta interesante. Lo es, porque me permite una reflexión.

       Maestro Giovanny Cruz, ¿Carlota Carretero, además de excelente
actriz, es también dramaturga? Espero su respuesta. Muchas
gracias, buen día.

No es simple la respuesta, pero concluyo que no lo es aunque le reconozco formación, cultura y actitud para serlo.

La Carretero, que también es buena directora, escribió un tanto en creación libre, un texto teatral que terminó de construirse en el escenario y hasta ha realizado algunas adaptaciones; pero dramaturga propiamente dicho todavía no lo es.

Tengo que precisar, no obstante, que dentro de la actividad teatral existen dos diferentes textos escénicos: el Texto Literario y el Texto Dramático.

El primero es aquel que escribe alguien como libreto teatral. El segundo es el que resulta con la puesta en escena de ese texto. De alguna manera, entonces, un director teatral con vocación y formación hace trabajos dramatúrgicos con sus distintas puestas en escena. Por eso algunos le han llamado Dramaturgo de la Escena.

En un sinnúmero de países se le llama dramaturgo cinematográfico al guionista de cine profesional. Me inclino a aceptar como bueno y válido el calificativo, dado que su trabajo es muy similar al del dramaturgo del teatro.

Probablemente a muchos sorprenda que un guion de cine bien escrito no debe contender indicaciones técnicas. Estas serán el resultado de las elaboraciones cinematográficas de directores y productores. Más aún: lo recomendable es que las escenas contenidas en un guion, parezcan que han sido observadas por el escritor por una ventana abierta. El dramaturgo cinematográfico debe poner en el papel (ahora habría que decir “en la pantalla de su ordenador personal”) sólo lo que ha mirado detrás de esa imaginaria ventana y olvidarse del trabajo que hará la cámara.

Bertolt Brecht y Stanley Kubrick
Soy bastante comedido, muuuuy comedido, al llamar dramaturgo y guionista a otros que han escrito una o dos piezas teatrales y guiones. Hasta estoy dispuesto a aceptar llamarlos escritores amateurs; pero no guionistas o dramaturgos. Serlo presupone constancia, nivel de calidad comprobado y realizaciones en escenarios y pantallas.

Para ser un profesional en cualquier rama del saber no es suficiente, siquiera, haber salido graduado del aula. Cuando nos graduamos de médicos, comunicadores, arquitectos, abogados o actores; lo que nos están indicando es que estamos listos para convertirnos en tales. La conformación vendrá en el campo de la práctica.

Por supuesto que he escuchado y leído llamar dramaturgos a muchos directores teatrales, algo que a ellos no luce molestarle. Claro.

Igual veo llamar actor y actriz, sin serlo, a gente que sube a escenarios o aparece en pantalla. Y eso es como llamar artista al que sólo es artesano o llamar médico a un curandero.

Como estoy seguro que escucharé ahora bastante bulla y hasta imprecaciones, para no ser herido por estas, cerraré en mi casa antes que inmediatamente el…

¡Telón!