domingo, 23 de julio de 2017

“Big Little Lies”: televisión de calidad en HBO

“Big Little Lies”; televisión de calidad en HBO
Por Giovanny Cruz Durán.


 Probablemente apabullada por la presencia espectacular en la llamada pantalla chica de “Game of Throne”, para muchos ha pasado desapercibida la extraordinaria serie, también de HBO, “Big Little Lies” (Pequeñas grandes mentiras). Una clara demostración de que en estos momentos la Televisión ya no está solicitando permiso al Cine para insertarse con fuerza en los cánones del buen Arte.

Sin dudas que la gran garantía artística en Big Little Lies”, está constituida por las magníficas actuaciones de Nicole Kidman, Shailene Woodley, Reese Witherspoon y Laura Dern. Y las no menos impactantes caracterizaciones de Zoé Kraviz, Alexander Shasgard (excelente en su rol de marido abusador), Adam Scott, Katrhyn Newton, James Tuper, Santiago Cabrera, Joseph Cross y hasta la del niño (al suscrito pocas actuaciones de infantes les parecen realmente buenas en el rigor profesional) Lain Armitage, como Ziggy. Todos conducidos por las expertas manos direccionales de Jean-Marc Vallée, con un guion muy bien llevado por David E. Kelley.

El punto de partida de la trama, con un estilo llamado ahora comedia dramática oscura, nos llega con un estigma: está basado en un best seller (justamente definido en mi presencia por Vargas Llosa como… “libros para los cuales no debemos esforzar mucho el cerebro para leerlos”) de Liane Moriarty. No obstante, el tratamiento cinematográfico y su adaptación nos hacen llegar un buen producto, definitivamente superior al libro original.

Aunque el artista no tiene que ser “mensajero” de nada ni de nadie, en este caso hasta el tratamiento temático nos resulta aleccionador. Estoy seguro de que no pocas mujeres se sentirán reivindicadas, o al menos reflejadas, al ver esta serie de siete intensos e inteligentes capítulos.

Las cuatro actrices principales de la serie luce que se tomaron muy en serio sus respectivos trabajos de construcción de personajes. Las he visto en otras muy bien llevadas actuaciones; pero en estas, logran desconectarse absolutamente y presentarnos productos de otra muy distinta factura actoral.

Un detalle a resaltar, es que en “Big Litlle Lies” no juegan al maniqueísmo, tan usual en la televisión norteamericana. Para nada. Con los arquetipos de las mujeres de esta historia, y realmente ellas llevan la voz fuerte de la serie, los realizadores no han hecho concesiones. Ninguna, francamente, es heroína. Ellas, en su dialéctica, son contradictorias, no lineales y casi anti heroínas. Cuando un maestro actoral ve actuaciones como estas, sabe que en el proceso creativo las actrices y actores, estéticamente, se han divertido.

El argumento, y desde luego que no seré tan necio para abundar más de la cuenta en sus detalles, es la historia principal de tres mujeres: Madeline Mackenzie, Celeste Wright y Jane Chapman.

Madeleine (Reese Witherspoon) es una mujer fuerte, divertida y apasionada; de esas que no dejan pasar una y que convierten su existencia en una lucha feroz por lo que ellas interpretan como justo. De aplauso para el guionista es la tirante relación del personaje con su hija mayor (Katrhyn Newton). La hiperactividad del personaje y su absolutismo desbordado, casi insoportable, lo convierten en lo que llamo... un personaje con garras. Son esos que dan al actor o actriz la tremenda oportunidad de lucirse. Es el caso.

Celeste (Nicole Kidman) es una mujer hermosa, inteligente y con un matrimonio perfecto… aparentemente. Pero cuando la cámara entra en su intimidad, descubre extraños comportamientos sexuales (con desnudos incluidos) y abusos infligidos por el esposo, que ambos intentan ocultar. Me parece que la Kidman rompe en esta actuación con una tendencia que le habíamos observado en sus últimas interpretaciones y se aleja de cierta frialdad académica.
Si los amigos lectores, que como tales son cómplices de este artista y escritor, se comprometen a no divulgarlo por ahí, me atrevería a confesar que su actuación es la mejor de toda la serie; sin que esto demerite, en ningún sentido, las demás interpretaciones.

La tercera sub historia dibuja a Jane (Shailene Woodley), una madre soltera, joven y de una clase económica y social muy diferente a la de las dos primeras; con un hijo producto de una terrible experiencia sexual, la cual nos es contacta en efectivos flashbacks que, en este caso, no rompen el ritmo cinematográfico, como suele suceder tantas veces en el Cine universal. La Woodley tiene el personaje emocional e interiormente más intenso. En el desarrollo parecen querer inducirnos a pensar en un desenlace en el cual ella cometerá la acción criminal fundamental de la serie. Sólo en los minutos finales sabremos cuál ha sido el verdadero asunto.

En la original trama de la serie sabemos desde el principio que se ha cometido un crimen. Pero no sabremos hasta el muy original desenlace, quién ha sido el asesinado, como tampoco quién o quiénes lo han ejecutado. Esto constituye un buen recurso, porque como espectadores tendremos que esperar hasta el final, nada de manual, para enterarnos de lo acontecido y las circunstancias que determinaron los hechos fundamentales.


El manejo de los llamados puntos de giros o hechos fundamentales, es extraordinario. Por eso el suspenso y las expectativas jamás decaen en el desarrollo argumental o línea ininterrumpida.

Estando en el Festival Internacional de Cannes de este año, fui testigo de la polémica desatada allá por el presidente del jurado, Pedro Almodóvar, al declarar (en un mensaje muy directo a Netflix) de que no premiaría una película cuyo destino no hubiese claramente sido la gran pantalla. Me parece que la tendencia de la televisión de estos tiempos, apuntala a que tendremos que revisar muchas antiguas teorías y prejuicios. Me confieso en ese grupo. "Big Little Lies", argumenta bien en ese sentido.

Empero, mientras tanto y por si acaso, me he comprado una pantalla gigante para ver… ¿televisión? como si fuera Cine. Así he logrado disfrutar y aplaudir “Big Little Lies”. Pero, y antes de que Almodóvar llame a mi teléfono móvil para tardíamente abochornarme por lo que acabo de escribir, pediré que…

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