El chisme de las musas:
¿eran tres, cuatro, siete, nueve o diez?
El término “musa” proviene
del griego antiguo μοῦσαι (mousai). Los primeros aportes a su leyenda nos los da el historiador griego Pausanias.
Originalmente
era tres:
Ciertamente los griegos nos
hablan, primero, de tres musas: Meletea, de la meditación; Mnemea, de la
memoria y Aedea, del canto.
En Delfos
eran otras:
En Delfos originalmente
también eran tres; pero sus nombres coinciden con las cuerdas de la lira de
Orfeo: Nete, Mese e Hípate.
También fueron nombradas como: Cefiso,
Apolonis y Boristenis.
Siete musas:
Luego, algunos escritores
griegos comienzan a hablar de siete musas o ninfas, ya que habitaban en las fuentes: Neilo,
Tritone, Asopo,
Heptapora, Achelois, Tipoplo
y Rhodia.
Cuatro musas
hijas de Zeuz y Plusia:
Se supone que estas cuatro
eran: Telxinoe, Aede, Arje
y Meletea.
¿Finalmente
nueve?
Luego establecen que las musas eran
nueve diosas menores, hijas de Zeuz y Mnemósine (diosa de la memoria.), que
tenían a cargo amenizar con sus cantos y danzas los banquetes de los dioses del
Olimpo; dirigidas por Apolo (dios del fuego solar y de la belleza, de las artes
plásticas, la música y la poesía), cerca de las fuentes del Parnaso. Algunas
veces descendían a la Tierra y actúan de mediadoras entre lo divino y lo
humano, proporcionando inspiración a los artistas.
Homero, efectivamente, cita
este número, pero nunca mencionó sus nombres. El primero en nombrar a las nueve
fue Hesíodo:
Calíope (Καλλιόπη), la
de la bella voz:
Musa de la elocuencia y de la
poesía épica. Sus diferentes representaciones
artísticas son una corona de laureles, un libro, una tablilla, un estilete y una
trompeta.
artísticas son una corona de laureles, un libro, una tablilla, un estilete y una
trompeta.
Clío (Κλειώ), la
que celebra:
Es la musa de la historia. Sus
diferentes representaciones artísticas son una
corona de laureles, un libro o un pergamino, una tablilla, un estilete y un cisne.
corona de laureles, un libro o un pergamino, una tablilla, un estilete y un cisne.
Erato (Ἐρατώ), la
amorosa:
Es la musa del arte lírico de la
elegía. Sus representaciones artísticas con una lira,
una viola y un cisne.
una viola y un cisne.
Euterpe (Ευτέρπη), la del
deleite:
fascina con el hechizo de la Música
a hombres y animales, musa de la música
Melpómene (Μελπομένη), la
del cantar:
habla del sufrimiento y de la
muerte, temas fundamentales del Teatro de la Tragedia.
Polimnia (Πολυμνία), la
de muchos himnos:
inspira a los poetas que se
acompañan de la lira y preside la Poesía Lírica.
Talía (θάλλεω), la
del florecer:
se burla de todas las cosas, es la
musa de la Comedia.
Terpsícore (Τερψιχόρη), la
del deleite de la danza:
se consagra a los ritmos de la
Danza.
Urania (Ουρανία), la
celestial:
es la musa de la Astronomía, canta
la armonía de los astros.
El museo era
originariamente el templo de las musas, que se alzaba sobre una de las colinas
de Atenas. El término música designaba en un principio al conjunto de
las artes presididas por las musas.
Algunos escritores griegos clásicos colocaron a la poeta Safo de Lesbos como la décima musa. Pero ésto fue, más que otra casa, un reconocimiento a sus inmensos talentos, belleza y aportes literarios. Safo llegó a ser colocada entre los Nueve Poetas Líricos Griegos. Se acepta que Safo y Alceo fueron los más destacados poetas líricos de la Grecia Clásica.
En mi sueño cerca se me aparece
tu graciosa imagen, sagrada Hera,
la que los ilustres reyes Atridas
vieron con ruegos;
pues llegado el fin de la empresa de Ares,
junto al Escamandro voraginoso,
no pudieron ir desde aquí sus naves
hasta su casa
sin hacer ofrendas a ti y a Zeus
y al amable dios que engendró Tiona.
Sacrificios puros te ofrece el pueblo
hoy como entonces:
las doncellas traen un hermoso peplo
y a tu altar se agrupa junto con ellas
la apretada fila de las mujeres...
¡Telón!
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