lunes, 26 de octubre de 2009

Humor con Pasión


En el mundo del teatro

UNO:
Una pregunta tonta: ¿Por qué los actores se desviven para ser reconocidos y cuando lo logran se ocultan tras unas gafas?

DOS:

Ayer me hicieron un propuesta insólita. Se me acercó Exmin Carvajal para contratarme como director de una obra de teatro. Me comentó que la escenografía sería algo simple. Solamente habría en el escenario un gran cartel con dos hombres tomados de la mano. ¡Raro!- Le dije a Exmín. -No tanto- Me respondió. -Lo que pasa es que la obra se llama "Portergeis"-
TRES:

El domingo 25 de octubre, luego de la presetación de "Orquesta de Señoritas" fui con el actor Víctor Pinales, la actriz Karina Noble y el comunicador Onorio Montás al Boga-Boga a tomar unas cuantas "frías". Karina contó que había hecho el casting para un anuncio donde ocurrió algo francamente notorio: Un actor nuestro, de indiscutida calidad, rechazó trabajar el en un comercial (de Pepsi) porque él era fiel... a la coca.

CUATRO:

En el libro Guines los Directores de Teatro aparemos con un record nada envidiable: Somos los seres humanos cuyos corazones son más apreciados para trasplantes. ¿La razón? Porque tienen poco o ningún tiempo de uso.


CINCO:
Hay un actor muy conocido en teatro dominicano (Asegura que él es tan bueno que hay que decirle el Emperador de nuestro teatro) que te recibe generalmente con una grosería, seas hombre o mujer, Los chistes que hace son de muy mal gusto siempre. No le importa si hay una dama educada para hacer una de sus "cosas". Pues resulta que hace unos días, me contó Germana Quintana, que este actor fue al teatro "La Máscara" a saludar y se cayó estrepitosamente cuando intentaba subir al escenario. Lidia Ariza, herida gravemente por la risa, preguntó: ¿Emperador, esta es la Caída del Imperrio Marrano?

SEIS:

¡Las cosas de Basilio Nova! Este artista prácticamente me obligó a ir a ver una otra de Teatro Grupal. Empezó la obra... que apenas duró unos minutos. En escena apareció el actor Ernesto Báez, se sonó la nariz y murió frente a todos los espectadores. Entró, entonces, el actor Amaury Pérez, miró a los espectadores, se sonó la nariz y cayó muerto en el escenario. Finalmente entró el actor Vicente Santos, se miró a si mismo, sonó también su nariz y murió sobre el escenario. ¡Fin de la obra! ¡Todos aplaudieron el trabajo hasta el delirio! Yo no. Cuando salimos de allí fui con Basilio al Mesón de Bari procurando una necesaria copa de vino. Entonces pregunté: ¿Qué es esto que acabamos de ver? Basilio respondió seriamente: "Los Sonetos de muerte".

SIETE:






Conozco muy bien al actor y director teatral Carlos Espinal; pero no sabía que él era, también dramaturgo. Me enteré esta mañana de eso. Después de disculparse por dejarnos plantados anoche, me contó que escribió, dirigió, produjo y presentó una obra donde Carlota Carretero y María Castillo vestidas de monjas aparecen en una escena jugando a las cartas. En una segunda escena las que aparecen, vestidas de mojas y jugando a las cartas, son Karina Noble y Olga Bucarelly. Luego, en una concluyente tercera escena, aparecen vestidas también de monjas y jugando a las cartas Elvira Taveras y Viena González.
¡Qué elenco! ¿verdad? Pero lo sorprendente realmente era el título de la obra: "¡Partida de madre!"

OCHO:

Pasión Cultural es, entre tantas cosas, un medio para difundir y promover las actividades escénicas del país. En ese sentido les brindo una primicia: Mario Lebrón y Teo Terrero (Los mismos del "Método...") producirán una obra cuyo protagonista será Fausto Mata. En la fotografía que utilizarán para promoverla aparece Fausto, con sus orejotas y cargando un recién nacido. Les pregunté por qué eligieron esa foto. -El título del evento teatral nos obliga- Respondieron en coro: "El Retoño del Jedy"

NUEVE:
Esto ocurrió hace ya unos años: Un actor llamo a la oficina del Teatro de Bellas Artes y pidió hablar con el Director.
- "Lo siento, el Director acaba de morir", le respondió la secretaria.
 El actor volvió a llamar 25 veces más, obteniendo siempre la misma respuesta de la secretaria. Al final ella, un poco molesta, le preguntó por qué seguía llamando si ya le había dado la fatal noticia.
 -"Porque me gusta oírla", contestó.