lunes, 27 de septiembre de 2010

Pensadores


Nota: Los seres humanos se dedican a diferentes oficios o actividades. Al deporte, a los vicios, al arte, a odiar, a amar, a envidiar, a traicionar, a hacer el bien, a bailar, a rendir culto al cuerpo, a cultivar el intelecto, a vestir, a enseñar, a trabajar, a estudiar, a ver tele novelas, a leer; etcétera.
Unos pocos, muy pocos, se dedican a escribir bien y a pensar mejor. De estos últimos hemos elegido  once  (Confucio, Platón, Cicerón, Aristóteles, Cervantes, Shakespeare, Quevedo, Wilde, Nietzsche. Ortega y Gasset y Borges) para que apreciar sus líneas de pensamiento en siete de sus grandes frases, con las cuales podemos estar de acuerdo o no.
La selección, precisamente, fue realizada por sus diferentes enfoques sobre temas disímiles. Leamos. No tengáis miedo... la cultura no muerde.
Confucio
—Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.

—¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por  lo  que vivir.
    —Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
—La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.

—Lo que quiere el sabio, lo busca en sí mismo; el vulgo, lo busca en los demás.

—El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.

—Aprender sin reflexionar es malgastar la energía.

Platón
 —El amor consiste en sentir que el ser sagrado late dentro del ser querido.
—La filosofía es un silencioso diálogo del alma consigo misma en torno al ser.

—Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.

—Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia.

—Son filósofos verdaderos aquellos a quienes gusta contemplar la verdad.

—No dejes crecer la hierba en el camino de la amistad.

—Cada lágrima enseña a los mortales una verdad.


Marco  Tulio Cicerón
—La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.

—Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.

—La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume; el respeto la conserva.

—Recuerdo incluso lo que no quiero. Olvidar no puedo lo que quiero.

—Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.

—Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma.

—Las enemistades ocultas y silenciosas, son peores que las abiertas y declaradas.

Aristóteles

—El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.

—El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.

—La esperanza es el sueño del hombre despierto.

—El hombre solitario es una bestia o un dios.

—Sólo hay una fuerza motriz: el deseo.

—La historia cuenta lo que sucedió; la poesía lo que debía suceder.

—Como la vista es al cuerpo, la razón es al espíritu.

Miguel de Cervantes Saavedra
—Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.

—¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?

—Las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.

—¡Oh, memoria, enemiga mortal de mi descanso!

—La poesía tal vez se realza cantando cosas humildes.

—Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.

—La mujer ha de ser dueña, y parecerlo, que es más.


William Shakespeare
—Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.

—El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia.

—¡Oh amor poderoso¡ Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.

—Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Oye las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión.

—El amor de los jóvenes no esta en el corazón, sino en los ojos.

—Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada.

—Maestro, quisiera saber cómo viven los peces en el mar. Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños.

Francisco de Quevedo
—No es sabio el que sabe donde está el tesoro, sino el que trabaja y lo saca.

—Ruin arquitecto es la soberbia; los cimientos pone en lo alto y las tejas en los cimientos.

—Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.

—Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir.

—La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió.

—No hay amor sin temor de ofender o perder lo que se ama.

—Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado.


Oscar Wilde
—Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.

—Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.

—Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.

—Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.

—Uno debería estar siempre enamorado. Por eso jamás deberíamos casarnos.

—La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho es más duradero.

—Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.


Friedrich Nietzsche
—Sin música la vida sería un error.

—Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.

—Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes.

—Tener fe significa no querer saber la verdad.

—El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.

—En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón.

—¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?

José Ortega y Gasset
—Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella.

—El amor, a quien pintan ciego, es vidente y perspicaz porque el amante ve cosas que el indiferente no ve y por eso ama.

—En tanto que haya alguien que crea en una idea, la idea vive.

—El pensamiento es la única cosa del Universo de la que no se puede negar su existencia: negar es pensar.

—La máxima especialización equivale a la máxima incultura.


—Los hombres no viven juntos porque sí, sino para acometer juntos grandes empresas.

—Un historiador es un profeta al revés.


Jorge Luis Borges
—Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.

—Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos.

—Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas.

—¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad.

—Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.

—El tiempo es la materia de la que he sido creado.

—Soñar es la actividad estética más antigua.