sábado, 31 de diciembre de 2011

Boga que Boga

Boga que Boga

Por José del Castillo Pichardo

Mario Salazar y José del Castillo en el Boga

José del Castillo es uno investigador e intelectual acucioso y completo dominicano. De una bonominia y honestidad legendaria. Ha escrito esta semana un artículo memorable para el Diario Libre. Ha tenido la gentileza de enviárnoslo a La Pasión Cultural para que lo publiquemos con nuestro inconfundible estilo. El artículo habla sobre la taberna, restaurante, bar y micro mundo  que es el Boga-Boga (al que llamo la "oficina"). Un grupo importante de los contertulios del Boga (nosotros incluidos) son  caracterizados con agudeza y buen sentido de humor por del Castillo Pichardo. ¡Brillante! Disfruten esta entrega. Yo lo he hecho en grande. Nada mejor para despedir el año.

En el Boga la vida es más sabrosa, me confesaba convencido un habitué de ese barco gastronómico que boga sin cesar entre el oleaje del paladar mandibular exigente conformado por risueños comensales. 
Gózala hasta las dos (“báilala hasta las dos” dice el Songo Santana) parecería ser la consigna de tanto huérfano de cariño que busca amparo en el recinto apetitoso de Emilio y Eugenio, que espera hasta el silencio de la madrugada para cerrar su única puerta. Refugio de carnívoros ansiosos de paletillas o piernas de cordero bien horneadas y adobadas. Marinadas para extraerle sólo parte del “marisco” seboso a esta carne de Dios “que quita los pecados del mundo”. Nunca la totalidad del picor identitario (palabrita de moda entre semióticos embrolladores) que caracteriza su sudor. Como me lo observara el cirujano oncólogo Eduardo Segura, un entrañable fraterno que degusta este manjar bíblico salpicado de un generoso tinto de cuerpo, mejor si de viñedos galos.
De aquella Francia que le muerde la nostalgia a cada pase de página del libro parisino memorioso que comparte con camaradas del ciclo de estudios de postgrado, como Héctor Dotel Matos, un criminalista cojonudo con alma de poeta a quien le muerden los recuerdos del grupo Arte y Liberación. Junto a Silvano, Condesito, Tovar, Miguel, Lockward, Grace y Jeannette. Salpicados por la enjundiosa paleta opinante plena de mundos del maestro Jaime Colson y la mandragórica presencia de Aída Cartagena Portalatín, la madrina sabia fea que suplía el savoir faire surrealista de los “sorprendidos” de los 40. Con frecuentes referencias a Breton, cánticos a Césaire y a la négritude, reforzados por la llegada al gobierno de Senghor en Senegal. Cuando Sartre con la Simone de Beauvoir oficiaban desde Les Temps Modernes en pos de la eclosión libertaria y los socialismos flameaban sus desafiantes cohetes nucleares y la URSS conquistaba el espacio con el vuelo orbital de Yuri Gagarin, antecedido por los Sputnik.
Eran los días de las tertulias interminables del Café Sublime, masticando modestas tostadas untadas de mantequilla fresca para neutralizar la acidez del tinto expreso o el “medio pollo” de máquina italiana. Cacareando el reclamante Escucha Yanqui del sociólogo gringo C. Wright Mills o el mimeografiado Los fundamentos del socialismo en Cuba del legendario Blas Roca. Pertrechados con los versos militantes del nerudiano Canto General. Aguijoneados por la síncopa mulata danzarina de Nicolás Guillén soneando sones para turistas y soldados. Deslumbrados por el verbo irreverente anticlerical de León Felipe
Coreando con un Mir repatriado, sonoro y enhiesto, su canción del ingenio, desde los raíles vaporosos borrachos de melaza. Allí donde el poeta pregona desafiante un rojo paisaje colectivo para los cañaverales. Oyendo su voz contra cantándole a Walt Whitman, “un cosmos/ un hijo de Manhattan”. Y en la membrana del sexo el aleteo machihembrado de Federico gitano cantando jondo su poesía transida de guitarra, faroles apagados y grillos encendidos. “Montado en potra de nácar/ sin bridas y sin estribos”.
Enfebrecidos por la lectura de El hombre rebelde de Camus, envalentonados por El hombre mediocre de Ingenieros, mordidos por la duda existencial de La Náusea de Sartre. Los arteliberacionistas desplegábamos el pliego anticolonial de Los Condenados de la Tierra de Frantz Fanon –el psiquiatra martiniqueño educado en Francia ligado en Argelia al Frente de Liberación Nacional- y discutíamos su prédica desalienante contenida en Piel Negra, Máscara Blanca. Un magnífico ensayo sobre la aculturación producida en las metrópolis coloniales al resocializar a la élite de piel negra y colocarle máscaras blancas para el tutelaje neocolonial. En aquellos convulsos 60 de la descolonización de África, la liberación nacional del Sudeste asiático, la cubanía rumbosa de la revolución en el papal “continente de la esperanza” (antes la Indoamérica de Haya de la Torre, más atrás el de la “raza cósmica” vasconceliana).
El Gordo Oviedo
Pero mejor retornar a las terneritas estofadas en jugo de vino y caldo de hueso de jamón ibérico que preparan en el Boga, que yo prefiero cuando el alma vacuna me hace su llamado. O al plato de humeantes lentejas proletarias que el Gordo Oviedo ordena para mantener los amarres petedistas, ahora que ya no lleva la cayena roja en el ojal pero comanda los nexos con los trabalhistas brasileiros en el poder. Remembranza de la Puche y sus contornos, referencia obligada a los exquisitos guisos que le preparaba con esmero cotidiano su madre Bethania Landestoy para "mantener mi gruesa e inagotable capacidad para la alegría, mi gusto por las buenas compañías, especialmente por las mujeres sublimes y los hombres tiernos, mi corazón a la izquierda con el estómago definitivamente de derecha". Un hombre sabio e ilustrado este José Ernesto de las izquierdas y las derechas bullangueras. Internacionalista. Manso y solidario. Un buenazo que siempre está donde la cultura, la música y la buena mesa reinan. A tiro de la primera fila cuando usted abre la puerta. Si no lo vio por inadvertencia o porque el ojo derecho que no ve le pasó por el costado, él se encargará de patentizar su gruesa presencia.
“Tráeme un pulpo a la gallega como entrada para compartir. Sírvemelo en la barra. Unas lascas de jamón serrano bien cortadas con un servicio de queso manchego curado y pan tostado con tope de mucho ajo. ¿Alguien quiere chorizos a la sidra o unas sardinillas a la vinagreta? Hay empanada gallega rellena de lomo de cerdo y pimentones. Bonito del norte en escabeche. Gambas a la plancha. También morcilla burgalesa. ¿O prefieren croquetas de pollo o de bacalao?” Son los amigos contertulios que van poblando la barra sobre la cual cuelgan los perniles como penitentes que curan sus carnes, que sudan lentamente sus pecados de grasa. Un sombrerito invertido retiene la lustrosa gota.
En las mesas el Gran Jabalí anima una peña con pretensiones académicas. Un cerebro bien organizado, ilustración abundante de lo actual y lo histórico. Discurso articulado, como diría, estructuralista, Efraím Castillo. El Jabalí emplea el e-mail para diseminar sus enjundiosos ensayos sobre lo humano y lo divino. Un hombre que sorprende en conocimiento diverso y buen decir. Con experiencia empresarial exitosa cuando las Nedoca inundaban el mercado y se exportaban a las islas. Su hijo sigue los pasos, sumamente inteligente, apasionado del cine. Varios se suman a sus cavilaciones hegelianas entre sorbos de tinto o apurando el viejo escocés montado a la roca o bañado de soda.
Giovanny, Carlos, Cecilia y Tony
La Pasión Cultural es otro imán que atrae a los suyos. Teatristas de distinto pelaje acuden a su mesa en busca de consejo que él prodiga generoso. Sus devotos lo asumen como el maestro que es: dramaturgo galardonado, director, actor, productor, asesor de imagen de candidatos presidenciales, estratega comunicacional. Ahora fabuloso narrador impreso, un oficio que ya ejercía locuaz asistido por la memoria recreada. Las nuevas divas de las tablas y la pantalla chica. Bellas y talentosas. La Gran Diva, inigualable, versátil, fresca como una lechuga matinal, con esos labios silueteados como un amplio corazón risueño y esos ojazos de encanto, almendrados. Ella también lo procura como un activo valioso en sus proyectos. Carlos siempre vuelve a él con gesto reverente. Su amigo Tony, el aeda laborioso que blande poemas galopantes, ensambla ensayos mágicos, discurre en la escritura con un toque de los dioses, analítico y profundo cuando lo prefiere, denso o vaporoso según la ocasión, es otro habitué de su mesa. Allí se cruzan los senderos de lo real maravilloso, en ruta casi cotidiana.
“Hoy tenemos un mero a lo pobre con abundante garbanzo, ajíes, zanahoria y papas hervidas. También un caldo gallego fresco, acabado de salir de la paila. Y callos a la madrileña. El lacón está de madre, jugoso, con unas cebollas blancas relucientes. El mero a la vasca de película, con almejitas, caldoso. Otra opción es un chillo a la espalda con toque de ajo rebanado. Hay calamares en su tinta. Espere, creo que tenemos de especial unas guineas guisadas al vino. Ya sabe, los viernes cochinillo a la segoviana. O si prefiere el conejo a la cazadora, con un curry que está para chuparse los dedos.”
Y así discurre la jornada del Boga sin cierre semanal. El salpicón de mariscos muestra su encanto variopinto: trozos de langosta, camarones, trenzas de mero, pulpo fresco, cebolla, ajíes, limón, vinagre, sal. Boquerones a la vinagreta o fritos. Caldereta de mariscos. Langosta termidor. Paella de mar o de tierra coronada con guisantes y tiras de morrones multicolores, impresionante en la textura del arroz lustroso, un arte culinario que cultiva con esmero mi querido médico y hermano Anisito Vidal Dahuajre, en el descanso de su hogar hospitalario. Motivo de demanda dominical para llevar o comer en el restaurante, en verdadera peregrinación que observan Baltasar e Isidro.
Yaqui Núnez del Risco
Para los noctámbulos impenitentes que buscan algo ligero, qué mejor que una sopa de mero con fideos y patatas, bautizada con jerez de la frontera para emborracharle el sabor. Un plato que pedía el Puma y que Manuel Sánchez Acosta descubrió para su contento. Una selección de Onorio, quien tiene acceso privilegiado al menú especial de la cocina del establecimiento, como socio espiritual del ambiente del Boga. Allí este artista del lente, veterano de las comunicaciones, editor gráfico de múltiples medios, camarada de infancia, recala con su mochila repleta de amistad. Igual lo hizo el mago de la palabra hablada, el genial Yaqui Núñez del Risco, quien convirtió el Boga en su oficina creativa, equipado con su mini fabricante de sueños. Allí multiplicó su gracia el Muñeco Varela, con su bella sonrisa y sus gestos nerviosos. Allí llevé al hermano chileno Mario Salazar y di último abrazo a Frank Marino.
Es el Boga un refugio de arcángeles. Un puerto de sueños. Un buzón de nostalgias. Una nave gastronómica que flota sin cesar. En las aguas inmensas de la mar.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Spots y demos históricos.

Annikssa Serra en "Amanda"
El gran actor y director teatral dominicano Carlos Espinal se ha convertido en un archivista de documentos valiosos del teatro dominicano. Me ha sorprendido, y por supuesto que emocionado, al publicar en recientemente Internet varios spots y demos de realizaciones teatrales del suscrito: "La pasión según Antígona Pérez" (Del laureado escritor puertorriqueño Luis Rafael Sánchez) y "Amanda" (Escrita por mi y ganadora del Premio Casa del Escritor Dominicano).
En las imágenes de las cuales les hablo aparecen figuras señeras del teatro dominicano.

Carlota Carretero es "Antígona"
En "La pasión según Antígona Pérez" actuaban: Carlota Carretero, Monina Solá, Alexis Casado, Pepito Guerra, Karina Noble y una pléyade  (en la ocasión) de jóvenes actores nuestros. En el caso de esta obra pudimos hacer un resumen visual en los estudios de Color Visión. Spots y demos de "Amanda" fueron realizados en escenarios naturales.

En "Amanda" actuaban: Anniksa Serra, Juan María Almonte, Zoila Luna, Héctor Olivier, Amarilis Rodríguez, Víctor Vidal, Juan Tomás Reyes, Dolly García; entre tantos otros. También aparece la gran Karina Noble que sustituye a Anniksa en el personaje principal. Karina lo hizo en Bellas Artes, en Altos de Chavón, en París y en Miami.

Juan María Almonte y Anniksa Serra en "Amanda"

Ambos documentos fílmicos tienen un gran valor para nosotros. Por eso queremos compartirlos con ustedes, al mismo tiempo que agradecemos a Carlos Espinal por este gran aporte.
Pinchen sobre los links en cuestión o copiénlos y colóquenlos en su barra de Internet.

Karina Noble y Carlota Carretero en "La pasión según..."


http://vimeo.com/34317130

http://vimeo.com/34316599

Zoila Luna en "Amanda"

sábado, 24 de diciembre de 2011

¿Los Invasores en navidad?


En 1967 comenzó una serie de televisión con esa extraña visión que tenemos, o queremos proyectar, los humanos sobre supuestos seres extraterrestres: Los Invasores. En dicha serie Dave Vincent es quien los descubre:

David Vincent los ha visto. Para él todo empezó una noche en un camino solitario cuando buscaba un atajo que nunca encontró. Ahora, David Vincent, sabe que los invasores han llegado, que se han adaptado al aspecto humano. En alguna forma, debe convencer a un mundo incrédulo de que la pesadilla ha comenzado.

Al descubrir a estos carajos invasores Dave Vincent  inicia una cruzada en contra de la supuesta amenaza que ellos representan.

Sin embargo, por estos lares tenemos nuestra propia versión del asunto:

¡Los invasores! Seres extraños de una finca que se mantiene. Giovanny Cruz los ha visto. Para él todo empezó una mañana en un camino concurrido de la feria ganadera cuando buscaba unos chorizos que allí mismo encontró. Ahora, Giovanny Cruz, sabe que los invasores han llegado, que se han adaptado al aspecto porcino. En alguna forma, debe convencer a un mundo crédulo de que la diversión ha comenzado.

Efectivamente, en mi casa, desde las ocho de mañana, en mi particular puya parrilera, la fiesta ya comenzó. Se está bebiendo y riendo por rumba. Ya Fiora y Renata, juanto Jean-Paul Giovanny (mi primer hijo), los mejores invadores del mundo, vienen por ahí a preparar la impresionante mesa para la cena de esta noche. ¡Sufran! ¡Sufran! ¡Sufran! ¡Sufran!
El "invasor" que está siendo torturado en mi BBQ.

Feliz navidad, pasionarios, pasionarias, familiares, amigos, enemigos, ex novias y a mis cuatros ex esposas... también a las que están en posibles carpetas. ¡Ja!
 
¡La fiesta... ha comenzado!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Las flores embrujadas

No es nada casual que utilicemos las flores para enmarcar ocasiones especiales. Ellas, las flores, han sido en el devenir de la historia del Ser una extensión de nosotros mismos. Como es algo conocido no abundaré mucho sobre  el tópico. 
Dentro de la magia caribeña no sólo las yerbas tienen roles estelares. Las flores tienen importancia capital para conjuros de amor y desamor. Los pétalos de copada, por ejemplo, ayudan a conseguir marido. Un baño de veintiún pétalos macerados de príncipes negros nos devuelve la suerte. Lo que puede lograrse con un conjuro bien efectuado de rosas amarillas es espectacular. Por supuesto que tampoco deseo abundar mucho sobre esto para no entusiasmar en demasía a unos cuantos aprendices de hechiceros que me siguen.

En un espacio digital lleno de magia, cultura y sapiencia, llamado Las Embrujadas, suelo descubrir fascinantes informaciones. Reproduzco una entrega de dicho espacio titulado "El zodiaco de las flores", lo que resulta agradable en el siempre mágico diciembre. Disfruten y cuéntenme luego si les resultó útil. 

"El zodiaco de las flores"

Así como los 12 signos astrológicos se distribuyen en relación a las estaciones, también existen numerosas analogías entre cada uno de los signos y los elementos de la naturaleza. Piedras, plantas, flores, árboles, frutos y animales están en correspondencia con cada signo del zodiaco, según una distribución sutil y minuciosamente elaborado.

Tal asociación no siempre tiene una relación directa con la estación o período del año propicia a la aparición de uno u otro fenómeno natural, sino se relaciona con las características fundamentales del signo en cuestión. En cuanto a las plantas y las flores, es evidente que si nos referimos exclusivamente a sus períodos de germinación, brote y floración de gran parte de ellas. Algunas de las flores y plantas se corresponden con los signos de la primavera y el verano, otras con los signos del otoño y muy pocas con los signos del Invierno.

Ciertas flores que aparecen durante la primavera o verano se atribuyen a los signos Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario o Piscis, a causa de sus características, su aspecto o propiedades medicinales, conocidas desde la noche de los tiempos.

Las virtudes de las plantas y flores, las decoraciones, las pócimas y los elixires, los brebajes mágicos, las esencias, remedios medicinales que se preparaban a partir de elementos encontrados en el jardín de la naturaleza que utilizan los hombres desde la antigüedad.

A partir de estos criterios tradicionales hemos reconstruido el Zodiaco de las Flores que te permitirá descubrir qué flores corresponden a cada signo y poder así favorecer a el bienestar o alegrar la vida cotidiana, ya que “las flores de ayer son los sueños de hoy”, según un proverbio japonés.

Brezo
La planta conocida como brezo se relaciona con el signo de Aries por su aspecto de matorral, muy decorativo. Sus propiedades medicinales diuréticas son de un antiséptico para las vías urinarias. También se le confiere correspondencia con el signo Escorpio, cuyo regente Marte, lo es también de Aries.

Manzanillas
A Tauro le corresponde la manzanilla que calma las migrañas nerviosas que sufren generalmente los nativos de este signo. Así como les da estados de ensoñación a lo que son tan aficionados los de este signo, fuerte físicamente, pero muy sensibles y sensitivos.

Margaritas
La margarita cuyo nombra de origen oriental, significa “perla rara” es un símbolo del amor que a menudo hace sufrir, impacienta … amor exclusivo del nativo de Géminis. Su secreto consiste en deshojarla, resulta tranquilizador algunas veces y otras no.

Genciana
La genciana se asocia a Cáncer por su lentitud en florecer y su longevidad. Este es el efecto también de la genciana flor amarilla que puede vivir hasta cincuenta años. La raíz de esta flor se empleaba en los rituales para favorecer el retorno del cariño y estimular la sensualidad. La idolita de origen persa, es la flor del amor por excelencia y así como la golondrina anuncia la primavera, la floración de las lilas anuncia la estación del amor consagrado a Venus.


Lavanda
El regente de Virgo es lavanda que favorece el cumplimiento de los deseos y sueños propia de los nativos de este signo que desde jovenes luchan intensamente por forjarse un porvenir y poder disfrutar de la vida con todas las comodidades que puede ofrecer.

Narciso
El narciso es la flor de Libra que con su perfume embriagador adormece a aquella o a aquel que lo huele. Le induce a soñar. Esta flor posee propiedades medicinales recomendadas para combatir el asma y los problemas nerviosos, frecuentes en los nativos de este signo.

Madreselva
La madreselva es la flor de Escorpio, cuya flor al igual que los nativos de este signo, no puede abrirse si no es en un lugar tranquilo, sus virtudes estimulan a los seres nostálgicos, con tendencia a refugiarse en sus sueños o en su pasado. El lirio es la flor de la inmortalidad, muy apreciada por los nativos de este signo que aspiran a menudo a que el tiempo se detenga. Sus propiedades estimulan y favorecen la inspiración y la imaginación creativas.

Flor de Lis
La flor de Lis es la flor de los dioses y de los reyes, de la fuerza divina y del poder temporal es la flor de Sagitario. Es también la flor del amor y de la belleza de la piel, una flor sagrada digna de los nativos de este signo. El loto, a su vez, por la exuberancia y abundancia de sus semillas, simboliza la riqueza y la prosperidad, el amor absoluto, la felicidad perdida, la virilidad, aun los arrebatos de orgullo y favorecen la expresión serena de la identidad.

Botón de oro
El botón de oro también llamada ranúnculo, posee propiedades conocidas para reforzar el yo y la identidad de los nativos de Capricornio que tienen tendencia a dudar y a subestimarse.

Achicoria
La achicoria ahuyenta los estados depresivos de lo que a menudo son víctimas los nativos del signo de Acuario. Además, estimula sus funciones digestivas. La peonia también está relacionada con este signo por su bello color rojo y por sus propiedades calmantes contra las depresiones y estados nerviosos.

Corazoncillo
El corazoncillo a la cual se le llama también la hierba de las hadas es la flor de Piscis. Protege contra los demonios de la angustia, la melancolía y las ilusiones de lo que pueden ser víctimas los nativos de este signo. Apacigua el alma y fortalece el espíritu.

Y si a estas propiedades de las citadas flores, le añadimos toda la magia de diciembre, estamos en el momento ideal pata convertirnos en hechiceros. Como ya voy a ponerme en eso, necesariamente tengo que pedir ahora el... ¡Telón!

domingo, 18 de diciembre de 2011

Supersticiones recurrentes

 Supersticiones recurrentes
por Giovanny Cruz



Hemos publicado en esta La pasión Cultural más de diez entregas tienen que ver con la magia (http://lapasioncultural.blogspot.com/2010/12/el-pentragrama-esoterico.html). (http://lapasioncultural.blogspot.com/2010/12/rituales-invocaciones-y-hechizos.html). (http://lapasioncultural.blogspot.com/2010/11/el-zodiaco-y-los-signos-zodiacales.html). Igual hemos hecho con las supersticiones dentro del teatro (http://lapasioncultural.blogspot.com/2009/09/supersticiones-en-el-teatro.html). El nunca suficientemente admirado Manuel Chapuseaux nos escribe una nota remitiéndonos un artículo, que a su vez le enviara una amiga cubana (que se identifica en Internet con el encantador seudónimo de Ícaro). Chapuseaux me envía dicha entrega, aparecida en un espacio digital llamado Dicionario de Mitos y Leyendas, porque asegura que a nosotros nos gustan estos temas. Es cierto. Y a aseveraciones de él relevo de  Nives Santana. Ja. Para no alargar más de la cuenta este necesario preámbulo, les mostramos el citado artículo. Por si las moscas... ¡crucen los dedos! Uno nunca sabe. ¡Zafa!

En el ámbito teatral, hay gran cantidad de creencias acerca de lo que trae buena y mala suerte. El origen de una gran parte de ellas, proviene del antiguo teatro español. El hecho de no utilizar el amarillo en los vestuarios, por ejemplo, Tiene su fundamento en que en las obras de enredos, cuando el marido sorprendía al amante en el ropero o debajo de la cama en calzoncillos, éstos eran de color amarillo. También puede atribuirse la visión negativa hacia este color a la muerte de Molière cuando representaba -vestido de amarillo- la obra 'El médico a palos"
Los tabúes en el teatro son numerosos:
- Nadie debía sentarse en la escotilla del apuntador, a riesgo de romper el pacto con los dioses de la suerte. La tecnología dejo felizmente esta superstición en desuso...
- No se puede silbar (y menos de noche). En un reportaje el actor Osvaldo Pacheco afirmaba: "silbar, jamas! Si el texto lo exige canturreo"
- Nada de tener claveles, aunque provengan de los admiradores más fervorosos.
- Tejer en un camarín puede traer la desgracia a todo el elenco, y si la lana es amarilla el desafío a la fortuna es doble.
- Ni pensar en mencionar la palabra "víbora". Los actores apelarán a un listado de sinónimos y dígalo con mímica: reptil, la que se arrastra...
Con el vestuario hay muchos puntos a tener en cuenta: además de evitar el amarillo, jamás utilizarlo con lunares, y menos aún tener dos iguales: se debe empezar y terminar la temporada con el mismo.
Al respecto La actriz Iris Marga recordaba en un reportaje: "Representábamos una obra en la que yo era una paisanita. Para estar siempre almidonada, con los volados tiesos, me hice hacer dos trajes iguales. Cuando Carcavallo, el empresario, se enteró, tuvimos un disgusto tan grande que marcó mi alejamiento del elenco"
El camarín también exige ciertos cuidados: No debe tocarse algunas cosas. El actor se limitará a llevar su vestuario, caja de maquillaje y efectos personales, sin llevar nada ni mover nada de lugar. Hay quienes toleran algunos aportes personales, como ser fotos de familiares en el espejo, siempre y cuando sea antes del estreno.
Los métodos de exorcismo son variados:
- Poner azúcar en un rincón del camarín
- Las hojas de ruda son también un buen aliado. Darío Vittori, por ejemplo, las colocaba personalmente en los tableros de la boletería, mientras que no falta quien queme algunas hojas en su camarín.
- entrar con el pié derecho, especialmente en el primer ensayo.
Obras y autores
En la fecha del estreno cuidado con mencionar la palabra "suerte" porque los resultados pueden ser insospechados! Es preferible desear mucha "merde" antes de salir al escenario, o golpear tres veces la bambalina, tocar madera o persignarse.
También hay obras y autores que adquirieron el poco redituable privilegio de ser considerados nefastos. Un claro ejemplo es el de Jacinto Grau, autor de "El señor de Pigmalión". En España nadie lo representaba por su terrible fama negativa. En un reportaje concedido en 1974 al matutino La Nación, José Cibrián contaba que cuando su padre puso en escena la obra en Madrid en la década del '30, "todo el mundo le llamaba insensato, y más aún cuando en uno de los últimos ensayos uno de los intérpretes se presentó pese a que padecía una seria dolencia pulmonar. El actor pagaría con su vida el exceso de profesionalismo, y muchos compañeros le atribuyeron la desgracia a la presunta influencia nefasta de don Jacinto, renunciando a sus papeles...
Entre las obras evitadas la más famosa es Macbeth. Ni representarla, ni citar siquiera tres o cuatro versos seguidos. La fatalidad se encargó de aumentar su mala fama: en 1964 se quemó un teatro nuevo en Lisboa que estaba dando la obra.

Consejo final:

Nunca dejen de tirar en tres esquinas de los teatros en los cuales actúan (y en sus casas también) granos de ajonjolí que puedan agarrar con los dedos de una mano.

Con las enviaciones que se hacen con cinco hojas de totumo (higüero), una limón partido en cruz,  un plato blanco lleno de agua, una vela invertida, un sobre blanco cerrado con tres conitos de hilos de diferentes colores y un plato con sal en grano... se procura... bueno... les cuento luego...
Para los que ya deben estar a punto de escribirnos preguntando cómo hacer el hechizo del círculo mágico de las seis velas con una hoja de sábila, les adelanto... ¡Jum! ¡Eso sería demasiado!
¡Gracias a la misericodia!


















jueves, 15 de diciembre de 2011

Vida y suicidio del artista

Vida y suicidio del artista
Por Giovanny Cruz


Albert Camus escribió  en su Al revés y al derecho:
"Cada artista guarda, en el fondo de sí mismo, un manantial señero que alimenta durante su vida lo que es y lo que dice... al menos yo sé eso y a ciencia cierta: que una obra del hombre no es más que este largo caminar para encontrar con los rodeos del arte las dos o tres imágenes sencillas y grandes sobre las que, por
primera vez, se abrió el corazón".
Esa búsqueda es la razón y la meta que perseguimos quienes creemos finalmente en el Arte. Frecuentemente los artistas verdaderos, eternos cazadores de flechas y arcos tensados, estamos persiguiendo a las huidizas mariposas dueñas de esas imágenes interiores que signan todas nuestras vidas.

El Arte es un soplo humano. Prefiero verlo así porque nunca he entendido bien eso de las divinidades. Es una llama humana que tiene su origen en la rebeldía, en la nostalgia... y en la duda.

Cuando el ser de la época antepitecantrepetecida, nostálgico en la caverna seguramente debido a la inclemencia de sus inviernos, no pudo escuchar sus pasos triturando hojas secas, el viento aullando entre las hojas de los grandes árboles, el golpe de sus rústicos bastones sobre troncos de árboles moribundos, al grillo (de quien Manuel del Cabral afirmaba era el primer cantor del universo), las voces roncas de los ríos (que desde entonces eran de Heráclito) sobre las pequeñas piedras, el canto de las aves epocales, los lamentos o sonidos de cortejos de otros animales; se negó en plena rebeldía a aceptarse y conciliarse en esa otra realidad. 

Imposibilitado, el primitivo, de cazar y saltar por las praderas, de mirar el fuego (del que Borges dijo “que ningún hombre puede mirar sin un asombro antiguo”), de recolectar los frutos disponibles (hasta aquellos que los antipoetas luego catalogarían de “prohibidos); decidió crear otra realidad, otro universo, otra verdad: el Arte.

Éste nacería, entonces, no exactamente como un placer estético, sino como una ansiedad, como una necesidad, como un delirio y como un escape de aquello que se le escapaba. Fue un no aceptar lo establecido. Fue una respuesta a la terrible angustia que condicionaba la añoranza. Fue un rito en el grito. 

Empero, sin si siquiera presentir la dicha desesperada de Sísifo que autentificara Camus, el primitivo inaugura el viaje a montañas interiores transportando en pleno goce una pesada piedra.

¡Ahí... en ese instante... justo ahí... nació el Arte! Ciertamente como una cosmovisión. Nació la pintura que intentaba restaurar el pasado entorno. Nació la música que buscaba reproducir los sonidos en fuga. Nació el teatro como ritual mágico que desde entonces curaba y exorcizaba. Y nacía la ética y compromiso del Arte. ¡Asombro! ¡Asombro! ¡Asombro!

“Mi culto se dirige sobre todo al artista, al maestro del clasicismo moderno, digamos al Gide de los Prétextes. Conociendo bien la anarquía de mi naturaleza, tengo necesidad de ponerme, en arte, barreras. Gide me ha enseñado a hacerlo. Su concepción del clasicismo como un romanticismo domado, es la mía. En cuando a su profundo respeto por las cosas del arte, tiene me adhesión completa. Pues yo tengo del arte la idea más elevada. Lo pongo demasiado alto para consentir en someterlo a la nada... Los artistas son los únicos que nunca han hecho mal al mundo... Los genios malos de la Europa llevan nombres de filósofos.” (Albert Camus.)
Desde luego que Camus se refiere al artista verdadero, al comprometido, al intransigente, al que no cede. Ése que procura en el Arte un fin elevado, el que no se traiciona ni traiciona los principios del Arte en los cuales asegura creer. 

El artista no podría dañar a nadie, es cierto; excepto a sí mismo. Cuando nos negamos es como si la vida se nos escapara por propia voluntad. 

"Otoño"; de Van Gogh.

Es lógico esta línea de pensamiento. Los artistas somos unidades troqueladas en la paciencia del tiempo. Somos unidades capaces de transformar lo cotidiano en una verdad estética. Somos ese raro espécimen que puede tornar una palabra en una emoción trascendente, cautivadora, evocadora y motivante.

Esas piedras sisifonianas nos producirán, es verdad, un goce indescriptible; pero al mismo tiempo entrañan un comportamiento, un compromiso y una ética... ¿en su no-ética?

Cuando renunciamos a los atributos e ideas, que como esencia y llama vivencial nos han nutrido, estamos renegando de nosotros mismos. Lo que equivale prácticamente al suicidio. Porque ¿qué satisfacción tendremos después de saber que nos hemos fallado, que nos vendimos, que del Arte verdadero renegamos?

Este fenómeno se ve frecuentemente y por doquier. Siempre nos resultará doloroso ese anti espectáculo. Ver gente con talento morirse tragando su miseria, ahogándose en el vómito de su ego desbordado, subiendo a un escenario por la paga de un trago, o dos, a la roca, reduciendo su talento a categoría bufonesca, corrompiendo las grandes profundidades y negando los misterios del Arte y los artistas.

¡Qué triste y desilusionante siempre será esto para un maestro que nunca aceptará conforme que unos cuantos de los doce, o mil, discípulos vendan sus jesuses por unas monedas. Confieso que cada día resulta más difícil hasta extenderle la mano a ese tipo de negadores.



Ha poco presentamos en Bellas Artes la pieza teatral “Duendes y locos de las dunas”


Yorlla Castillo, Vicente Santos, Nilleny Dippton, Manuel Raposo, Wilson Ureña, Cristela Gómez y Ernesto Báez demostraron, en esa realización escénica, que tienen sensibilidades exquisitas y talentos verdaderos. Cientos de testigos así lo apreciaron. No obstante, tienen que tener en cuenta, luego de esta comunión de Arte en la cual participaron, que adquirieron desde ahí un compromiso. No hay manera de dar marcha atrás. Si lo hacen se convertirán en difuntos que respiran.

 “Fui dichoso en Florencia, y tantos otros lo fueron antes que yo. Pero ¿qué es la dicha sino la simple armonía entre un ser y la existencia que lleva?” (Albert Camus)

martes, 13 de diciembre de 2011

55 mentiras conocidas

 55 mentiras conocidas

Para divertirnos un poco en pleno diciembre os dejo 55 mentiras conocidas. Probablemente ustedes conocerán unas cuantas más que, por supuesto, nunca dicen a nadie por ahí; pero que sí han escuchado decirlas a personas muy cercanas a ustedes. Jajajajaja.
 


    1. Desde enero voy a estudiar inglés.
    2. Tranquila que que no te va doler.
    3. Un momento y nos vamos.
    4. Justo te iba a llamar ahora mismo.
    5. ¡Por mi madre que nunca más vuelvo a beber.”
    6. ¿YO?... ¿Con ese?... ¡NUNCA! ¡Ni loca!
    7. Saco malas notas porque el profesor se la ha tomado conmigo.
    8. Perdimos por el árbitro.
    9. Juro que pasé el semáforo en amarillo.
    10. Ponlo tú que mañana te lo pago.

    11. El día primero dejo de fumar.
    12. Es que se me perdió tu teléfono.
    13. Te prometo que después de las navidades me voy a poner a dieta.
    14. Sólo somos amigos. ¡Ahí no hay nada!
    15. Se cayó solo y se rompió. Yo solamente estaba mirando.
    16. El cheque está para la firma.
    17. ¡Me gustaste desde la primera vez que te vi!
    18. El vestido te queda bien; lo que pasa es...
    19. Te juro que no se lo voy a contar a nadie.
    20. El jefe está hablando por otra línea.

    21. Sí, salimos, pero no paso nada. Nada de nada.
    23. Choqué, pero la culpa fue del otro.
    24. Me ex y yo solamente fuimos a cenar.
    25. Te estuve llamando, pero tu teléfono no me entraba.
    26. Cuando tengo sexo solamente tengo fantasías contigo.
    27. Llámame en cinco minutos que estoy en una reunión.
    28. Mi amor por ti es para siempre.
    29. Solamente será un chin.
    30. ¡Aunque no lo crea el jefe acaba de salir!

    31. Parece que mi celular tiene problemas, no vi ninguna llamada tuya...
    32. Es que me paró la policía y me interrogaron como por tres horas.
    33. Mañana te traigo tus CD's.
    34. Dame un tiempo... tengo que aclarar mis ideas.
    35. Yo leo rapidísimo. Te devolveré tu libro en una semana.
    36. Cuidaré a esta muchacha como si fuera mi hija.
    37. Yo sólo la veo como amiga.
    38. Yo y mi ex ahora somos amiguísimos.
    40. Nunca he sido infiel a mi esposa.

    41. Aunque nos separemos seguiremos siendo amigos.
    42. Todavía no lo he hecho; pero en verdad me estoy divorciando. Confía en mi.
    43. No he dejado a ese tipo por mi hijos.
    44. Nos conciliamos por el muchachito.
    45. No le de mucha mente a eso. Esa mujer y yo hasta dormimos en camas separas.
    46. Ya nosotros somos como hermanos. Ni vida sexual tenemos.
    47. No la he dejado porque está muy enferma; pero desde que se mejore...
    48. Yo estoy durmiendo en el cuarto de mis hijos.
    49. Mi gran defecto es que soy muy sincera.
    50. Nunca hablo mentiras.
     
    51. Llegaré tarde porque estamos discutiendo sobre el presupuesto de la empresa.
    52. ¡Soy un político cabal y a tiempo completo!
    53: ¡Sólo me interesa llegar al poder para servirle a mi país!
    54. ¡Cuando sea presidente estas manos nunca se marcharán con el oro corruptor!
    55. ¡Juro por Dios que nunca pretenderé perpetuarme en el poder!

jueves, 8 de diciembre de 2011

El toque asesino del actor

El toque asesino de actor
Por Giovanny Cruz


El 1976 interpreté por primera vez el personaje de Calígula de la obra de Albert Camus que lleva ese mismo nombre. Se trata de una pieza fundamental en la literatura teatral. Esta obra fue escrita entre 1937 y 1942. Algunos estudiosos signan este período camusiano como La crisis de Calígula. Esto porque Camus en ese momento padecía de tuberculosis. Negado del sol, de la vida, de las tertulias; la reclusión provocó en Camus una notable crisis que se ve reflejada en la obra que citamos. “Esta obra es el estudio de un carácter”, asegura el gran filósofo francés Charles Moeller.
“Este mundo, tal como está es insoportable. Por eso tengo la necesidad d la luna o de la dicha, de la inmortalidad, de algo que sea demente quizá, pero que no sea de este mundo”
En este mundo Absurdo, procurar lo imposible es una necesidad insoslayable para el joven emperador, que antes había sido un príncipe razonable.

En un momento determinado, en el cual la conspiración contra el emperador ya enloquecido, afila los cuchillos y mientras Calígula, apoyando su cabeza en los muslos de Cesonia, parece recuperar la ternura, el emperador señala a su amante que la inocencia parece preparar su venganza. Cesonia asegura que no es así, que ésta da cordura y no mata. No obstante, Calígula afirma que no es así. Que hasta la inocencia es asesina.

Sé que cada cual pude interpretar estas palabras, y el mismo carácter de Calígula, de disímiles maneras. Yo también lo hice así. Pero una de ellas comenzó a generar una actitud y un comportamiento teatral que, años después, convertiría en un recurso creador y comprometido.

A mediado de los ochenta vivía en Puerto Rico.  Entré en una fase angustiante en la cual aquilaté la soledad. Un asunto positivo ocurrió en esa etapa: inicié, quizás procurando la identidad alejada, los primeros apuntes de mi pieza teatral “Amanda”; que terminaría de escribir en 1990, y con ella iniciaría mi incesante búsqueda de un lenguaje estético-teatral netamente caribeño, con toda la magia que eso presupone.

Estando en Borinquen, escuché a un aguzado comentarista deportivo puertorriqueño decir, que los boxeadores dominicanos tenían buena técnica, que eran valientes y fuertes; pero que carecían del instinto homicida del gran boxeador. Esto, porque cuando tenían a tiro de mate al contrario, parecían casi detenerse. Nos guste o no el boxeo tenemos que aceptar que cuando uno de los gladiadores ve alguna herida, o debilidad del contrario, tiene que  perseguirlo por ahí hasta aniquilarlo.

Disfruto mucho la literatura dominicana. Aquí tenemos muy buenos escritores. No pocos poseen una técnica envidiable. Pero son escasos, muy escasos, los escritores nuestros que logran producirme con sus historias, la conmoción que sólo se alcanza en esa locura en la cual el escritor trasciende la técnica y se vuelve una unidad con las palabras.

He dicho que nunca he tenido necesidad de probar ningún tipo de droga prohibida, porque uso otras que me producen efectos cuasi perennes. Cuando he leído a Tolstoy, Dostoyevsky,Turgenev, Gorky, Pushkin, Man, Valery, Gide, Greene, la Yourcenar, la Duras, Shakespeare, Cervantes,Whitman, OvidioBorges, Faulkner, García Marquez, Moravia, entre tantos, entro en un transe que CASI parece enfermizo e indubitablemente alucinante.

¿Qué siento en sus narraciones o poemas? Un extra que está más allá de la frialdad de una técnica literaria. Un “ensuciarse las manos" dentro de los sucesos, CASI una demencia intratable.

En nuestros escenarios he visto buenas actuaciones de intérpretes nacionales y foráneos. Pero unas cuantas parecen ir más allá de ahí. Hay artistas teatrales que, aún en una sola interpretación, me han dejado apabullado en una butaca o detrás de la pata de alguna cámara negra, en la cual he tenido que ver una representación (citaré actrices solamente): Norma Leandro (con un monólogo cuyo nombre no recuerdo), Roberta Carreri (Mythos), Delta Soto (Casa de Muñeca, La noche de los asesinos, Sobre locos y duendes), Carlota Carretero (Quíntuples, La Pasión según Antígona Pérez, Un Whisky por el rey Saul, Salomé, La cabeza del Rey, Los Tiranos, La maestra Pasambú), María Castillo (Banco de parque, La Guerrita de Rosendo), Karina Noble (Amanda, El sucesor, El perfume del incesto), Lidia Ariza (Las prostituta os precederán en el reino de los cielos), Giamilka Román (Barrio 7 tumbas y Duendes y locos de las dunas), Fiora Cruz (Obsesión en el 507), Xiomara Rodríguez (Virginia-Sombra), Yorlla Castillo (Obsesión en el 507) y Cecilia García (Master Class). Habría algunas más; pero estas son suficientes para ilustrar con el ejemplo.

Laurence Olivier
Creo que las técnicas de actuación son imprescindibles en el moderno teatro profesional. Empero, cuando estamos ya sobre el escenario la mejor técnica siempre será CASI olvidarnos de ella. En el proceso de la construcción del personaje la técnica es quien lleva la voz cantante; pero cuando subimos al escenario con claras intenciones y deseos de dominar los personajes que interpretamos, tenemos que invocar a las emociones.

Esto es algo que una buena actriz o actor profesional debe saber hacer. Efectivamente, lo hacen muchos por acá. Pero como director pido algo más que eso. Algo más que una buena actuación.

Demando, y necesito, un extra de mis actores. Un... entrar CASI en un frenesí, llegar CASI a la locura. Es un... estar al borde del desborde, de CASI perder el control del personaje, de CASI dejar que desaparezca el Yo controlador para que asome el Subconsciente.

Stanislavsky
La buena técnica nos indica que debemos llevar al personaje hasta el Umbral del Subconsciente. Pues, en ese estadio exijo de los actores, luego de pararse en ese Umbral, se arriesguen a inclinarse un poco hacia el abismo.

Sé que estoy hablando de algo muy peligroso para un actor o una actriz. Sé que hablo de un viaje interior en el cual podría no haber retorno. Sé que algunos intérpretes escénicos se han extraviados en ese tortuoso camino. Sé que aún cuando regresemos nunca lo haremos incólumes. Pero ¿acaso no es Peligro el mejor seudónimo de Teatro?

De lo que hablo es del Toque Asesino del actor. Cuando tenemos dominado al personaje, cuando vemos su sangre verdadera, cuando sentimos sus lágrimas, cuando entendemos su ira, cuando afloran las líneas internas, cuando miramos como ellos, cuando ya estamos listos para recibir aplausos y buenas críticas; tenemos que dar ese... algo más, una última experiencia, ese... algo salvaje que nunca nadie vio asistir a una clase de teatro, ese... algo que descubriremos solamente cuando nos enfrentemos al toro.

CESONIA:
¿Acaso es la felicidad esa libertad espantosa?
CALÍGULA:
Tenlo por seguro, Cesonia. Sin ella hubiera sido un hombre satisfecho. Gracias a ella, he conquistado la divina clarividencia del solitario. Vivo, mato, ejerzo el poder delirante del destructor, comparado con el cual el del creador parece una parodia. Eso es ser feliz. Esa es la felicidad: esta insoportable liberación, este universal desprecio, la sangre, el odio a mi alrededor, este aislamiento sin igual del hombre que tiene toda su vida bajo la mirada, la alegría desmedida del asesino impune, esta lógica implacable que tritura vidas humanas, que te tritura, Cesonia, para lograr por fin la soledad eterna que deseo.

Ahora debo prepararme para salir a escena. Luego vendrá el siempre inevitable... ¡Telón!