Lecciones y sugerencias después del Festival
En la anterior entrega reseñamos leves fallas del Festival Internacional de Teatro a raíz de la nota que nos enviara Mónica Volonteri.
Hoy queremos hablar de algunas lecciones e ideas que surgen luego de clausurarse el Festival, formular algunas sugerencias para los venideros y dejar espacio abierto para recibir otras sugerencias de nuestros lectores.
—Se cayeron los cantos de sirenas que afirmaban que el Teatro Dominicano no tenía casi público.
—Definitivamente el Teatro con el cual el público mejor se conectó fue el nuestro.
—Hay que buscar una fórmula para traer programadores internacionales más comprometidos con nosotros. Tengo varias ideas en ese sentido. Me permito recordar que prácticamente sólo la gente del Teatro AVANTE han llevado grupos dominicanos a presentarse fuera. Una lástima que no fuesen invitados.
—Los teatreros dominicanos deben entender que los precios que están cobrando en temporadas normales son caros. Nuestros Festivales nos lo están indicando.
—No es necesario alterar nombres de obras, ni sus textos, para lograr el éxito. A parte de que esa actividad, sin permiso de los autores, es penada hasta con dos años de prisión. Lo estoy advirtiendo con tiempo.
—Para bajar los precios tenemos que ponernos de acuerdo actores, directores, productores y sector oficial. Una lástima que nunca ocurriera aquella pactada reunión del sector nuestro con el Ministro para ponernos de acuerdo. Recuerden que Manuel Chapuseaux hasta adelantó una propuesta de política de salas públicas.
—El Festival tiene que retomar el plan de contratar un director dominicano para realizar el gran montaje para la Sala Principal del Teatro Nacional. Esto debe hacerse por concurso y nunca puede ser sustituído por la puesta en escena que lleve la Compañía Nacional de Teatro. Son vainas diferentes.
—Tenemos que mejorar sustancialmente la publicidad y difusión de las compañías que concurren al Festival.
—La ejecución presupuestaria del Festival debe darse por lo menos tres meses antes del evento.
—El Festival es internacional. No sólo Hispanoamericano. Mientras más lo internacionalicemos más lo importatizamos, como gusta decir el actor Juan María Almonte.
—Mañana deben comenzar especializar fondos para pagar asesores direccionales para entrenar grupos teatrales de las provincias. Siendo nuestro Festival de profesionales es necesaria lograr cierto equilibrio de los grupos criollos participantes.
—El Festival debe volver a venderse en el mercado local como un buen producto cultural que es. Debería formarse una oficina de mercadeo para esto.
—Debe discutirse un estrategia para asegurar mayor participación en los foros, talleres y conferencias que completan el Festival. No podemos olvidar que muchos artistas dominicanos de la escena no pueden asistir a estos porque están ensayando o presentado sus diferentes propuestas escénicas.
Estas notas no persiguen convertirse en una fórmula. Son ideas sueltas que, para provocar algo, estamos lanzando. La intención es que ustedes se motiven y envíen las suyas, sin importar que contradigan o superen todas estas.
En La Pasión Cultural nos cuidamos de no tocar temas políticos. Pero hay uno que va a incidir directamente sobre el Festival. Ocurre que estamos a la vuelta de las próximas elecciones. Todo parece indicar que el año que viene nuestra particular área de influencia volverá al Estado con nuevos bríos. De ser así es hora ya, sólo hablo aquí de los asuntos del Festival, de escuchar al sector diciéndonos qué les gustaría que ocurriera con su Festival de Teatro. No permitiremos, por un asuntos de ética, crítica alguna. Solamente publicaremos sus ideas y sugerencias para futuros Festivales.
Si por casualidad no se cumplen los pronósticos de la influencia de poder que estoy vaticinando, sus sugerencias y las mías servirán de todos modos, porque habrá cambios en el gobierno cultural, es indudable. En uno u otro sentido. Por mi parte, mañana me daré una vuelta por la cede central del Ministerio de Cultura para ver si la actual decoración en cierto espacio es de mi grado, porque como también acostumbra a decir Juan María Almonte: «como que huelo bastante a poder». Aunque Reynaldo Disla, del otro lado, estará diciendo lo mismo.
Giovanny o Reynaldo ¿he ahí la cuestión? |
¡Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja!
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