domingo, 9 de agosto de 2009

La Dirección Teatral 4

Consejos y premisas
El análisis:
A aparte de la búsqueda de los hechos principales dentro de las obras, el descubrimiento de las condiciones dadas y la vida anterior a la obra de los personajes, el Director Teatral debe procurar que se obtenga:
1- Sinopsis de la obra.
2- Sinopsis de cada escena. Sus objetivos.

3- Respuestas a las cinco preguntas del personaje
: ¿Quién soy?/ ¿Por qué soy o estoy?/ Cuándo soy o estoy?/ ¿Dónde soy o estoy?/ ¿Cómo soy o estoy?

5- El Gesto social del personaje.
6- El Gesto fundamental.

Para que estos últimos tengan buenos resultados, y para que el actor visualice la idea gráfica que tiene de su personaje, siempre es conveniente que se dibuje en un papel la manera que ve el actor la gramática visual de sus personajes.
7- Las líneas del personaje (Externa e interna): Se trata descubrir todo lo que bulle en el interior de los personajes y lo que ellos aparentan ser.
8- Antecedentes históricos de los personajes.
9- Los hechos importantes.


Nota: Evítese el socorrido vicio de llegar a interpretar a los primeros ensayos. Estos son trabajos de estudio. Como no conocemos el perfil del personaje, si comenzamos a interpretarlo en esas circunstancias, lo viciamos.

Ensayos de pies:
Luego de dominar estos elementos del ensayo de mesa estamos listos para experimentar en el escenario. Siempre es recomendable empezar con acercamientos del elenco hacia sus personajes y las situaciones estudiadas.
Constantemente debemos ir relacionando los ensayos de pies con los elementos del estudio. La ubicación de los estilos, las escuelas teatrales, la construcción teórica de los personajes, las caracterizaciones, los gestos acordados, los nombres de las escenas acordados, etcétera; deben coincidir con lo proyectado en los ensayos. El Director debe vigilar que todo lo establecido se vaya cumpliendo. El ensayo es una sistematización y una experimentación.
Desde luego que crearemos en ellos, pero siempre partiendo de aquellas premisas que establecimos en los estudios iniciales y en los ensayos de mesa.

Disciplina y actitud en los ensayos:
Es imprescindible mantener una rígida disciplina teatral en el trabajo diario. Cuando un actor llega tarde a un ensayo, sin realizar sus tareas o con una actitud indigna del trabajo teatral debe ser despedido. Sus faltas nunca son individuales. Estas van a incidir directamente en todo el elenco.
Cuando un actor o una actriz ya está comprobando todos sus elementos y algún compañero del elenco aún está memorizando su parlamento, esté está creando obstáculos peligrosos a quienes han avanzados más en el trabajo.
Es un vicio execrable el que tienen ciertos actores de ir a inventar al ensayo. Las escenas, como tareas, se planifican en nuestras casas. Solamente vamos a exponerlas y comprobarlas en el ensayo.

El Director debe procurar que el actor se “desconecte” del mundo exterior durante las horas de ensayos. Su pensamiento, su energía, sus sentimientos, sus emociones y sus preocupaciones tienen que estar dentro de la escena. Para ello es necesario crear el ambiente adecuado para todos. Nada de beeper y celulares. Todo aquello que distraiga la concentración de la atención de los actores debe ser evitado en los ensayos y las presentaciones. De hacerlo veremos resultados catastróficos cuando abramos el telón.
Es el Director Teatral quien debe vigilar para que estas reglas se cumplan sin privilegio alguno. Y esto lo incluye a él.

En mis ensayos cuidamos que no se fume, porque muchos actores que no lo hacen sufren las consecuencias. No permitimos nunca bebidas alcohólicas, porque todos los sentidos de los actores deben esta al servicio de la obra. Hay que tener cuidado con los perfumes. Muchos actores y actrices son alérgicos a ellos. Cuidamos la garganta del actor.
Una lesión ahí o en cualquier otro órgano del cuerpo de un individuo teatral repercutirá en todo el conglomerado que interviene en la realización que se practica.
Pero él mismo Director debe dar el ejemplo. Nunca debe por su culpa atrasarse el inicio de un ensayo. Nunca debe permitir que el ensayo se convierta en un lugar de tertulias ajenas a la puesta en escena y evitar a toda costa enemistades entre miembros del elenco. Los actores y actrices tienen que confiar uno en el otro. La esencia del teatro lo convierte en un arte colectivo. Hasta en los monólogos el actor o la actriz trabaja con un grupo de personas a su alrededor.

Nota: Nunca, nunca, bajo ningún pretexto debe un actor ensayar de pies con el libreto en la mano. En esta fase de la creación teatral ya el texto tiene que estar memorizado. (Creo que me faltó decir: ¡Carajo!)

La presentación:
Siempre debe llegarse al teatro con varias horas de antelación para poder realizar los ejercicios de calentamiento o concentración que la puesta en escena requieran. Además, tenemos que hacer una cuidadosa transición entre la “contaminación social” que recibimos del mundo no-artista y el proceso de la invocación de las emociones.
Un paracaidista jamás permite que alguien prepare sus pertenencias antes de saltar. En esa preparación él arriesga la vida.
Un actor nunca debe permitir que alguien le prepare los elementos que usará en escena, debe revisar personalmente esos elementos. Quien saldrá a escena, finalmente, es ese actor o esa actriz. Nadie mejor que ellos saben exactamente lo que utilizan, cuando y cómo.
Los actores no se aislan de sus compañeros de obra. La interacción con los demás es imprescindible.

Nota: Estos apuntes y premisas no tienen la intención de convertirse en cátedras. Lo único que su autor pretende es presentar consideraciones generales sobre el trabajo del Director Escénico. En las próximas entregas les contaré sobre la historia del Director Teatral y revisaremos trabajos y conceptos de algunos de ellos.

No hay comentarios: