martes, 9 de julio de 2013

Tony Raful: ¡Formidable conferencia de Giovanny Cruz!


"Por el misterio de la rosa, que prodiga el color y que no lo ve..." dice un verso de Borges en su "Otro poema de los dones", que nunca puedo dejar de aplaudir. 
Hoy, el inmejorable poeta Tony Raful me ha distinguido con un artículo que ha publicado en el Listín Diario.
Estaba haciendo en mi casa las labores codianas dada mi condición de artista: leer, escribir, reflexionar, publicar, corregir, botar los textos que no sirven, diseñar y cocinar.
Así las cosas, leí tarde, a la 1:30 pm, la entrega de hoy de mi entrañable hermano y gran intelectual Tony Raful. 
Siento ser un tanto raro: a veces pasional, a veces frío. Generalmente me dan un pito las críticas adversas y soy cauto, muy cauto, con las alabanzas (por aquello de que "el hombre acaricia el caballo para montarlo" y porque he comprendio que el único éxito de un escritor, apenas dura el minuto que transcurre una vez terminada su más reciente creación). Pero en esta ocasión, sin embargo, voy a confesar, sólo a los amigos, que Tony logró conmocionarme... mucho. Con algo del natural rubor que la circunstancia determina, os dejo la entrega de Raful en el Listín Diario, la cual siento un tanto inmerecida.

¡Formidable conferencia de Giovanny Cruz!

http://www.listin.com.do/puntos-de-vista/2013/7/8/283762/Formidable-conferencia-de-Giovanny-Cruz

Tony Raful

Giovanny Cruz es un artista, un trashumante de capa y espada, por su mente cruzan veloces todos los artificios de la imaginación creadora. Amante del buen teatro, de la buena música, de la gran poesía, cultor de todas las utopías, siempre ofrece  su hombro solidario para llevarlas a buen destino o alcanzar en algún recodo del camino, la ígnea flor violácea de todos los oprimidos.

Discurseador, polemista, humorista, bailador de bachata y son; ríe a carcajadas y suele reírse  de sí mismo, enamorado pertinaz de una belleza saltarina o de una cortesana primorosa. Tiene amanecidas contadas frente al mar, haciendo que el alba llegue en los ojos y en la piel de una mujer. Es oráculo y hechicero, tiene las pócimas de los aquelarres, pavimenta los sueños, convoca veladas, apela a los duendes, cruza los brazos, hace gestos extraños como poseído por algún aura mágica, y despide a los demonios. Es cocinero de estirpe. Hay que dejarle las noches culinarias para los platos más exquisitos, las combinaciones más sorprendentes.



Es actor de calidad, uno de los más  importantes dramaturgos de nuestra historia teatral. Es cuentista, narrador, escritor, difusor cultural, tiene la página digital cultural más completa de la nación. Lee con fruición a Borges y ama a Camus. El poema de los dones lo recita ensimismado. Para enamorarse, no deja de llevar en su mochila de seductor los versos de amor de Paul Eluard.
Hace algunos años abordábamos la figura augusta del patricio. No lo convencía del todo el Padre de la Patria. Cuestionaba algunas ausencias en momentos decisivos. No lograba aquilatar la reciedumbre  de gladiador de Duarte. Se le debilitaba la imagen procera cuando más requería de su entorno viril. Se le alejaba en el exilio cuando más lo necesitaba desandando cordilleras o ensenadas. Eran  discusiones interminables. No podía morir tranquilamente. Debió inmolarse en el Cercado. O ser fusilado  por el déspota Santana. O caer en un caballo blanco cruzando las líneas del enemigo, arma en ristre como Martí en Dos Ríos. Los héroes no pueden envejecer, decía Giovanny. Hay una estela dimensional en  la historia y en las estrellas que signa su tragedia y su gloria.
Giovanny acaba de escribir y pronunciar una  conferencia magistral, decidió investigar y conocer de primera mano la historia del teatro dominicano en el ciclo de la independencia nacional, en las luchas nacionales por la cristalización de una Patria soberana. Y se encontró de frente con Duarte y se percató que a Duarte corresponde, el primer uso dado al teatro en nuestro continente, como un arma política y revolucionaria. Y observó que luego de fundar La Trinitaria en 1838, creó la Sociedad Filantrópica, cuyo fin real fue adoctrinar y propagar las ideas nacionalistas. Giovanny reseña la labor de Duarte, como apuntador y mentor de las realizaciones teatrales de “La Dramática”. Integró a los trinitarios a la representación de la obras para crear conciencia patriótica entre el pueblo.



Duarte, apunta Giovanny, tuvo la experiencia en su estadía en Europa de ver la reacción de los espectadores ante las manifestaciones, acciones, parlamentos y argumentos, que importantes teatreros comprometidos con las causas libertarias presentaban en diferentes escenarios. Giovanny aporta como un dato esencial la participación de actores venezolanos contratados por los trinitarios para darle calidad y profesionalidad escénica a las representaciones, José Ferrer y Cecilia Baranis.
Fue así como se representaron piezas teatrales como “Bruto o Roma libre”, del conde Vittorio Alfieri. La trama de esta tragedia clásica, versificada en cinco actos, ocurre en el foro romano, en el cual Bruto inflama cada aclamación: “Libertad o muerte/no os queda otra elección”. Así también  presentaron, “Un día del año 1823 en Cádiz”, donde se difundía  consignas  e ideas que promovían la lucha por la libertad.



La Sociedad Dramática presentó también “La Viuda de Padilla”, de corte libertaria, insuflada en la sublevación en procura de las libertades de Castilla, en el contexto de las Cortes de Cádiz de 1813, inspirada en Doña María, viuda de Padilla, que prefirió la muerte a la sumisión. Giovanny recalca la del criterio, de que, casi todos los procesos independentistas de América, fueron decididos y planificados proyectos masónicos, y por lo tanto, liberales y avanzados. Realza la figura de Duarte, su visión histórica, su aporte social, cultural y humano. Se declara un hombre agradecido por el sacrificio de Duarte, sus trinitarios, sus filantrópicos y sus dramáticos.




Gran aporte de Giovanny a la historia cultural del teatro dominicano y a la lucha por la libertad. Gran reencuentro con Duarte en los linderos de la gloria.

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