sábado, 22 de marzo de 2025

¿Y cómo le explico a los duendes que Iván García se ha ido?

¿Y cómo le explico a los duendes que Iván García se ha ido?

Por Giovanny Cruz Durán.


Si. ¿Cómo se lo explico cuando fue siempre el rey verdadero de los gnomos?  El anciano de risa escandalosa para semejarse a un niño. Si. Ese Iván que introduce la vanguardia en la dramaturgia teatral de Hispanoamérica. Si. Ese duende gigantesco que enseñó todo y nos enseñó a tantos. Esto, porque nunca fue miserable con su inmenso conocimiento, con toda su cultura. Su biblioteca estaba siempre abierta. También su corazón. Desterró de su vida sentimientos mezquinos como el odio, la envidia y la tristeza. Su nobleza y bondad eran leyendas. Y no lo digo ahora para cumplir con los insoportables rituales de la muerte. Esos rictus terribles que han iniciado para que no tengamos ya dudas que Iván García se nos acaba de perder en un recodo ignoto del camino.

Como buen renacentista, no hay una sola disciplina del arte que no cultivase, ni pretendiera que todos asumiéramos. Nunca fue bueno bailando en los salones; pero sí pudo hacerlo en muchos escenarios. 

Ahora, sus súbditos en el reino de los elementales (gnomos, ondinas y silfos) tendrán que esperar se cumpla el proceso de la transición definitiva para que Iván sea el gran protector universal. Así, porque a donde quiera que en verdad trascienda (si acaso es cierto que lo hacemos) Iván estará, sin dejar nunca de reír, soplando buenos alientos a la tierra.  Un hombre de bien. De bondades absolutas. ¿Cómo explico a los actores y actrices que ya no podremos verlo o tenerlo entre nosotros? ¿Cómo llamo a Carlota,  María, Salvador, Lucía, Elvira, Lidia, Exmin, Giamilka, Amarilis, Fausto, Indiana, Lebrón, Paula, Augusto, Nilleny, Johnnié, Bonilla, Henssy, Robinson, Henry, Juan Carlos, Arturo, Disla, Clara. Canek, Xiomara, Claudio, Karina, Juancito, Isabel, Arturo, Ernesto, Yorlla, Vidal, Jorge Santiago, Teo, Amauris, Lillyanna, Kenny, Germana, Basilio, Francis, Micky, Chapuseaux, Yanela, Carlos, Dante, Orestes, Wilson, Félix; entre muchos, para decirle que a Iván García ya no lo podremos ver con vida? 

¿Quién, quién, quién será ahora tan valiente que irá donde Franklin Domínguez para informarle que Iván se ha escapado de este mundo? ¿Quién, quién, quién? Me ofrecería si pudiera hacerlo sin llorar.

Bien, tendrán todos esos duendes y hadas que aceptar, si fuese posible, que hoy no lo tenemos. Pero… ¿y mañana? ¿y luego de mañana? De esa angustia, al parecer, ya nunca nos vamos a librar.

Iván, el de “Interioridades, “Los tiranos”, “Un héroe más para la mitología”, “Un Quijote para todo el mundo”, “Andrómaca”, “Soberbia”, “La guerra no es para nosotros”, “La fábula de los cinco caminantes”, deja un profundo abismo en la dramaturgia del planeta. 

—Iván, si puedes escucharme todavía, dime dónde buscar tu adaptación de “Romeo y Julieta”. La he perdido y es la mejor adaptación que se ha hecho en nuestro mundo de esa obra de Shakespeare.

Divago. Lo reconozco. Es que todavía no sé por dónde comenzar a reunir las palabras para convencer a los actuantes que en los escenarios no tendremos uno de sus portentos. Así es. Quizás nunca puedo yo, parlante miserable, encontrar los vocablos para explicar a los duendes escénicos que Iván García ya no es uno en este plano de la existencia.

¡Cuánta tristura! ¡Cuánto angustia! ¡Qué desasosiego tan grande por el amigo que hoy ha cerrado su particular… 

¡Telón!