lunes, 16 de septiembre de 2019

Segunda premisa inmutable: Lectura y estudio del texto

Segunda premisa inmutable para el actor:
-Lectura y el estudio del texto-
Por Giovanny Cruz Durán
Narrador, poeta, dramaturgo, actor, director y maestro actoral




El teatro es una síntesis de artes que exige un arte de la síntesis
                                                      Joan Doat

Lo primero que en el teatro llega a tus manos es el Texto Literario. Luego este se convertirá, con tu trabajo, en Texto Dramático.

Antes aceptar actuar en la obra e iniciar el proceso de interpretación, debes leerla correctamente.

     —¿Cómo hacerlo?

El primer contacto con el texto es de capital importancia, como la zapata para cualquier edificación si no está bien construida habrá una catástrofe. Cuando  tengas el libreto por primera vez en tus manos léelo sin ideas preconcebidas. Esta será una lectura plana y sin grandes expectativas. Procura dejar que la pieza haga su trabajo. No le pongas nada tuyo, deja que te impresione como a un lector corriente. Así como el público, luego, recibirá la realización final, debes tú recibir la obra en el encuentro inicial. Lee el trabajo del dramaturgo tal y como lees narrativa: sin involucrar mayores emociones y compromisos.



¿Qué buscar en la primera lectura?
Octavio Paz proclamaba que en la buena literatura los personajes no se muestran reconciliados consigo mismos, sino con el alma hecha jirones. En el teatro tiene que haber un conflicto, ahí está lo especial de nuestro asunto. Es el conflicto lo que provocará asombro e interés de los espectadores, destino final de cualquier pieza teatral.

Hay un personaje sobre quien recae directamente la acción o el conflicto de la obra. A ese llamamos Protagonista. Él es quien tiene la mayor relación directa con el conflicto, sin que importe la cantidad de parlamentos que tenga en la obra en cuestión. No importa, siquiera, para ser visto como Protagonista que la obra lleve por título su mismo nombre. Descubre quién en verdad es.

Hay otro personaje que hace oposición a las verdades del Protagonista, a este llamamos Antagonista.

En toda obra bien escrita existe una tercera fuerza que procura equilibrar entre los personajes en pugna. En tu primera lectura de la obra tienes que descubrir sin dificultades el triángulo conflictivo, en cuyo espacio discurrirá el conflicto y la trama.

     —¿La planteó y desarrolló correcta y fluidamente el dramaturgo? ¿Es bien  
     conducida hacia el final? ¿Es éste el resultado del proceso? ¿Te quedó claro  
     el objetivo real de la historia que cuenta la obra?

Si estás conforme con todo esto, entonces puedes pasar a la segunda etapa, una segunda lectura. De no, olvídate de esa pieza teatral.
Un detalle: tal y como nos enseñó Aristóteles, el teatro es el arte de la acción. Las obras en las cuales predomina lo narrativo son deficientes. Tiende a ocurrir cuando escritores de otras disciplinas intentan escribir teatro o cuando queremos llevar cuentos al escenario sin ser correctamente adaptados. El dramaturgo es un escritor especializado.
Da a la obra su segunda lectura procurando analizar los perfiles sicológicos de los personajes y tratando de comprobar si las líneas de acciones de ellos, efectivamente, engrosan a la Línea Ininterrumpida.



La “pureza” textual de los personajes:
Cuando el dramaturgo perfila un personaje, pierde parte de su hegemonía sobre ellos. ¡Ni el padre creador puede traicionar a su criatura! Los personajes adquieren, entonces, determinada independencia.
—¿La tienen en la obra que estás leyendo? ¿No está el dramaturgo asignándoles palabras y acciones divorciadas de su propia esencia?
Si estás conforme… llama al productor, o escríbele una nota por WhatsApp, y dile que trabajarás en su producción.

Lectura especializada y comprometida:
Ahora sí podrás hacer anotaciones y buscar especificaciones en el libreto de la obra. Debes ahora leerla desde la óptica de tu personaje.
—¿Qué buscar?
. Los hechos importantes: Es lo que en el cine llaman puntos de giro. Son esas sacudidas argumentales que el dramaturgo pone para ir despertando el interés de los espectadores. Cuando estos no están, la obra tiende a resultar muy plana y aburrida.
  
. Perfil de los personajes: Te he hablado de los aspectos psicológicos de ellos; pero hay otros detalles. Los personajes tienen actitudes claras, fácilmente identificables; se trata de lo que es obvio que vienen a hacer en cada escena (Línea Externa) y lo que es su verdadero motivo (Línea Interna). En el teatro esto es como una ley de leyes.

. Gesto Social (aporte de Bertolt Brecht): Son singularidades que tienen los personajes dependiendo del grupo social en el cual están ubicados. La realeza, la burguesía, la pequeña burguesía trepadora, los celosos, los oportunistas, los militares; etcétera, se comportan de diferentes maneras. Ubica, desde tu óptica cultural, el grupo social en el cual está tu personaje.

. Gesto fundamental: Luego del social, el personaje tiene actitudes que les son únicas. Tienes que descubrirlas. Este será su sello… y el tuyo.
Otro detalle: cuando lees una obra, siendo como actor el artista que mejor domina la palabra, debes conocer el significado de todas las que están en la pieza.

Otros aspectos a tomar en cuenta:
Lenguaje y estilo.-
Las piezas teatrales definen en sí mismas su propio lenguaje. Este dependerá de los objetivos que persiga el autor, de la época, del país y los personajes. Te en cuenta que hasta el lenguaje cotidiano que utilizas es en verso. Igual ocurre en el teatro. Cuando violas la construcción gramatical del autor, estás alterando su natural versificación. Si por cualquier necesidad debes variar oraciones de la pieza que ocupa tu atención, ten en cuenta los versos intrínsecos que llevan. Esto es para no variar el ritmo interno del texto.

Aparte de los estilos literarios tenemos: tragedia, drama, comedia, sátira, melodrama, paso, entremés, autos sacramentales, etcétera. Dentro de estos géneros teatrales hay, también, otros subgéneros. 

Tiempo y espacio.-
-Las obras ocurren en un tiempo específico. Si el dramaturgo es adrede anacrónico, debe tener una lógica que lo justifique.
-Las escenas transcurren en un tiempo teatral.
-Las piezas tienen su propio espacio vivencial. Este hecho determina características singulares en los personajes.
-En la realización escénica las obras ocurrirán en un escenario específico. Un dramaturgo puro tiene claro las limitaciones de espacio que tiene el teatro.

Convencionalismos teatrales.-
-El más notorio es el de los apartes. Los personajes dicen parlamentos que los demás personajes, supuestamente, no escuchan.
-Una coma determina un inflexión.
-Tres puntos es una pausa muy breve.
-Una pausa es un corto silencio.
-Un silencio es un tiempo más largo sin palabras.
-El teatro es un convencionalismo cuyas “verdades” son simplemente escénicas.

En la próxima entrega te hablaré de Ensayo de Mesa, Acotaciones y Condiciones Dadas”. Es que ya estoy un poco cansado y voy a cerrar el…

¡Telón!

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