Carlos Andújar es un reconocido sociólogo (graduado con honores en París), antropólogo cultural, escritor y catedrático dominicano que llena de orgullo este país nuestro. Saber que podemos contar con un intelectual de tanto renombre y sapiencia es un aliciente en un país en el cual el Conocimiento aún no es una constante.
Carlos Andújar nos honra al enviarnos, por solicitud nuestra, un agudo y brillante artículo titulado «Las redes sociales y los nuevos tiempos». ¡Bravo, bravo, bravo por Andujaú! Nadie esperaría menos de él.
Es innegable el poder de convocatoriadesarrollado por las redes sociales a través de las distintasdirecciones del Internet, sus redes sociales (facebook, youtou) y mascategórico resulta la dependencia generada entre las nuevasgeneraciones por esta forma impersonal de comunicación.
Al principio las redes socialesparecieron un medio expedito de ampliar el espectro de relacioneshumanas y sociales permitiendo estos medios extender hasta limitesimpensables los contactos personales, dialógicos y culturales.
Igualmente interesante resulta saberque estas formas modernas de socialización han coartado otrasmaneras tradicionales de encuentro e intercambio humano, sin embargolas nuevas generaciones, contrario a los pronósticos fatalistas desu posible capacidad alienante, ha ido sacando capital a latecnología, reduciendo los esfuerzos , las distancias, lasnacionalidades, los prejuicios frente a los criterios normativosconvencionales, para crear verdaderas redes sociales, capaces deconvocarse mas en el ciberespacio que en los sitios públicos realeso los familiares y de los grupos primarios.
Las muestras de la fuerza de estosnuevos mecanismos de comunicación son visibles como infieren losúltimos acontecimientos acaecidos más allá de sus usos inicialespara serlo también extrapersonal e impersonal al mismo tiempo.
Los resultados no se han hecho esperary los movimientos sociales sucedidos en la franja del mundo árabe sehan movilizados gracias a las redes sociales. Vimos cómo losgobiernos afectados enfrentaron su nuevo adversario, limitando ycensurando la información suministrada y convirtiéndose en nuevossujetos sociales tan importantes que uno de sus protagonistas, eljoven responsable de facebook, fue el invitado de honor a la últimareunión del G8 en Francia en mayo 2011.
Limitar el alcance de las modalidadesde las redes e Internet, consultar los expertos para buscar salidasde control a estas formas nuevas de comunicación, fue parte de laagenda de esos gobernantes poderosos, dueños del mundo, pero no seha analizado que a pesar de ello, hubo de citarse a uno de lossubversivos modernos pues ya el otro, wikipeak, está detenido porhaber socializado información secreta de la diplomacia internacionalque convulsionó el mundo político y hasta las relaciones entre lospaíses.
Ese reconocimiento obliga a nuevasvaloraciones acerca del impacto y la influencia de estas redessociales que cuestiona a la vez la pasión y dispersión que seorigina como parte de un uso abusivo por parte de los públicos y enespecial los jóvenes, aquellos que mantuvieron en jaque a la clasepolítica española en medio del proceso electoral recién pasado yque se reunieron en las distintas ciudades a través de las redessociales, el teléfono celular y la computadora, llamados losinconformes y que gravitaron en el resultado del proceso electoral.
Subestimarla como expresión de nuevossujetos sociales es un error, censurarlo resulta peor el medicamentoque la enfermedad, de lo que se trata es de montarse en la ola paraavanzar con los interese y códigos comunicativos de estas nuevasgeneración portadora de esperanza, y tal vez de una nueva utopía ypor que no, de un nuevo paradigma, mas que ideológico,humano-tecnológico.-
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