Aparte de mi condición de escritor y teatrero, dentro de mi se mueve un inquieto espíritu que cree en la Ciencia. (He escrito varias veces que hice estudios, no concluidos, de Química.)
Sin embargo, reconozco que hay fenómenos y hechos que la Ciencia, o las informaciones, no arrojan todavía explicaciones.
Confieso que suelo dudar de muchas creencias. Por ejemplo: la mayoría de las curaciones "milagrosas" de estos tiempos no son tales. Cuando se las investigas casi ninguna pasa la prueba de la verdad. Hasta los religiosos a cargo prefieran ya decir que los verdaderos milagros de Fátima o Lourdes están en la paz que los visitantes encuentran en esos lugares. La Ciencia ha requeteprobado, con grandes resistencias de no pocos, que el llamado Sudario de Turín no corresponde a la época en la que habría vivido Jesús de Nazaret.
Empero, repito, hay muchos asuntos por todo el mundo que no tienen explicaciones plausibles todavía: El caso de varios muertos (los llamado Incorruptibles) que sin haber sido momificados con procedimientos químicos permanecen prácticamente inalterables. Lo mismo podría decir de apariciones de energías (fantasmas) cuyas manifestaciones están documentadas. En mis muchas investigaciones sobre la Magia Dominicana he encontrado situaciones y hechos que este casi químico no puede explicar racionalmente. Son asombrosos atributos especiales de ciertos humanos, que no pueden ser aún codificados por investigadores reconocidos.
La escritora, crítica de arte y maestra de danza Carmen Heredia me ha remitido datos e imágenes de una escalera milagrosa, construida en la ciudad de Santa Fe (Nuevo México, USA), que me han parecido apasionantes y muy interesantes. Hice, antes de decidirme a publicar la historia gráfica en cuestión, algunas investigaciones y, ciertamente, no he encontrado explicacion razonable al tema este de la escalera milagrosa. Publico la historia dejando en libertad a todos los pasionarios y pasionarias de creer o no en estas informaciones, aunque siempre aconsejo no cerrar todas las puertas a cualquier información de este tipo, sin antes haber realizado determinadas ponderaciones.
Nunca me he confesado realmente ateo; pero sí un dudante angustiado que ha pretendido "creer" sin encontrar respuestas a muchas de mis serias dudas.
Aclaro esto para colocarme fuera de sospecha de cualquiera "conspiración" que se pueda atribuir a la gráfica historia que contaré hoy, viernes de cuaresma, en La pasión Cultural.
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