martes, 26 de noviembre de 2019

Cena en el Día de Acción de Gracias

Cena en el Día de Acción de Gracias
Por Giovanny Cruz Durán.


Las celebraciones del Día de Acción de Gracias son comunes entre casi todas las culturas después de las cosechas. La historia de la Acción de Gracias en América del Norte tiene sus raíces en las tradiciones inglesas que datan de la Reforma protestante. Tiene una categoría como de festival colectivo de cosechas.

Este tipo de ceremonia también se hace en la actualidad en Alemania, Japón, islas del Caribe y otras muchas naciones.

No hay un día específico para celebrar este ritual festivo. Ocurre el último jueves de noviembre. En este año sería el 28 de este mes.

Muchos en la América Hispánica satanizan dichas celebraciones, alegando que no corresponden a nuestras tradiciones cristianas ibéricas. No obstante, las celebraciones para dar gracias por las cosechas y la prosperidad que esto conlleva son, en realidad, tradiciones paganas que se remontan a los primitivos hombres inteligentes. Hay indicios muy precisos que también las organizaban los fenicios dos mil años antes de Cristo. 

Unos 430 años antes antes de nuestra Era, historiadores y sabios griegos se quejaban de que en Grecia había más días de celebraciones que fechas de cosechas. Una de ellas, la celebración por la recolección de la uva, se hacía en honor a Dionisios, un enigmático dios de origen popular que se convirtió en el referendo divino de las artes escénicas.

Ocurre que los nativos norteamericanos, los indígenas de resto de América y los taínos del Caribe también hacían fiestas de celebración y gracias por las cosechas.

Mitra o Sol Invictus
Cabe señalar, en el tema que nos ocupa, a aquellos que defienden el respeto a las tradiciones cristianas españolas en contra de lo que se indica ahora como “penetración social norteamericana o inglesa”, que las fiestas que hacemos conmemorando el nacimiento de Cristo, corresponden realmente a las tradiciones romanas. Jesús habría nacido, hasta donde puede suponerse, en el mes de marzo. Quien habría nacido el 25 de diciembre fue el dios único romano Mitra (Sol Invictus). Para complicar todavía un poco más el asunto, ocurre que Mitra tampoco era romano. Ellos lo conocieron y adoptaron en Persia y la India. Luego del solsticio de invierno se celebraba el festival por el renacimiento del sol, hecho que ocurría entre el 22 y 25 de diciembre.

¡Hasta el domingo es pagano! Según un edicto, el 3 de noviembre del 383 fue declarado día de descanso, el “dies solis” (Día del Sol), renombrado como “dies dominicus” (Día Domingo). En inglés es más claro aún: SUNDAY=Domingo, 
SUN=Sol, DAY= Día. O sea: Día del Sol... o Día de Mitra.

¡Definitivamente el mundo es un pañuelo en el cual habitan todos los abuelos!

Visto así, los adversarios gringos pueden quitar el sello maculante a la actividad del Día de Acción de Gracias y brindar con la familia y amigos, si gustan hacerlo. Dar gracias por la cosecha, la esperanza, la salud y la prosperidad siempre es bueno. Encontrar motivos o excusas para reunir a familiares y amigos y celebrar la vida es muy bueno.

Confieso que, por pruritos ideológicos, me había resistido a conmemorar el Día de Acción de Gracias durante años. Pero ahora si lo hago. 

El pavo es el protagonista de esta celebración, que se hace el cuarto jueves de noviembre.


Admito, en secreto, que ya tengo al pavo marinando con romero, perejil, ajo, cebolla, tomillo, naranja agria y mantequilla. Lo serviré con una salsa verde y mi especial salsa de moras. Lo haré acompañar de papas a las hierbas, crema de calabaza, champiñones al ajillo, arroz al limón, pan campesino, ensalada, buen pan, batatas caramelizadas, uvas, fresas y moras; vino tinto y blanco, cava catalán y sidra.

Sin embargo, para que los demás no descubran mi secreto, voy a correr ahora mismo frente a mi casa un tupido…

¡Telón!

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