Conflictos por la herencia de Freddy Beras
Hoy salió, finalmente, a la luz pública el conflicto que
tienen, lamentablemente, los herederos de Freddy Beras Goico. Acento.com lo acaba de subir a su
servidor digital.
El tema es de mi interés porque es harto sabido mi relación
laboral (diez años trabajando en “El
Gordo de la Semana”) y amistosa (más de 30 años) con el nunca suficientemente
admirado Freddy Beras.
Estoy seguro de que si efectivamente hubiese alguna
chispa de conciencia entre aquellos que
mueren, Freddy debe estar llorando en su tumba por el derrotero que ha tomado
el asunto de su herencia.
Según plantean tres de sus hijos (Freddyn, Ernestico y
Deyanara), ellos han agotado todos los recursos de persuasión, durante dos
años, para evitar llegar a los tribunales de la República, como
indefectiblemente ha ocurrido. ¡Una lástima!
Recuerdo que varios de nosotros (Quiñones, Tutín Beras Goico
y el suscrito.) sugerimos a Freddy, en disímiles ocasiones, dejar un testamento;
pero él siempre nos decía: todo lo mío
está claro, la mitad es de Pilar (de los bienes adquiridos durante su
matrimonio) y la otra parte es de mis
hijos.
La experiencia nos ha enseñado que sobre los bienes
heredados los conflictos son más frecuentes que lo que se desearía.
En momentos en los cuales necesitamos recordar al
"Gordo" con todo el cariño cosechado, la admiración señalada y la
labor realizada; es penoso ver a sus descendientes debatir su pequeña o gran
fortuna.
Por supuesto que este escritor y artista prefiere no tomar
partido en esta disputa. Nadie debe hacerlo puesto que los tribunales, repito
que lamentablemente, ya fueron apoderados.
A mí, particularmente a mí, me gusta mucho la máxima entre
abogados de que "el mejor pleito es
el que no se libra, es el que se negocia."
Ojalá que la memoria de Freddy y todos los recuerdos de sus
acciones procurando un mejor país, todavía ilumine las mentes de sus
descendientes y que el conflicto aún pueda llegar a la mesa de negociación.
Hacer un último esfuerzo en este derrotero es plausible y Freddy, en su tumba,
bien lo merece. De no, sepan todos, podría ser que él se sacuda en ella por los
siglos de los siglos.
No sé quién, pero alguien debe mediar en todo esto. Yo no
podría. Es tanto el dolor que siento ante esta noticia, que no podría
participar en todo esto. Ni, siquiera, creo que los involucrados prefieran tal
mediación. El sentimiento me compromete demasiado.
Me he atrevido, por esta única ocasión, a plantear
abiertamente este asunto, dada la publicación que hizo Acento del caso que nos ocupa. Pero
no volveré a intervenir. Nadie, si no es para tratar de lograr un salida
negociada, debe meter cuchara en todo esto. Que a nadie se le ocurra tirar anzuelo
en las aguas tumultuosas que ahora rodean esa inmensa y soleada isla que fue
Freddy Beras Goico. Porque si eso ocurriera, entonces, este fiero guerrero del
Arte y la Literatura, sacaría sus mejores y armas e iría a combatir por el
honor del amigo que ha partido y que jamás —¡jamás!— debe ser mancillado.
¡Telón!
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