jueves, 11 de noviembre de 2010

La vida o ¿el otro extremo de la muerte?




El sólido intelectual, historiador y educador Miguel Collado nos honra al enviarnos un artículo-reflexión sobre la vida y la muerte, a propósito del doloroso fallecimiento del poeta y artista Rubén Echavarría. Se trata de un trabajo profundo propio de la cultura y sapiencia de este autor y buen amigo dominicano. La pasión cultural abre hoy sus espacios para uno de los grandes.

 

La vida o ¿el otro extremo dela muerte?
Por: Miguel Collado
 

Inmemoriam al amigo Rubén Echavarría


La que grita y  se escandaliza es la vida;
la muerte es toda silencio”.
Rafael Abreu Mejia.

La vida es la suma de infinitos fragmentos vitales unidos por unhilo invisible que nos mantiene atados -y a veces vagando- en este vastouniverso que habitamos. Cada acto del hombre está conectado con otro anterior oposterior, aunque no lo perciba, aunque pretenda ignorarlo.
Con frecuencia es absurda la vida y tan irónica que auno le parece que los malos, y no los buenos, son premiados con la suerte. Esaabsurdidez y esa ironía se evidencian en el discurrir cotidiano del hombre:cuando está en guerra ansía la paz; cuando está en paz, busca irracionalmente laguerra.
¡Y es que el hombre es tan absurdo! Tanto que se afanapara obtener cosas en la vida que de ninguna manera se llevará a la tumba ynunca sabrá, después de muerto ya, qué destino tomarán.
Ahora bien, tal como señala el ensayista FedericoHenríquez Gratereaux, Lo que define la vida del hombre es una especie dededicación de su cuerpo y de su alma a un quehacer con sentido o finalidad.
Indudablemente, lo que perseguimos, lo que deseamos enla vida es lo que le da sentido a la misma, pero no debemos olvidar queintentando descubrir lo que realmente deseamos en la vida podemos correr elriesgo de desperdiciarla. Esa búsqueda infnita nos da vida y también nos llevaa la muerte.
El hombre –ese ser extraño que a diario atenta contrasu propia naturaleza- vive la vida desafiándola a cada instante, en unapermanente y nerviosa búsqueda que no siempre puede explicarse. Nuestra vidaes un camino que busca, tras la fugaz, lo eterno, escribe el olvidadohumanista dominicano Antonio Fernández Spencer.
Estableciendo la relación entre el hombre, la vida yla muerte, Erina, una escritora poco conocida, ha sentenciado: La vida no esmás que un punto donde el hombre espera el amor, la gloria y la fortuna; la queacude a la cita es la muerte. Con un dolor comienza la vida y con un dolortermina. Vivirla también suele ser doloroso, aunque poseamos sueños realizablesy amores correspondidos, pues la fortuna no siempre está a nuestro lado.
Se dice que el hombre vale por loque es, no por su fortuna ni por lo que aparenta; pero eso es lo que se dice –olo que debería ser- porque, paradójicamente, en la práctica la cosa esdistinta. Este hecho en sí carece de importancia, ya que lo revelante esentender el porqué pocas veces sabemos aprovechar las oportunidades que nos dala vida misma.
Para concluir esta breve reflexión sobre la vida, citemos una fraseaforística formidable de ese extraordinario escritor hispanoamericano llamadoJuan Bosch Gaviño:
 Al hombre le danuna única oportunidad con la vida, que es una sóla: una oportunidad de hacercosas en provecho de los demás, de hacer cosas que valgan la pena aunque seanpequeñas.

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