jueves, 18 de febrero de 2010

¡Devuelvan eso!


¡Devuelvaneso!
Por Giovanny Cruz

El país cultural, estupefacto, haestado leyendo en la prensa e Internet los pormenores, y susconsecuencias, del acto celebrado en el Palacio de Gobierno el martes 16de febrero, donde se declaraba a Santo Domingo como “CapitalCultural de América”.

Desgraciadamente la alegría que lasupuesta distinción presuponía ha sido desplaza por un sentimientode frustración y hasta de indignación.

Esto así, por que según hemos podidoleer, la declaración cultural de marras es un asunto antojadizo queotorga un grupo de publicistas, dirigidos por un tal Xavier Tudela ypor lo cual cobran unos 450 mil dólares. ¡Todo un negocio!

El señor Xavier Tudela es visto envarios países de América (Ecuador, Colombia, México, Canadá,etc.) prácticamente como un truhán que sólo busca cambiarnos“espejitos por dólares”. La prensa mexicana lo llamó "vendepremios". Algo que fue reseñado hasta en España.

La idea que tienen casi todas lasciudades donde el español Tudela ha ido con sus planes, es que ladistinción propuesta por él no es más que una transaccióneconómica.

Visto así, la famosa distinción no estal. Solamente es una tomadura de pelo de muy mal gusto. Y quizásalgo más: una estafa.

Los cuestionamientos publicados y lasinformaciones vertidas deslucen el acto celebrado en elPalacio Nacional. Esa vergüenza es imborrable y ya inevitable.

¿Qué hacer entonces?

Devolvamos lano-distinción de Tudela. En las actuales circunstancias el paísquedaría en entredichos si continuamos con los planes que en torno ala nominación de “Capital Cultural de América”se habían hecho.

Si la afirmaciones de autoridades,políticos, periodistas y culturólogos en decenas de países yciudades sobre el barcelonés Tudela son más o menos cercanas a laverdad, indudablemente que habremos hecho el ridículo. Pero a esono sumemos el deshonor de hacernos los indiferentes ante el hecho.

Aceptar la no-distinción de marras esuna deshonra en la que no podemos caer luego de lo sabido. De nadanos serviría el asunto sabiendo lo que hay detrás de la selecciónde la cual hemos sido objeto.

Todo parece indicar que las autoridades nacionales actuaronde buena fe pensando que a nuestro calumniado país convenía ladeclaración de “Capital Cultural”. Además, podrían haber sido inducida a error por parte de autoridades de la Universidad Cátolica Madre y Maestra, que fueron quienes les llevaron  los planes de Tudela. Empero, el derrotero que ha tomado elcaso nos es ahora totalmente desfavorable.

Si devolvemos la no-distinciónestaremos diciéndole al mundo entero que aquí sólo aceptamos lostítulos honorables. Que no necesitmos comprar "mercancias" de este tipo.

Las iniquidades, las trapisondas, elsoborno y el chantaje deben ser claramente rechazados en el presentecaso para que la Nación envíe un mensaje claro de su dignidad y su rechazo a todo tipo de Tudela-Conexion.

Seguramente perderemos los dólaresavanzados. Peor es perder la vergüenza que aún nos queda. 

¡Ay si! ¡Devuelvan eso!

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