Cuarta Premisa inmutable para el actor:
Las cinco preguntas del Personaje
Acciones Físicas y Psicológicas
Por Giovanny Cruz
Durán.
Una técnica actoral
es un conjunto de recomendaciones que te sirven para acortar caminos. Quienes las
han elaborado partieron de sus experiencias escénicas y la observación o
estudios de maestros actorales. La esquematización de tu trabajo como actor,
acortará un camino que sin este recurso sería tortuoso.
Las Cinco Preguntas del Personaje: constituyen, desde mi óptica, el eje
central del estudio del actor.
Primer detalle: Frecuentemente actores y actrices me
preguntan sobre qué hacer cuando el director de la obra desconoce o no aplica un
procedimiento técnico. Manejar esta circunstancia es sencillo en esta etapa.
Recuerdo haberte dicho que la mitad del trabajo del actor se hace fuera del
ensayo. El estudio de tu personaje es un tema particular. Aplica la metodología
que juzgues conveniente y llévale al director sólo el resultado.
Detalles y manejo de las Cinco Preguntas del Personaje:
1.
¿Quién o qué soy?
La pregunta busca identificar al personaje. La respuesta no es tan simple
como podría parecer. No es suficiente con decir “Soy Julieta. Nací en Verona y
estoy enamorada de Romeo.” La respuesta tiene que decirnos, en no más de dos
líneas, características únicas del personaje. Al construirla tienes que estar
identificando a una persona, animal o cosa que nada más existe uno en todo el
universo terrenal.
2.
¿Qué o por qué soy o estoy?
Sitúa la relevancia del personaje dentro de la trama. Una manera de
encontrar esta respuesta es tratar de imaginarte la obra sin tu personaje. ¿Qué
le ocurriría a la trama si tu personaje faltase? Te he dicho que el actor tiene
que ver a su personaje como el eje de toda la historia que se lleva al
escenario. Aquí se debe establecer ese asunto.
3.
¿Dónde estoy?
Busca situar al personaje sobre el lugar del planeta en el cual se
encuentra. Recuerda que la situación geográfica es determinante para resolver
los temas culturales y sociológicos de tu personaje. La respuesta a esta pregunta
estará directamente relacionada con el Plan
Maestro del director de la obra.
4.
¿Cuándo estoy?
Aquí también incidirá el Plan Maestro.
Procura establecer la época. Pero también entraña identificar el año y hasta
momento del día. No nos comportamos igual en un país o pueblo frío que un uno
cálido. Podríamos reaccionar diferente en la noche que en el día. No actuamos
iguales en otoño que en verano.
5.
¿Cómo estoy
Esta es, quizás, la más compleja de las preguntas. Tiene que ver con
situaciones sociales, culturales, filosóficas y psicológicas. La respuesta
saldrá luego de profundos estudios y grandes reflexiones.
Segundo detalle: Las respuestas a cada una de las cinco preguntas tienen que se cortas. Prácticamente códigos. Hacerle al personaje una biografía es un contrasentido. Cuando comiences a invocar las emociones, tu mente se negaría a retrotraer cientos de datos. Recuerda que ella estará muy ocupada resolviéndote la memorización del texto, las acciones, las condiciones dadas; resolviendo asuntos del ritmo, las entonaciones y la musicalidad de tus parlamentos. Por eso hablo de códigos. Palabras precisas, pero fácil de recordar.
En sus
complejidades tu personaje está, en los aspectos básicos, conformado por una Línea Externa (lo que viene a hacer el
personaje en cada escena.) y una Línea
Interna (el motivo verdadero de lo que hace en escenario. Su razón de ser.)
Vivian Leigh y Laurence Olivier en "Macbeth", la obra maldita; de Shakespeare. |
Todo lo que el
personaje hace en el escenario se llama Acción:
movimiento, sentimientos, actitudes; etc.
Hay dos: Físicas y Sicológicas.
Las
Físicas, como señala su nombre, son
aquellas en las cuales predomina el movimiento corporal. Las Psicológicas son aquellas que expresan
emociones y asuntos de la psiquis del personaje.
En una correcta
actuación, lo ideal es que el actor logre equilibrarse entre los dos tipos de Acciones. Sin embargo, hay casos en los
cuales el personaje demanda privilegiar una.
También hay
actores que se tendencia hacia cualquiera de ellas. Si eres uno de esos, te recomiendo
estar consciente del asunto. Es un defecto actoral. Cuando identificamos
limitaciones, y siempre tenemos, podemos trabajar sobre ellas: hay actores que
no proyectan bien la voz, otros suelen actuar sólo con la mitad de su cuerpo, hay
los que acostumbrar a perder la concentración de la atención; etcétera.
Si, como ocurre
con el alcohólico, al mal es detectado, y asumido como tal, podemos no
corregirlo completamente, pero sí controlarlo.
Tercer detalle: Todas las Acciones, como flechas, tienen que ir dirigidas hacia la Línea General o Ininterrumpida. Cuando no ocurre esto y las Líneas de Acciones van paralelas a la trama, el tema se vuelve confuso y el espectador no podrá darle seguimiento. Generalmente es un error del Texto Literario. Empero, es nuestra responsabilidad evitar que dicho error llegue al Texto Dramático. Si no podemos lograrlo, recomiendo colocar dicha obra en el recipiente para papeles estrujados.
Cuando sigues el
debido viaje de la construcción del personaje, haces un proceso “científico”.
Te aseguro que, aunque laborioso, es más entretenido y con mejor resultado.
Cuando no, probablemente te ha ocurrido antes, hay días que ni deseas ir a
ensayar. Hasta te preguntas… ¿para qué? Sucede cuando sientes que nada nuevo
está ocurriendo. Así el asunto, lo mejor es que a esa obra le deje caer tu
particular…
¡Telón!
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