lunes, 28 de marzo de 2022

Una mirada crítica a “Makandal”

Por Giovanny Cruz Durán

(Académico de la Lengua, escritor y hombre de teatro)



Uno de los grandes estadios de la poesía dominicana es, sin duda, “La metamorfosis de Makandal”; de Manuel Rueda. Admito que fui a Bellas Artes a ver la adaptación que hicieron de este texto literario, con ciertas aprehensiones y algo de miedo. Me asusté, porque en adaptaciones de grandes textos existe la posibilidad de llegar a la traición.

 

No fue el caso. El aire y las imágenes de Rueda están en la atmósfera escénica. ¿Es todo perfecto? Por supuesto que no. Veamos los detalles.

 

El momento actoral que nos muestra la obra es un punto luminoso en el quehacer teatral de nuestro país. El estilo elegido para construir los personajes es de teatro total. Es decir: voz, cuerpo, emociones e intelecto de actores y actrices están en punto de paroxismo, casi llegando al delirio. El toque asesino del actor. ¡Cuidado! 

 

En este estilo de teatro total, un acento de más puede llegar a hacerle la puesta en escena insoportable al espectador. Suele ocurrir con lo que llamamos teatro gritado. No sucedió en "Makandal! ¡Uff! 

 

Fausto Rojas, el director, logra manejar las emociones jugando con los colores y tonos que hay en la musicalidad del texto. Los artistas escénicos de la realización entran en un ritmo trepidante (“Prestissimo” diría un músico) y luego descienden a una sutileza que conmueve. En teatro ese es el ritmo escénico. 

La estructura de la obra, con una marcada tendencia al expresionismo, ha sido construida en el estilo de hojas sueltas. El suceso nos llega en escenas paralelas. Esto es un tremendo riesgo, porque hay que procurar que en algún punto éstas se encuentren... irremediablemente. Esto, porque la trama teatral tiene que ser una linea ininterrumpida, sin que importe mucho que las escenas en ocasiones transcurran como entre rieles de tren.  Y he aquí una de las verdades estéticas de esta puesta en escena que no siempre me conectan con su suceso. 

 

Ciertamente estamos deslumbrados en la sala de platea, pero no siempre podemos seguir esa flecha irreversible que debe ser toda trama. El dramaturgo está obligado a establecer la historia en los códigos esenciales del teatro. No siempre en “Makandal” ocurre así. Y eso, a veces, ocasiona la separación del espectador del contenido e inscribe su atención en el continente. Hay momentos en que el espectáculo acalla un poco su historia.


Makandal, magníficamente realizado por Johnnié Mercedes, lleva la trama. Su intérprete nos convence definitivamente. Su cuerpo, voz y emociones transitan entre el rito, el grito y el mito. Si… teatro total, compadre. En esa actuación de Mercedes podemos escuchar, por lo que cuenta la tradición teatral, los susurros del ritual actoral de los padres fundadores del teatro. Esos que, se dice, podían alterar hasta su propia carne.

Manuel Raposo en “Makandal” convierte a su personaje en un cínico formidable. Siempre proteico. Miguel Bucarely le imprime a la obra la clase actoral. No es un personaje excelentemente perfilado en su dramaturgia. Pero Miguel, siempre con ases bajo sus mangas prodigiosas, nos dejar ver un personaje creíble.

 

Yorlla Castillo una vez más se crece. Vengo de verla en un personaje de emociones internas. Aquí es radiante, generosa interpretando, bordado su personaje. Es una actriz de formación, lo que se hace obvio con su caracterización desinhibida y nunca prosaica. Ella es la deseada. Buen manejo del texto poético. 

 

Gilberto Hernandez es un actor pequeño de tamaño. En la realización le tocará perseguir a Makandal… “por la isla entera, hasta debajo de las piedras”. Siendo Johnnié un actor tan fuerte y grande, es difícil aceptar que Gilberto fuese escogido por las autoridades para atrapar al intenso Makandal. No obstante esta primera impresión, Gilberto no se amilana y sale airoso con su caracterización. 


Tres personajes de esta puesta en escena guardan una muy directa relación con las siempre espectaculares brujas del Macbeth shakespeariano. En los aspectos estructurales, estas “nuevas tres brujas” (que también recuerdan al coro griego) constituyen el momento más glorioso de la dramaturgia de Haffe Serulle. En ellas lo que hay es teatro puro. No requieren acudir al espectáculo. Juegan con la ironía, la maldad, la complicidad y el erotismo. Ante  Pachy Mendez, Cindy Galán y Johanna González me inclino reverente. Sus brujitas-narradoras-coreutas me sacuden. Las aplaudo.

 

Orestes Amador, el gran veterano. Su personaje nos recuerda al Tiresias de los griegos. Es un hechicero local. Maestría en el movimiento. Gran decidor de la palabra. Inmensa su presencia escénica. Verlo, siempre transformado, es un placer para este veterano hombre de teatro.



Aunque en términos generales, son las actuaciones de “Makandal” su punto de mayores luces, debo citar la sencilla, mágica y de muy buen gusto escenografía de Fidel López. Ni me atrevo concebir “Makandal” sin la atmósfera escénica que logran Fidel y Fausto. Esta escenografía es toda una gramática visual que nos habla entre susurros cromáticos.

 

Entre el escenógrafo y el luminotécnico tiene que existir un maridaje. En una producción profesional el escenógrafo condiciona las luces. Con facilidad una luz puede arruinar una gran escenografía. Por suerte, no ocurrió esta vez. Las luces están al servicio del actor y la escenografía.

 

La música, en vivo, es apropiada. Justa. Correcta.

 

Aplausos a los efectos especiales. He tenido que recurrir a ellos en muchas de mis puestas en escena. Creo que en nuestro país es una debilidad que tiene la producción. En “Makandal” los efectos son extraordinarios. Obras maestras de la magia.

 

Aunque todavía debo deciros algo más de “Makandal”, no podré hacerlo. Esto, porque dos duendes traviesos… están corriendo el inevitable…

 

¡Telón!

 


domingo, 20 de marzo de 2022

A PATRICIA ASCUASIATI, IN MEMORIAM

Por Carmen Heredia de Guerrero.


            Por un momento ese universo infinito de formas y movimiento constante que es la danza, se detuvo, y los aleteos de aquel cisne se fueron extinguiendo lentamente, y tras algunas evoluciones, plegó sus alas definitivamente, moría Patricia Ascuasiati.


         Hablar de ella cuando aún consternada nos invade la tristeza, es una forma de mantenerla viva, pero más allá de nuestros recuerdos, Patricia vivirá por siempre por su impronta y  legado  a la  historia de nuestra danza.


         El cariño que nos unió era una herencia que nos dejó mi padrino Carlos Ascuasiti Cotto, su abuelo, pero además de ese sentimiento, sentíamos por Patricia una profunda admiración y la vida me dio la satisfacción de trabajar unidas, de compartir sus sueños y llevar a cabo muchos de sus proyectos. 


         Habíamos tenido la oportunidad de ver a una jovencita Patricia en algunas presentaciones, pero no fue hasta su participación en 1983, como la “gitana” en la versión del ballet “Carmen” de Carlos Veitía, que descubrimos el potencial de esta ballerina. Ese mismo año Patricia interpretó como figura principal el ballet “Ataduras” de Chiqui Haddad.


         La propuesta que nos hizo en 1984 de llevar a escena como ballet experimental “La leyenda de Mandé”, nos pareció interesante, pero sería doce años después en 1996, cuando el Ballet Clásico Nacional, en su espectáculo “Contraste”, presenta este ballet coreográficamente enriquecido y con el que Patricia pasa a la historia, al presentar el primer ballet dominicano con tema folclórico, basado en una leyenda, que nos conecta con nuestras raíces.  La satisfacción y orgullo de Patricia y de todos, fue  inmensa al ver su ballet presentado en la ciudad de México. 

         

    

La carrera de esta gran artista se desarrolla en dos vertientes, la bailarina y la coreógrafa. En 1987 estrena su ballet “Vals del Emperador” y participa en el ballet “Bolero” de Carlos Veitía. En 1989 protagoniza “Una Mujer” de Guillermo Cordero, yestrena la Suite “Recuerdos de la Infancia”, una exquisita evocación de sus primeros años; su pródiga creatividad la lleva en 1990 a presentar “Las Cuatro Estaciones” y participa como figura principal en el ballet “El Diablo a las Cinco”  de Irmgard Despradel, y en 1991 de esta misma coreógrafa  la adaptación del ballet  “El Pájaro de Fuego”. Su figura ya establecida no podía estar ausente en un espectáculo trascendente, en 1992 interviene en  “Opera Merengue” dirigido por Rafael Villalona, interpretando la “Danza de los remeros”.


            Aun dedicada a la danza, Patricia incursiona en otras vertientes, amante de la lectura, inició su vocación de escritora, dejándonos hermosas páginas. La artesanía fue otra de sus pasiones, inspirándose en figuras carnavalescas y de la mujer campesina.   Musa inspiradora del coreógrafo Chiqui Haddad, en 1993 baila su creación “Retrato en Blanco y Negro”, basado en poemas de Nicolás Guillén.


          En 1998 Patricia estrena su ballet “Carmen, Vida y Milagro de las Urbes”, expresión danzaria que concilia la cultura nacional, al convertir  la gitana de Merimée, en una criolla que nos cuenta la realidad social de las mujeres marginadas, y cónsona con su propuesta alterna la música original de Bizet, con la del compositor dominicano Luis Diaz. La dominicanidad en Patricia era su estandarte, plasmado en cada una de sus obras. 


         Como despedida del siglo XX  en noviembre de 1999 presentó  “Plenilunio”, ballet antológico en el que  vislumbra a través de la danza  un nuevo amanecer. La música de los compositores, Rafael Solano, Leonor Porcella y Manuel Troncoso, dan ese toque de identidad.


         Fiel al enunciado del gran coreógrafo José Limón que señalaba: “La función del artista es por siempre ser la voz y la conciencia de su pueblo”, en el espectáculo “Cartas Post Data”, presentado  en el 2005, por Mónika Despradel, Patricia se inspira en  la carta del Coronel Fernández Domínguez, héroe de la Guerra de Abril, a su esposa Letty.


          Artista polifacética, como Gestora Cultural, crea en el 2004 el movimiento artístico urbano, “La Casa por la Ventana”, y convierte nuestra Ciudad Colonial en un gran escenario en el que convergen artistas de todos los géneros. Imparable su talento brilló a través de los años. 


         “Eran las cinco en punto de la tarde”, Patricia llegó a nuestra casa en compañía de la fraternal amiga, Pía Valverde. Su visita se extendió por más de cinco horas, en las que disfrutamos recordando hermosos momentos, pero también hablamos de sus inquietudes y sus nuevos proyectos. Con un fuerte abrazo nos despedimos, no podíamos imaginar que sería un adiós. 


         Cinco días después ocurrió el trágico suceso, días dolorosos se sucedieron en los  que Patricia se debatía entre la vida y la muerte,  estábamos consternadas, nos invadía el dolor, la tristeza, y  llegó el momento…  su espíritu envuelto en un halo de luz que brillará por siempre, se elevó a nuevas transparencias. 

Descansa en paz, Patricia.

viernes, 18 de marzo de 2022

La comida replicada de Star Trek… ¿a la parrilla?

Por Giovanny Cruz Durán. 


Hace aproximadamente un año publiqué un artículo titulado “En un asado que se respete no puede faltar…” sin imaginar que podría estar dando consejos ya atrasados sobre cómo manejar nuestros asados a partir, únicamente, de carnes de animales vivos. 

Luego produje un documental titulado “La cocina también tiene su historia”, (https://www.youtube.com/watch?v=3NUx8uOL7Wg), en el mismo incluyo varias secciones sobre el manejo de platos a base de carne natural. 

 Lejos estaba entonces de saber —¡vaya falta de imaginación la mía!— que podría estar cerca de introducir un tenedor a un filete hecho en laboratorio. 


Casi todos habremos visto, pienso, la manera que muchos hombres y mujeres de ciencia han tratado de dar seguimiento a algunas de las teorías de ficción de la serie de Star Trek. Antes de eso todos, probablemente, pensábamos que la mayoría de los efectos de la serie, y sus secuelas, era pura fantasía. Eso no es del todo cierto. 

Hago un pequeño aparte para explicar un concepto que los actores de formación manejamos dentro de nuestros trabajos artísticos. Existe una herramienta del actor llamada Imaginación Creadora, la cual ayuda bastante a otra técnica actoral conocida como Memoria Emocional. Mediante la primera, el actor hace estudios del personaje, de su historia cotidiana y su sicología. Se procura, a partir de datos reales, crear situaciones imaginarias y que éstas lleguen a los espectadores. Se le hace hincapié al actor profesional que hay una diferencia entre imaginación y fantasía. La primera procura llevar a la mente situaciones que son posibles realizar, aunque no estén necesariamente al alcance inmediato del ser humano. La fantasía es la capacidad de la mente humana de crear cosas que no son realizables con los medios actualmente disponibles. Cuando el ser humano comenzó a pensar en una alfombra voladora, era pura fantasía. Luego, esa fantasía se hizo realidad cuando creamos aparatos voladores… hasta techados y con capacidad de llevar cientos de pasajeros dentro. 

 Cuando veíamos que los viajeros espaciales podían hacer comidas replicadas con sabores muy parecidos a los originales, dimos como un hecho que era sólo fantasía de los guionistas. No obstante, científicos japoneses han podido cultivar en laboratorio lo que afirman es el mejor filete del mundo. 

 —“Utilizando la estructura histológica de la carne de Wagyu como modelo, desarrollamos una técnica de impresión 3D que puede producir estructuras personalizadas complejas como fibras musculares, grasa y vasos sanguíneos”, dijo el autor principal Dong-Hee Kang. 

Antes, científicos holandeses habían creado una hamburguesa (la primera de la historia se hizo en el antiguo Egipto) en un laboratorio. 


Ninguno de estos manjares replicados resulta económicamente rentable ahora mismo. Pero, se espera que entre cinco y veinte años estén comercializándose y consumiéndose. Esto podría garantizar una fuente inagotable de comida en el futuro y un salto espectacular en la calidad de la misma. 


¿Sabrá igual el filete cultivado al que cocino en mi horno de ladrillo? 

¿La molleja de la vaca (su única carne blanca) podrá ser replicada con iguales resultados? 

Los científicos aseguran que las carnes cultivadas son más sabrosas que las “originales”. 

 Como apenas he cumplido mis primeros 68 años, guardo viva esperanza de poner asar uno de estos manjares impresos. Estaré, mientras, preparado con el mejor y único sazón para la carne de res: sal. 

Cuando otra vez vean, y recomiendo hacerlo, algún capítulo de Star Trek, piensen bien antes de tildarlo de fantasía. Es imaginación creadora. 

Todavía me asusta un poco, lo admito, que alguien intente teletransportarme al estilo Star Trek y algo salga mal. Habría, entonces, células de este escritor y artista navegando por el espacio… ¿infinito? 

Algo me reconforta si ocurriese esto: podrán tomar una de mis células y replicarme en varios Giovanny Cruz. ¿Me imaginan… infinito? 

Hace muchos años, los físicos descubrieron en el átomo algo que nombraron Partícula de Dios. Los organismos vivos habrían sido creados desde esas partículas atómicas. 

El miedo es libre. Lo tengo. Me asustan los fundamentalistas. Por eso no me atrevo a vaticinar aquí que el hombre podrá finalmente crear a… 

¡Telón!

lunes, 7 de marzo de 2022

¡Se soltaron los diablos en el malecón!

Absolutamente emocionado, quiero felicitar a la ministra de Cultura Milagros Germán, a Pastor de Moya, Henry Mercedes, Rey Andújar, Guillermo Liriano, Samantha Oliveiro y Nancy Vizcaíno por el éxito sin precedentes que han logrado con él más grande carnaval de la historia dominicana. Me tocó dirigir para el Gordo de la Semana 10 carnavales, como vice Ministro de Cultura fui responsable de los cuatro más grandes desfiles de carnaval que hasta ahora se habían hecho en este país. El actual Desfile Nacional de Carnaval es tres veces más grande que cualquier otro jamás celebrado. Ha sido la verdadera fiesta del pueblo por haber salido de la Covid-19. Miles de niños, jóvenes y adultos fueron disfrazados al malecón para enseñarnos sus caretas impresionantes, para hacer sonar sus cascabeles y cencerros, para a golpe de redoblantes y trompetas mostrar al mundo la más alegre identidad cultural que tenemos en nuestro hermoso país. Antes y durante el actual desfile la lluvia se hizo presente. De ninguna manera resultó un obstáculo para los miles de disfrazados. Por supuesto que no. Tenían casi tres años esperando por aquel momento. ¡Se soltaron los diablos en el malecón! Esta vez en el malecón no había kilómetros de asfalto. No. Había kilómetros de gente alucinantes, bailando como en un frenesí aparentemente incontrolable. ¡Alegría desbordante! ¡Se soltaron los diablos en el malecón! El Ministerio de Cultura, ante una disminución presupuestaria que la covid-19 nos ha impuesto, ha supera eficientizado los recursos e incrementado al máximo la imaginación creadora para poder realizar este impresionante evento. ¡QUÉ VIVA EL CARNAVAL DOMINICANO, la más democrática manifestación cultural de nuestro país!