domingo, 28 de junio de 2020

¡A recuperar la calle!

¡A recuperar la calle!
Por Giovanny Cruz Durán.



Ok, ya sabes que la película AMANDA va. Te lo informé. Sabes que tengo en mi casa todos los ejemplares de LOS CUENTOS DEL OTRO, esperando el día de ponerlos en circulación en la Academia Dominicana de la Lengua. Igual sabes que, con las precauciones de rigor, tienes que ir a votar el 5 de julio (¡malditos sean los indiferentes!).

Ya sabes cuáles son las 10 Premisas Inmutables para el Actor (https://www.diariohispaniola.com/tag/premisas) y las Premisa Sencillas para el Dramaturgo que comienza (https://www.diariohispaniola.com/noticia/61880/punto-de-mira/premisas-sencillas-para-el-dramaturgo-que-comienza.html).

Todo eso tú lo sabes, yo y los demás también.

Lo que no sabemos ahora mismo es cómo se ven las calles de la ciudad cuando termina la tarde. Tengo cuatro meses  que, una vez llegadas las seis pm, ni me he asomado al patio de la casa.

He olvidado cómo se ven en las calles los rostros de amigos y amigas iluminados por estrellas y lámparas eléctricas.

Nunca creí que me fastidiara abrir un libro. Tengo dos días que no quiero ni tocarlos. Me he visto obligado a convivir maritalmente con Netflix (un secreto: también con cientos de canales piratas). Desde anoche pedí a mis abogados que me divorciaran a vapor de los servidores de películas.

Esperanza de Peña y Osiris Madera (empeñados en volverme eterno) ya comenzaron a administrarme el anual tratamiento de Células Madres y otros estimulantes para mis defensas interiores. Ahora exigen de mí una rigurosa dieta. La he pospuesto para mañana por razones entendibles: un desacato.

La cocina es una mis pasiones. Tengo tres días haciendo que Renata Cruz, Johan Bueno y el chino más cercano me cocinen.

Es que algo ha cambiado: ¡He recuperado mi libertad!

No se trata de una libertad plena. ¡No! No podré estacionarme, junto al poeta Juan Freddy Armando, en el restaurante de Cheska. No podré. No me colaré en el Boga-Boga en las sabias tertulias de Nasarquín Santana. No lo haré. Pero, a los ocho en punto de la noche, vestido correctamente y ensombrerado, me montaré en mi todo terreno negro y tomaré las calles. En ellas no espero ni pido mucho: sólo encontrar curiosos como yo.

Sé que tendré que llevar mis más potentes espejuelos para poder reconocer los olvidados contornos de los rostros, ahora convertidos nada más que en recuerdos.
Los aprehenderé rápido. En fin… ¡enmascarado como un delincuente voy pa la calle! Y maldito sea aquel que se le ocurra recordarme que debo terminar esta entrega, como casi siempre, con la palabra…

¡Telón!

miércoles, 24 de junio de 2020

Cuentos luego de una prisión domiciliaria…

Cuentos luego de una prisión domiciliaria…
Por Giovanny Cruz Durán



Igual que tú, he sido confinado a mi casa por la Covid-19 y el gobierno; inicialmente justificado, luego sólo para tratar de manipularme.

Empero, a menos que no se le ocurra a alguien perverso un subterfugio, el sábado termina mi prisión… no exactamente preventiva.

Confieso que tengo un montón de planes para realizar una vez me liberen. Entiendo, eso si, que debo administrarlos. Pero son tantos, que hoy ni sé por dónde empezarlos.

Llevaré a mis hijas Fiora y Renata a almorzar a algún sitio… ¡fuera de mi casa, carajo! 

Me juntaré, aunque tenga que obligarlos a punta de pistola, con Henriette Wise, Exmin Carvajal, Mario Lebrón y Onorio Montás en cualquier sitio donde aparezca una botella de vino bien puesta. No meto a Tony Raful en la colá, porque él ha procurado visitarme siempre en la cárcel donde he estado confinado.

Llamaré a José Rafael Lantigua y le recordaré que tenemos una cita pospuesta, la cual debe ser honrada ya. Nos podremos al día con asuntos estrictamente culturales. ¡Jum!

Aprovecharé la libertad para terminar de amarrar asuntos artísticos con Yanela Hernández. 

Veré si logro que mis canchanchanes comunicadores Pachico Tejada, Ramón Almánzar, José Nova, Severo Rivera y Alfonso Quiñonez no me sigan evadiendo y cenen conmigo en la casa.

No creo que Mateo Morrison vuelva poner excusas para evitar nuestros acostumbrados e interrumpidos encuentros literarios. Trataré de convencer a Manuel García Cartagena, José Enrique García y Manuel Núñez de que enmascarados, aunque todavía es peligroso, ya pueden reunirse conmigo. Mencionaré a sus respectivas madres si me dicen que no.

A todos adelanto un asunto: en medio de esta prisión domiciliaria he reeditado el libro, por “exigencia” de mi hija Renata, LOS CUENTOS DEL OTRO. En la Editorial Centenario han hecho magia para lograrlo. Ahora resulta que Editorial Santuario planifica, para después de las votaciones del 5 de julio, un ameno conversatorio sobre el libro, desde luego que la producción será asistida por Lillyanna Díaz, nada más y nada menos que en la sede de la Academia Dominicana de la Lengua.

¿Lo notaron? Pueden encerrar, y hasta matar, el cuerpo que la produce, pero la Literatura y la Palabra sobreviven a cualquier pandemia…

¡Telón!

domingo, 14 de junio de 2020

lunes, 1 de junio de 2020

Reportando a la Virtual Feria del Libro

Reportando a la Virtual Feria del Libro
Por Giovanny Cruz

Fiora Cruz Carretero, José Enrique Rodríguez y Ruth Herrera.

He estado chequeando algunas de las ponencias disponibles en la Feria Virtual del Libro.

Lo primero que debo decir es que se están tomando la realización y su contenido muy en serio. Además, hay un afán muy válido para usar los recursos que la modernidad digital nos ofrece. Esto significa, que cada presentación es, aparte de interesante por su contenido, muy entretenida por su continente.

Les aseguro que si entran a las plataformas digitales que nos brindan, van a disfrutar.

Acabo de ver la exposición de la CINEMATECA DOMINICANA. Se supone que soy un conocedor algo más que promedio sobre la conservación audiovisual en el mundo entero y la importancia que tiene para la Cultura un archivo fílmico. Sin embargo, lo que me ofrecieron hoy era, sencillamente, extraordinario. Aprendí un siglo y disfruté más. Por supuesto que hicieron la realización en el tono visual que ya les comenté.

Decía Bertorlt Bretcht que… “La forma es la expresión más acabada del contenido”. Hoy he visto un gran ejemplo de esto.

Fiora Cruz, por la CINEMATECA, demostró un conocimiento muy grande sobre la significación, importancia y técnica de la conservación del archivo audiovisual y su condición patrimonial. Igual, de la trascendencia cultural de hacerlo.

José Enrique Rodríguez también intervenía, con grandes aciertos y aportes, en la exposición de nuestra CINEMATECA, otro de los grandes logros de la Dirección General de Cine.

Ambos, Fiora y José Enrique, son dos jóvenes que hacen que uno se sienta hasta orgulloso de contar en el país con activos de su magnitud. También dejaron constancia, de manera clara y precisa, del trabajo que hacen actualmente en la CINEMATECA.

Como algo adicional a todo esto, ellos interactuaron con la misma Directora General de la Feria del Libro, Ruth Herrera. Lo que añadió una dialoguista profesional, que garantizaba la relevancia de lo tratado.

Anunciaron al final que el material que nos ofrecieron estará disponible, para aquellos que se lo perdieron, en YouTube y otras plataformas digitales. Busquen páginas o canales del Ministerio de Cultura para verlo. Les juro que no se van a arrepentir.

En la misma tendencia, vi también la intervención de Laura Gil sobre grandes maestros del arte plástico dominicano. ¡Brillante! Total conocimiento del tema. Expuesto igual de manera muy amena.

¡La Cultura sobrevive a cualquier pandemia y es un antídoto para cualquier virus.

Ahora si… ¡Telón!