domingo, 8 de noviembre de 2009

Apuntes sobre Samuel Beckett

 
(1 de 2)

Nota: Nuestro dilecto amigo y colega Carlos Castro me envía una genial colaboración cuyo título se presenta muy bien. Al mismo tiempo que agradecemos la distinción recibida con este trabajo envitamos a todos a disfrutar de él. 
G.C.


En principio se retomó a Beckett para hablar de cómo se ha clasificado este autor: escritor del absurdo, autor contemporáneo, parco, tímido, medio bufonesco. Se abordaron tres períodos de la obra de Luis Samuel Beckett: Poesía, Teatro, Ensayo; dejando claro que, a pesar de ser tres géneros diferentes, el autor mantiene la uniformidad en el universo temático, en el estilo, etcétera. Decía que su interés por los géneros era la forma.

Beckett escribió guión para cine y dejó una película titulada “Film”, quiere decir “membranas de dos caras”, “ser es ser percibido”, se plantea ¿es posible ser imperceptible? En el exterior el personaje es percibido y el mismo puede percibir. En el interior, solamente es percibido en lo que él percibe: el afecto quiere decir hacer una misma percepción como acción, percepción como ser percibido, percepción como afección, percibirse es completarse.



Escribió piezas para danza, su erudición no era pomposa, era pragmático, no le interesaba cualquier “forma”, este término lo entendió en su propia etimología: freno, contenerse. Desde joven, al escribir la obra “Los huesos de eco”, quería una forma de representación auditiva, visual, sin actores, contener y poner la voz en off. Decía que la posibilidad, es siempre que el teatro sea tragedia o comedia, mi intención es que no sea ni lo uno ni lo otro, sino los dos al mismo tiempo.

La palabra clave en sus obras: Quizás, tal vez, quién sabe, (lo ambiguo como discurso estético). Categoría en la estética de Beckett: lo bello es lo sublime, “concepto” es limitación, “lo teórico” es formal, “lo barroco” es infinito, trágico y cómico. Lo sonoro es un contrasentido, porque el teatro es lo que se ve. El arte es juicio, proceso, valores estéticos.



Mientras en Harold Pinter pensar es hacer algo, en Beckett es escuchar, en su literatura, rescata dos mitos: “El Prometeo” es el que promete y “el Epitemeo”, que es el que se queda atrás. “Lo que se repite en Beckett es un proceso de eco, es infinito, pero va a llegar a “algo”. Maneja en sus obras el “Litote”: recurso técnico donde se dice mucho, diciendo poco. Beckett, siempre quiso difundir los diferentes géneros: Tragedia, remite a ida, a derrumbe, descenso. Comedia se ha identificado con el sentido opuesto (ascensión), en la edad media significaba canto de gloria. Beckett toma estos elementos como referencia para escribir sus textos, escribe “Esperando a Godot” bajo estas premisas, utiliza los diálogos como una plantilla (lo opuesto en los personajes)

Luis Samuel es un estudioso de la comedia: Antigua, Moderna, Y Renacentista; ve la comedia tal y cual la escribió Aristóteles: “la comedia es terrenal, tiene que ver con los hombres y la tragedia con los héroes (es íntegro, no logra escapar de su destino). La comedia es burla y sarcasmo para imitar actos carentes de belleza, es imitación de lo humano. Lo ridículo constituye una modalidad de lo feo, es un error o deformidad que no produce daño... Lo cómico está ligado a un momento específico de cada hombre. Beckett decía que era esta condición ridícula que diferenciaba la tragedia y la comedia, por un resultado de ignorarse a sí mismo; los ridículos poseen cierto poder y su ignorancia afecta negativamente a los otros.



Beckett identifica tres tipos de comedia: 1ro. “No conocerse a sí mismo”, no se aprecian a sí mismos en sus justos términos o se engrandecen y pagan de sí mismos: son narcisistas. 2do. “No saber de sí”, al no saber de sí, el sujeto adquiere poses que son externas... 3ero. “El que no se conoce a sí mismo”, al no conocerse se excede a sí mismo, es incontenente: sexual, digestivo o verbal, no conociéndose, se siente incapaz de actuar por sí mismo, necesita de los otros, se aprovecha de las trampas, engaños, de las debilidades de los otros. Ben Jhonson resumía estos personajes en dos: 1) Manipuladores 2) Víctimas.


La comedia tiene un carácter satírico, burlón, se mete con todos, con las instituciones, o los personajes más nobles. Esto le ha dado algo nodal, apenas se desarrolla la trama, se centra en el personaje, se construye y se destruye; de ahí que su trama dramática se sitúa en estos personajes. La comedia antigua no posee una trama desarrollada. La comedia moderna acentúa el drama y el carácter situacional de la trama. La comedia antigua terminó porque se impuso una moderación del lenguaje, donde lo irracional de la comedia ya no tendrá un carácter corrosivo, sino educativo.