lunes, 2 de junio de 2014

Canto, resabio y un mensaje

El canto:



En uno de mis viajes a la antigua URSS fui invitado, como delicada cortesía, a la Unión de Escritores Soviéticos. Tres escritores conversaron conmigo aquella vez. Recuerdo haberle oído alabar, encantados, la belleza del idioma español y ponderar las cosas hermosas que podían decirse y escribirse con este idioma, al que muchos juzgan el ideal para la Literatura. 
En un inesperado giro de la conversación comenzamos a hablar de Filosofía. Descubro, entonces, que entre los tres escritores anfitriones uno era filósofo (por más que lo he intentado no he logrado recordar su nombre). Hablando de la supuesta experiencia comentó que esta es muy engañosa. Porque dentro de ella había más de repetición que de otra cosa. Aquello se quedó archivado, y aparentemente olvidado, dentro de mis neuronas durante muchos años. 
Olvidado hasta un día, hace unos cuantos años, en el cual comencé a pensar sobre la necesidad individual de reciclarnos... constantemente. Exactamente ocurrió que veía un par de mozuelos que acababan de destruir, con una resortera, un nido de Madame Sagá que colgaba en el pino de mi casa. Por supuesto que espanté a aquellos insensibles muchachos e intenté recuperar el nido. Era imposible. El nido estaba destruido. Lo puse cerca del pino con la esperanza de que las aves constructoras lo utilizaran. No ocurrió. Durante varios días anduve triste. Pero una mañana observé, alborozado, que dos Madame Sagá estaban construyendo un nuevo nido. ¡Qué lección! 
Desde aquel día he decidido, siempre empezar a construir el amor, la alegría, la bondad, la literatura y la amistad todos los días sin pensar mucho en pasadas, y quizás amargas, experiencias. 
El futuro nunca se inicia. El pasado es una destrucción del presente. Así las cosas, pienso que ambos son sólo puntos referenciales. El mejor, y único tiempo, es el presente. En él vivo. En él nazco todos los días. En él pienso en Heráclito con su cambiante y único río. Y, no tengas dudas, pienso en ti, para amarte con bríos siempre renovados: ¡Vida!

El resabio:

Mi canto de alabanza y aclamación sólo es a la Vida. Y al padre Sol que está tan ligado a ella. Y a esa Singularidad (o curvatura del espacio) por la cual se creó, durante millones de años, el Universo que conocemos hoy. ¿Imaginan esa energía sencilla, pequeña e imperfecta (como el hilito de agua que da inicio a los grandes ríos) que sin poder pensar, mediante esa Singularidad, formó el Universo con nosotros incluido? ¡Asombroso! ¡Asombroso! ¡Asombroso! 
¡Gracias, mil veces gracias a la Vida... y a estar vivo... y a poder compartirme contigo que de tantas maneras eres la única y verdadera "tierra" prometida!

El mensaje:


Pido tu comprensión por ser incorregible e irremediablemente feliz. Y aunque me preocupa que mi felicidad imperecedera y los renovados éxitos personales te entruñen, no puedo evitar reírme... no de ti; pero tampoco contigo.

¡Telón!