miércoles, 24 de junio de 2020

Cuentos luego de una prisión domiciliaria…

Cuentos luego de una prisión domiciliaria…
Por Giovanny Cruz Durán



Igual que tú, he sido confinado a mi casa por la Covid-19 y el gobierno; inicialmente justificado, luego sólo para tratar de manipularme.

Empero, a menos que no se le ocurra a alguien perverso un subterfugio, el sábado termina mi prisión… no exactamente preventiva.

Confieso que tengo un montón de planes para realizar una vez me liberen. Entiendo, eso si, que debo administrarlos. Pero son tantos, que hoy ni sé por dónde empezarlos.

Llevaré a mis hijas Fiora y Renata a almorzar a algún sitio… ¡fuera de mi casa, carajo! 

Me juntaré, aunque tenga que obligarlos a punta de pistola, con Henriette Wise, Exmin Carvajal, Mario Lebrón y Onorio Montás en cualquier sitio donde aparezca una botella de vino bien puesta. No meto a Tony Raful en la colá, porque él ha procurado visitarme siempre en la cárcel donde he estado confinado.

Llamaré a José Rafael Lantigua y le recordaré que tenemos una cita pospuesta, la cual debe ser honrada ya. Nos podremos al día con asuntos estrictamente culturales. ¡Jum!

Aprovecharé la libertad para terminar de amarrar asuntos artísticos con Yanela Hernández. 

Veré si logro que mis canchanchanes comunicadores Pachico Tejada, Ramón Almánzar, José Nova, Severo Rivera y Alfonso Quiñonez no me sigan evadiendo y cenen conmigo en la casa.

No creo que Mateo Morrison vuelva poner excusas para evitar nuestros acostumbrados e interrumpidos encuentros literarios. Trataré de convencer a Manuel García Cartagena, José Enrique García y Manuel Núñez de que enmascarados, aunque todavía es peligroso, ya pueden reunirse conmigo. Mencionaré a sus respectivas madres si me dicen que no.

A todos adelanto un asunto: en medio de esta prisión domiciliaria he reeditado el libro, por “exigencia” de mi hija Renata, LOS CUENTOS DEL OTRO. En la Editorial Centenario han hecho magia para lograrlo. Ahora resulta que Editorial Santuario planifica, para después de las votaciones del 5 de julio, un ameno conversatorio sobre el libro, desde luego que la producción será asistida por Lillyanna Díaz, nada más y nada menos que en la sede de la Academia Dominicana de la Lengua.

¿Lo notaron? Pueden encerrar, y hasta matar, el cuerpo que la produce, pero la Literatura y la Palabra sobreviven a cualquier pandemia…

¡Telón!

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