Sobre el grande Iván García Guerra
Conocida es mi postura sobre
el premio que otorgan aquí un grupo importante de auto designados cronistas de
Arte: absoluto rechazo.
No acepto, siquiera, nominaciones y siento mucha pena cuando me entero de todas las "diligencias" que hacen colegas artistas para conseguir dicho premio.
Hace ya muchos años que no veo ni un segundo del acto de premiación al cual hago referencia. En los últimos años ni me entero, mucho menos me interesa, quienes han sido los señalados en los premios; por eso no puedo comentar gran cosa sobre ese asunto.
El rosario de desaciertos en dicha premiación es antiguo y antológico.
Sin embargo, me he enterado anoche que al muy grande Iván García le dieron el premio más importante de la última versión del premio de marras. Celebro eso.
La distinción otorgada, sobre todo si tiene alguna contribución económica, es buena en esta ocasión.
Pero el verdadero premio lo hemos recibido todos los dominicanos al poder disfrutar, deleitarnos, asombrarnos, aplaudir y testimoniar la labor ininterrumpida de Iván.
Es importante esto de ININTERRUMPIDA, porque (sin pecar de injusto) es el único hombre de Teatro que en una cantidad de tiempo tan grande (60 años) jamás ha hecho pausas en el quehacer teatral.
En lo particular, Iván me ha dirigido el 10 obras, lo he dirigido a él en 5, he puesto en escena 6 de sus piezas, escribí el prólogo de una recopilación de sus obras de Teatro que hiciera la Universidad Católica Madre y Maestra y he compartido escenario con Iván en un número impresionante de escenas. Además, cultivamos una amistad muy estrecha.
No es Iván que acaba de recibir el gran premio. Él ha premiado al país entero con su presencia en los escenarios del mundo.
¡Me inclino con humildad ante el Maestro!
No acepto, siquiera, nominaciones y siento mucha pena cuando me entero de todas las "diligencias" que hacen colegas artistas para conseguir dicho premio.
Hace ya muchos años que no veo ni un segundo del acto de premiación al cual hago referencia. En los últimos años ni me entero, mucho menos me interesa, quienes han sido los señalados en los premios; por eso no puedo comentar gran cosa sobre ese asunto.
El rosario de desaciertos en dicha premiación es antiguo y antológico.
Sin embargo, me he enterado anoche que al muy grande Iván García le dieron el premio más importante de la última versión del premio de marras. Celebro eso.
La distinción otorgada, sobre todo si tiene alguna contribución económica, es buena en esta ocasión.
Pero el verdadero premio lo hemos recibido todos los dominicanos al poder disfrutar, deleitarnos, asombrarnos, aplaudir y testimoniar la labor ininterrumpida de Iván.
Es importante esto de ININTERRUMPIDA, porque (sin pecar de injusto) es el único hombre de Teatro que en una cantidad de tiempo tan grande (60 años) jamás ha hecho pausas en el quehacer teatral.
En lo particular, Iván me ha dirigido el 10 obras, lo he dirigido a él en 5, he puesto en escena 6 de sus piezas, escribí el prólogo de una recopilación de sus obras de Teatro que hiciera la Universidad Católica Madre y Maestra y he compartido escenario con Iván en un número impresionante de escenas. Además, cultivamos una amistad muy estrecha.
No es Iván que acaba de recibir el gran premio. Él ha premiado al país entero con su presencia en los escenarios del mundo.
¡Me inclino con humildad ante el Maestro!
Giovanny Cruz Durán
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