SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Sin dudas uno de los principales atractivos literarios de la Feria del Libro que actualmente celebramos en país con Ecuador como país invitado, lo constituye la obra de Giovanny Cruz “Los cuentos del Otro”.
Esta joya literaria, publicada por la internacional Alfaguara, está compuesta por diecisiete apasionantes relatos que han encantado a los lectores, a la comunidad literaria dominicana y a otras fuera del país.
Sobre dicho libro, renombrados intelectuales ya han emitido elogiosos comentarios en varios artículos publicados. Veamos algunos extractos de esas opiniones.
José Enrique García:(Filólogo, escritor, ensayista y académico de la Lengua.)
Con el título “Los cuentos del Otro”, Alfaguara publica en 2011 un conjunto de narraciones de Giovanny Cruz Durán. El título nos remite de inmediato a la literatura fantástica, lo que se reafirma en el primer texto, que opera como prólogo, rasgo que retoma en la nota epilogar, y nada más. Pues ocurre que este Otro opera como apertura o anuncio de uno de los atributos más acentuado del libro: la oralidad. Condición, a nuestro entender, y que la tradición confirma, en indispensable tanto del contar como del narrar. “-Coleguita, siéntese en su mecedora, tome sus dos sorbos de vino, guarde silencio, no interrumpa y escuche hasta el final una buena historia o leyenda, según se prefiera”
Miguel Ángel Fornerín: (Escritor, crítico literario y catedrático en Puerto Rico.)
Los textos que componen este volumen de cuentos están divididos en dos partes fundamentales: las leyendas y las hechiceras. En la primera parte: “La princesa ciguaya”, “La ciguapa y el último ciguayo”, “El puerco del diablo” y “El tiburón bolo”, son historias identitarias que recuperan la voz popular de una otredad que ha quedado suspendida por la escritura de los letrados que entraron en la modernidad del relato. Es interesante que este primer grupo de historias esté presidido por “El escritor desconocido” quien será el otro Giovanni que recupere la historia contada por las gentes sencillas; también lo es en el frontis de la colección el tiempo que se recobra entre la niñez, el crecimiento, la voz del padre que alterna con la voz infantil en “Un hombre en Las Calderas”. Ahí la historia define el pasado de un personaje que se identifica con el autor, pero que es a la vez quien cuenta la historia de otros personajes, el cual cuenta la historias del otro.
Tony Raful: (Poeta, ensayista, catedrático aquí y académico de la Lengua.)
Yo quisiera escribir de cada uno de los cuentos pero me expongo al riesgo de excederme y alterarlos, porque yo también soy el Otro. Estos relatos definen a un escritor excelente, a un hombre de cultura sólida pero sobre todo de una capacidad movilizadora de mitos y creencias que son parte fundamental de nuestra cultura. Giovanny Cruz, es un narrador importante, enriquecedor; se desdice, se contradice, se afirma, valida todos los entuertos, ama profundamente su país, el lugar donde le tocó nacer y a sus gentes, testimonia sus miedos y sus fortalezas, trasciende los linderos del patio, es universal. Saludo estos cuentos y no tengo dudas de que los lectores disfrutarán como yo al leerlos, de la plasticidad, de la belleza y sobre todo de la credibilidad de todo lo increíble y fantasioso que escribe mi hermano Giovanny Cruz.
Invito a saborear La novela…, digo, Los cuentos del Otro; que intuyo como novela breve fundamentándome en sus episodios unificados por un protagonista que irrumpe y se desarrolla, junto a su familia, a lo largo del discurso narrativo; la conjunción de formas diversas en episodios que configuran un solo corpus narrativo, provocando la noción de novela; y la conformación de paisajes comunes, fondo social y antropológico donde crece la historia de un niño hasta amanecer a la pubertad (un periodo de 7 años, me parece, número cabalístico… ¡Hum!) Claro, empecé a leer un libro de cuentos, pero muy al principio del camino, hasta el final, permanecí convencido de que leía una novela. Y al terminar la última página la confirmé como tal, una de las lecturas posibles.
Manuel García Cartagena: (Escritor, ensayista, crítico y catedrático.)
Considerados cada uno desde el punto de vista de su particular contingencia respecto al conjunto, en los cuentos en los que Cruz Durán emplea estos procedimientos, las historias que cuenta el autor y las que cuenta el narrador se complementan en virtud de la serie de elementos de cohesión que ambos diseminan en diferentes partes del texto. Así, como en esas muñecas rusas conocidas como “matrushkas”, la primera de las secuencias resulta contener a la otra, y las dos juntas componen una sola historia.
De esa manera, si por un lado se constata la divergencia de este tipo de construcción narrativa respecto al mandato boschiano de la unidad del hecho-tema, por el otro lado, nada impide considerar que el modelo narrativo de Giovanny Cruz es el de un cuento, como no sea un determinado apego a cierta idea “canónica” que se desprende de una lectura esteticista…
Ramón Ramírez Báez: (Escritor muy celebrado en USA, ensayista y crítico.)
A mí, “Los cuentos del Otro”, más que entretenerme me han cautivado porque se escapan de esa rigidez tropical tan común en la narrativa dominicana, una rigidez que raya en lo repetitivo. Y no alza vuelo hacia el universo. A menudo, sobre esa misma narrativa pesa una cantera de elogios que deambulan entre los ríos Ozama y el Haina.
Giovanny, es para mí un cazador de imágenes; no creo que esas historias viajen en el ancho lomo de la oralidad. Creo que él ha disuelto esas mismas imágenes en un litro de fantasías. Ya por ahí anda a la pesca de duendes…
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