lunes, 14 de enero de 2013

La culpa es de Cuchy Elías


Cuchy Elías
Por supuesto que algunos se divertirán un poco con esta entrega. Esto, porque se define a la comedia como... una casi tragedia. Yo no voy, siquiera, a sonreír. No podría. Ya se enterarán por qué.

Ocurre que mi apreciado y distinguido amigo Cuchy Elías (al menos distinguido hasta anoche) es uno de los pasionarios mas activo en este blog. Suele, alguna que otra vez, llamarme o escribirme para opinar o aconsejar sobre determinadas publicaciones. Pero al mismo tiempo que hace eso, nos ha convencido a todos... de que él es el único Cuchy que existe en todo el Universo conocido (y hasta en el desconocido también). Siendo esta "verdad" aceptada por todos sin ningún tipo de regateos.

A raíz de mi artículo-renuncia del PRD, el afable Cuchy me llamó; no (según sus palabras) para hablarme del artículo en cuestión, sino del trajecito de torero que me había "puesto" para la ocasión. Cuchy quería saber dónde yo lo había alquilado, sabrá Dios con cuáles no confesables propósitos. Por supuesto que le di (so pena de que me dedicara un artículo en Acento.com si no brindaba las informaciones requeridas), las señas y generales del lugar en el cual adquirí el trajecito de torero que uso en el referido artículo.


Desde luego que, subrepticiamente, se coló el tema de mi partida del partido del buey que menos jala, que hoy volvieron a jalarse las greñas frente al local del partido. Penoso espectáculo que ahora veo con curiosidad desde las gradas.

Pasaron unos días desde la conversación con Cuchy y resulta que este me ha enviado ayer una invitación (al menos eso creí yo) para que asistiera a un show artístico de una persona en cuestión (Víctor del Villar).

Invitación recibida.
Dada la afición de Cuchy por la música, creí inicialmente que se trataba de algo que tendría que ver con el jazz. Como estaba de buen humor contesté de esta manera al querido amigo:

¿Villar con "V" corta? Iré con el trajecito de torero que tanto te gusta. Esto es porque podría aparecer un perredeísta disgustado y tendría que torearlo, con la verónica y todo. ¡Olé! Si fuera con "B" larga se trataría del billar chino que tanto me gusta. ¿Sabes cuál es ese? El que se juega con las bolas afuera y el taco adentro. Jajajaja.

Pero tamaña fue mi sorpresa cuando releyendo la invitación descubro que el autor de la misma no es el juzgado "único Cuchy" de este Universo (que nace de una Singularidad y atraviesa hoy por todo un hoyo negro, con Curvatura del Espacio y todo, Einstein soplando por un lado y por el otro Oppenheimer (el verdaderamente genial, Robert) protestando por su bomba atómica. Luego enjuiciado... Desvarío  Lo sé. El caso es para eso.

No era Cuchy Elías quien me enviaba la invitación de marras. ¡No! Se trataba de Cuchy Morales... ¡una dama!

Cuchy Morales
Cuando descubrí que Cuchy no solo estaba duplicado, sino que tenía pelo largo y rubio, casi embarro mis pantalones. La Hemorroides, que ya estaba casi curada, volvió para atrás. Me entré, en una inconfesable parte de mi cuerpo y lo mas profundo que pude, una buena dosis de Doxiprot Plus, inmediatamente me tomé una pastilla de Meloxil 15mm y apagué La Gata (mi ordenador personal) como si tuviese contaminada.

Me visualicé, en un futuro muy cercano, desacreditado y tildado de vulgar. Pensé que me acusarían de maltrato verbal a una mujer.

¡La Berenice se daría banquete conmigo! ¡Vakeró ta preso supuestamente pa investigación. ¡Qué vaina!

Me prometí huir del país hacia Haití, para desde allí irme a un territorio con el cual no tuviésemos los dominicanos tratado de extradición. 

Desde luego que nadie me libraría de la condena moral que sufriría en FB. ¡Y ahí la pueica siempre retuice ei rabo!

Entonces, mas rápido que un rayo gay, aprendí sánscrito, mandarín antiguo, japonés moderno, repasé mi pobre latín, me embotellé el francés, el ruso, el inglés y el griego.


Armado hasta los dientes de palabras en varios idiomas puse a Cuchy Morales mensajes de disculpas por todas partes. El último fue en FB, donde estaba seguro que yo sería ejecutado:


  • Giovanny Cruz

    Cuchy Morales, le presento mis disculpas. Recibí un correo suyo, por vez primera, y creí que era de mi querido amigo Cuchy Elías. Al contestarlo hice un chiste, un tanto subido de tono, que jamás haría a una dama. Fue después de enviarlo que descubrí que el correo era suyo. 

  • Finalmente, después de tres siglos y medio de espera, la Cuchy blanca me escribió:

    Cuchy Morales

    Jajajajaja. Esta bien te acepto la disculpa... si va..!!!!!


  • El asunto es que ahora respiro por lo menos; pero me permito compartir con vosotros las siguientes moralejas:

    —Ya no se puede creer en ningún escritor que se llame Cuchy.
    —Hay varios Cuchy en el Universo paralelo (por lo menos hay dos).
    —Cuando uno mete la pata la hemorroides se revolotea.
    —Cuando uno mete la pata no es suficiente con apagar el ordenador.
    —Cuando uno mete la pata debe, rápidamente, intentar sacarla bien.

    En mi caso ayudó, por supuesto, que el chistecito, aunque subido de todo, era bueno e ingenioso.

    Pero, en lo que retomo la calma y salgo del espanto, no voy a hablarle a Cuchy Elías durante por lo menos una semana. ¿Quién lo manda a usar apodos que usan otros... y otra? ¡Hay "Los cuentos del Otro"! Y la Berenice se quedó con el moño hecho...

    ¡Telón, carajo, telón!

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