Telegrama abierto a Manuel García Cartagena:
Admirado Manuel, leí varias veces
entrevista de cierto tocayo. Lo hice para aprender del gran maestro de la literatura
universal y mejor crítico que jamás ha tenido la humanidad (Di Ebony... ¿o Prieto?).
Decepcionado quedé. Él lució,
a este artista de El Caimito de Moca, un tanto arrogante y más pintoresco que profundo.
No sabía que sentenciar es criticar. Mucho menos que los “me gusta” y los “no me gusta”
eran categorías estéticas o críticas. Es posible que ahora la degradación sea
vista como crítica. Parece que los criterios han cambiado. Bajar a los mejores que uno, aprendí en El Caimito, es el
oficio de los ascensoristas. ¡Qué tontos somos en El Caimito! (Te juro que esto no es falacia de conmiseración.)
Se, como me enseñó Durrenmatt,
que cuando se es escritor o artista… “uno
está expuesto a la crítica como a la gripe”; empero, también sé, como
comentaba Kenneth Tynan, que en ciertos casos…
“un crítico es un hombre que
conoce el camino, pero que no sabe conducir el coche.”
Otro asunto, Manuel, hablando
sólo de Arte Culinario: a mi no me agrada mucho la tayota; por eso no la como.
Y como no es de mi agrado tampoco me ocupo de ella. Lo he hecho en el pasado solamente
para congraciarme con los mismos que también la odiaban.
Ocurre que en el patio del coquí a
muchos resulta gracioso que despotriquen contra los descendientes de Anacaona y Caonabó... y…
Me interrumpo por temor
alejarme, como hace cualquier Di Oscuro, de la crítica
y entrar en el chisme. Eso me convertiría en un resentido... “poco profundo”.
Pero volviendo al asunto
primario, imagino que sobre el Di Oscuro en CoquiCity estoy
equivocado. Es que después de todo… “Bruto
es un hombre honrado…” ¿?
Espero que este telegrama luzca solamente irónico. Borges sería capaz, si fuese otro el caso, de regresar de la tumba para, agarrándome por el cuello, decirme: "Giova, el sarcasmo es el amaneramiento de la crítica."
Un abrazo de
Giovanny…
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