Mañana, familiares y amigos del entrañable y nunca suficientemente aplaudido Rafael Villalona, nos reuniremos en el Museo de las Casas Reales (a las 7 de la noche) para recordarlo en tu inmenso talento, en la grandeza de su sapiencia y en su inagotable alegría.
Será una noche de magia y arte, como debía ser.
Todos los pasionarios debemos pasar por allá.
Como adelanto a la comunión artística de la que disfrutaremos mañana recordando a este amigo del alma, publico hoy un poema que a su memoria escribiera el poeta y publicista Raúl Bartolomé, otro de los grandes amigos de Rafael, compañero de muchas de sus quimeras.
Memorias del
tiempo que pasa
Por Raúl Bartolomé
A Rafael
Villalona, in memoriam.
Todo con el
tiempo pasa,
la mirada
fugaz, el segundo intransigente,
las máscaras
del teatro que van ocultando
efímeras
alegrías, largas tristezas.
La vida es un
ensayo, la obra que nunca se termina
y la palabra
que queda flotando hasta que polvo sobre polvo
sepultan la
mano extendida que esperaba la otra mano solidaria.
Todo pasa, los
telones van cerrando las puertas del teatro
y a los
cuerpos que ayer gesticulaban
y a las voces
que ayer arengaban
el tiempo les
va quitando la expresión, las sílabas esenciales.
Pasa la
ideología primera, la segunda y la utópica tercera,
árboles que
van muriendo porque otros más altos,
pero con menos
frutos, le roban la luz y las quimeras.
El correr de
los años también pasa
y llega el
momento en que nos estacionamos en la última hora
cuando el
calendario es un adorno de escritorio
y el reloj no
mide semanas sino distancias recorridas,
y guarda en su
armónico engranaje recuerdos imborrables ,
tesoros de la
memoria que nadie hereda
y que se van
con nosotros cuando el tiempo pasa
y nos lleva en
su tren indetenible.
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